Como para no estarlo.
Walter Röhrl seguramente sea una de las personas de todo el mundo con mejores manos a la hora de conducir. Damos por hecho que cualquier vehículo que se le entregue va a ser capaz de llevarlo rápido y, con el conocimiento del que dispone, podrá compararlo con otros modelos similares. Ahora el piloto se ha puesto a los mandos de nada menos que el McLaren F1.
A pesar de la experiencia de Röhrl, nunca se había puesto a los mandos del que posiblemente sea el McLaren más icónico de toda la historia, pero gracias al canal de Yotube ‘Alte Schule – die goldene Ära des Automobiles’, por fin lo ha podido hacer.
“Cuando se suponía que íbamos a tenerlo, alguien lo rompió de antemano y por eso nunca llegamos a conseguirlo y nunca tuve la oportunidad de conducir el coche. Y mucho menos verlo de cerca”, explica sobre una oportunidad frustrada de conducir el F1 en su día.
A tenor de sus palabras, como recogen los compañeros de Periodismo del Motor, no podría haber acabado más satisfecho con su rendimiento.
“Ha sido una gran experiencia. Es un motor atmosférico de 12 cilindros, es toda una experiencia, la forma en que el coche se agarra al acelerador, ¡la forma en que va! No debemos olvidar que el coche tiene 30 años… ¡lo que eso significaba entonces!”, comenta.
De sus bondades destaca que “te sientas muy adelante, puedes ver la carretera, siempre piensas que no tienes nada delante, pero funciona de maravilla. Sin embargo, notas la masa en la parte trasera. Hay que ser muy sensible con el volante”.
Hay que tener en cuenta que la experiencia fue bastante corta y por un tramo abierto en carretera, pero fue más que suficiente como para dar algunas pinceladas sobre el comportamiento del coche y lo que hay que tener en cuenta sobre él.
Afirma que todo el mundo le había dicho que era como conducir como un Fórmula 1, por eso le resultó bastante sorprendente descubrir que el chasis en realidad es bastante cómodo. Esto hace que sea un auténtico disfrute conducirlo incluso si no se es un piloto experto, aunque en este caso recomienda no pasarse con el acelerador, por lo que pueda pasar.
Su conclusión es la siguiente: “Para hacer un juicio serio, tienes que ir al circuito. No puedes hacerlo en la carretera, y menos en un coche. No puedes probarlo en la carretera, pero tienes la impresión de que es un coche de carreras en cuanto a potencia, pero tiene cierto confort de marcha”.
Es un punto de vista sabio y es que el McLaren F1 es una bestia con mucho que entregar, tanto que resultaría difícil (por no decir imposible) sacarle todo el jugo en carretera abierta sin que peligrase la seguridad de los implicados.
Hay que recordar que, además de todo lo que tare consigo a nivel de chasis y puesta a punto, su corazón es un motor 6.1 V12 de aspiración natural que desarrolla nada menos que 627 CV de potencia.
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Etiquetas: Coches deportivos
