Hoonigan ha entrado en bancarrota con una deuda de 1.200 millones de dólares 14 años después de su fundación.
Hoonigan es una de las marcas automotrices más influyentes que surgieron en la década de 2010, pero la empresa de Ken Block no ha conseguido los resultados esperados en estos años. Hoonigan Racing Division compite en el Campeonato Mundial de Rallycross de la FIA, antes lo hizo en el World Rally Championship, el FIA European Rallycross Championship y el Global RallyCross Championship.
La marca creada por el piloto estadounidense se ha declarado en bancarrota con una deuda de 1.200 millones de dólares, algo más de 1.088 millones de euros al cambio. La empresa trabaja ahora a contrarreloj para conseguir una reestructuración que atraiga de nuevo a los inversores.
Hoonigan espera conseguir 570 millones de dólares en nueva ronda de financiación. Vance Johnston, director ejecutivo de Hoonigan, es optimista con la situación y ha calificado la quiebra de la compañía como un paso importante para la empresa.
«Esta transacción nos permitirá invertir en innovación y seguir impulsando el desempeño financiero. Con el sólido apoyo de nuestros socios financieros, seguimos centrados en brindar productos de vanguardia y el mejor servicio a nuestros socios», según Johnston en un comunicado en Yahoo Finance.
El plan de crecimiento ha llevado a Hoonigan a la quiebra
La marca de Ken Block tiene una deuda de más de mil millones de dólares en poco más de una década de historia. El fallido plan de expansión puede ser el culpable con unas expectativas iniciales demasiado altas. La compañía actual se fusionó con Wheel Pros, empresa de ruedas de recambio, y ambas se apoyaron en una firma de capital privado conocida como Clearlake Capital Group.
Hoonigan compró Transamerican Auto Parts en 2022 por 50 millones de dólares para asentar su posición en el mundo del motor, pero terminó siendo su ruina. La compañía no puede asumir los pagos y lo apuesta todo a su canal de YouTube.
La cuenta de la marca tiene más de 5 millones de suscriptores, aunque está perdiendo a sus creadores de contenido más importantes. Algunas de las pérdidas más dolorosas para Hoonigan han sido Zac Martens y Van Anatra, que han decidido crear perfiles para hacerse un hueco en el sector del motor.
El futuro de Hoonigan está ahora en manos de los tribunales después de declararse en quiebra. Los acreedores y Clearlake han aprobado la bancarrota de la compañía, así que su futuro es incierto por el momento.
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