Ira von Furstenberg en los años 60. /
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Una noticia muy inesperada la
muerte de Ira von Fürstenberg, quien a sus 83 años parecía gozar de muy buena salud. No en vano, sus dos últimos cumpleaños los celebró con
espectaculares fiestas en uno de sus países de adopción, España, en el palacio de Liria de Madrid y en Ronda.
La vida de
Ira von Fürstenberg es el epítome de las reinas de la alta sociedad y tiene todos los ingredientes de una novela del siglo XIX. De hecho, como muestra un botón,
se casó con solo 15 años con el
príncipe Alfonso de Hohenlohe-Langernburg, ahijado a su vez de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia.
Ira von Fürstenberg tuvo dos hijos de ese primer matrimonio con el que fuera uno de los grandes
promotores del turismo de la Costa del Sol y fundador del emblemático Marbella Club, donde se dio cita lo más granado de la jet-set internacional de la que ella fue una insigne representante.
Su
primogénito Christoph, que falleció en 2006 en unas circunstancias difíciles de esclarecer en una prisión de Bangkok, en Tailandia, después de haber sido acusado de haber manipulado su visado de permanencia en el país del sudeste asiático.
Hubertus de Hohenlohe, su segundo hijo, ha gozado de una notable presencia en la crónica social.
Ira von Furstenberg en Marbella en los años 90 /
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Su matrimonio se rompió cinco años después de la boda, en 1960. Después llegó un segundo enlace que no parecía destinado a fructificar con
el playboy Francisco ‘Baby’ Pignatari. Se divorciaron en 1964. El notorio empresario italo-brasileño falleció trece años más tarde, en 1977.
Del linaje familiar de Ira von Fúrstenberg tenemos que destacar que era
sobrina de Gianni Agnelli, una de las figuras más podeross de Italia, fundador de Fiat y una figura que
marcó la historia del país, e incluso del estilo. Todos los hombres de la alta sociedad querían parecerse a él y, por ejemplo, imitaron su forma de llevar los relojes, sujetos a las trabillas de las mangas de sus camisas.
Como buena mujer de mundo que se precisase, había desarrollado un exquisito buen gusto que
plasmó en colecciones de joyas, en las que utilizaba piedras preciosas y otros materiales menos nobles. Su nombre era tan potente que sus clientes pagaban cantidades muy cosndierables por sus creaciones.
Ira von Furstenberg con Naty Abascal y Oscar de la Renta. /
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Hija de
Tassilo von Fürstenberg y Clara Agnelli, estuvo siempre rodeada de un halo de misterio y se le atribuyó un
romance con Rainiero de Mónaco, una vez que este se quedó viudo de Grace Kellly, fallecida en un trágico accidente de tráfico. Una relación que nunca confirmó ninguna de las partes.
De su carrera tampoco podemos pasar por alto que sin tener unas grandes cpaacidades interpretativas
prestó su belleza para películas como No desearás al vecino del quinto, junto a Alfredo Landa; Requiem por un empleado junto a Pedro Osinaga y Mónica Randall; y Cuando los maridos iban a la guerra, al lado de Arturo Fernández. España fue siempre su país de adopción y tenía un precioso piso en el centro histórico de Madrid.
