BERLÍN.— Si fuera posible recuperar temporalmente la conciencia de un ser querido que murió, aunque sea en el cuerpo de otra persona, para decirle adiós por última vez, ¿lo harías?
Ésa es la pregunta que plantea la nueva película de ciencia ficción del director Piero Messina, Otro fin, que se estrenó en el Festival de Cine de Berlín ayer por la noche.
Protagonizada por Gael García Bernal y Renate Reinsve, Otro fin se desarrolla en una metrópolis de tonos grises donde los empleados de Aeterna, vestidos con batas de laboratorio, colocan las almas de sus muertos en anfitriones pagados con fines aparentemente terapéuticos.
Bernal, interpretando a Sal, decide traer de vuelta al amor de su vida, Zoe, Reinsve, después de que su hermana Ebe, interpretada por la actriz Berenice Bejo, le instara a hacerlo.
Después de las dudas iniciales sobre el concepto, Sal vuelve a tener alegría en su vida, pero esa alegría está limitada por las estrictas reglas de Aeterna sobre cuánto tiempo una conciencia puede habitar en un anfitrión.
Es una película muy romántica que habla de la pérdida. Pero es una película fantástica. Estoy muy orgulloso de ella”, dijo Bernal antes del estreno en la alfombra roja.
En una conferencia de prensa el sábado, Bernal dijo a los periodistas que filmar Otro fin le dio una perspectiva diferente de la vida.
En la cultura occidental, hemos separado tanto el cuerpo de la vida de la persona que comencé a preguntarme, ‘no, no está tan separado’, y eso realmente me cambió en muchos sentidos”.
Olivia Williams, quien interpreta a la vecina Juliette, que ha traído de vuelta a su marido y a su hija, dijo que el concepto le parecía terrible, ya que ampliaría el dolor.
Pero: “Eso es lo terrible, si tienes esa opción, incluso si sabes que es una elección estúpida, sólo cinco minutos más con esa persona” puede ser difícil decirle que no, añadió Williams.
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clm
