En la sede central de Arai en Saitama, Japón, hemos tenido la oportunidad de charlas con Mich Arai, «The Owner & CEO» de Arai Helmet Limited, como pone en la tarjeta de visita que nos dio.
A sus 85 años Michio Arai sigue al frente de la empresa manteniendo los ideales heredados de su padre Hirotake, fundador de Arai Helmets, y que ahora transmite a su hijo Aki, que será la tercera generación Arai, dirigiendo la empresa.
Mich no es como otros CEO que dicen palabras vacías. La verdad va por delante y esta entrevista lo demuestra.
En qué año se fabricó el primer casco Arai?
– «Hace mucho tiempo. Mi padre hizo la primera calota para su propio uso. Eso sucedió en los años cincuenta del siglo pasado, y hasta hoy. Al inicio los cascos llevaban las siglas HA, del nombre de mi padre, Hirotake y su apellido, Arai».
– ¿Qué recuerda de su padre?
– «Recuerdo cómo me contaba el inicio de la marca. Él tenía un negocio como fabricante de sombreros, montaba en moto y sufrió algunas caídas, golpeándose la cabeza. En los años 50 no existían fabricantes de cascos en Japón y, no llegaban productos de fuera, de importación. Mi padre miró por su seguridad y la de un par de amigos, haciendo su primer casco. En realidad, mi padre Hirotake no pensaba en montar un negocio de cascos, sólo quería proteger a sus amigos motociclistas. Pero así comenzó Arai como empresa fabricante de cascos. Él era fabricante de sombreros y sabía que todos tenemos diferentes cabezas, generando la necesidad de encontrar un ajuste perfecto del casco».
– Desde 1976 diriges la empresa. Siempre has dicho que querías ser el fabricante de cascos número 1 …
– «Tras haber vivido tiempo en Estados Unidos, formándome, en 1976, pasé a ser el dueño y CEO de la empresa y mi objetivo era “hacer mejor a Arai”. Pero cuando digo número uno no es tanto en ventas como en protección. Quería pelear con Bell por la supremacía del mercado y además, tener el mejor casco, el más seguro. Se puede ser número uno como el que más cascos ha vendido, el que más dinero ha generado el que más campeonatos ha ganado… Pero yo quería, ante todo, ofrecer la mejor protección».
¿Cuál es la diferencia entre el valor financiero y la calidad de producto?
– «Anteponemos la protección como prioridad a todo lo demás Y la seguimos buscando. En primer lugar, nuestro casco deber ser seguro, el más seguro, porque proteger no tiene precio. Vamos a seguir luchando así y con ese principio».
– Tras visitar las fábricas en Japón he visto que todo se hace ¡a mano!…
«Todo está hecho a mano, es el secreto. Esto es como un diamante, un casco hecho por un escritor. Todo hecho a mano porque las manos son las mejores herramientas, estupendas, capaces de mimar el detalle. No hay comparación con los robots y trabajan en más ejes direccionales. La eficiencia de nuestros trabajadores genera el casco, artesano, obra de arte y mimado al detalle».
– Con uno controles de calidad, incluso podemos decir obsesivos.
– «No queda otra, es nuestra seña de identidad. A otras empresas de cascos les puede dar igual una micra más o una menos en sus medidas. A nosotros, no. Entonces hacemos eso, mimar la calidad. Le dedicamos mucho tiempo. Revisamos cada casco, uno por uno, nada de estadísticas y promedios. Eso es todo».
– ¿Cuántas personas intervienen en la producción de un casco?
– «Somos unas 500 personas en total y todos juegan un papel importante. No solo los que producen. También los que diseñan, los que prueban, los que gestionan el marketing, los que almacenan mercancía… No fabricamos un número fijo de cascos al día. No somos máquinas y lo importante es la calidad del casco. Si un día un operario necesita más tiempo que lo use pero que el producto quede perfecto».
¿Y la competición?
«Es fundamental para desarrollar el producto y mostrar nuestra capacidad. Allí se puede ver la realidad. De la realidad puedes aprender algo, así que sigues aprendiendo y progresas. Yo también solía competir. Tenemos el orgullo de que los pilotos quieren ir con Arai. Siempre nos hemos acercado a los pilotos, de coches y de motos, con la idea de ofrecer una protección mejor. Logramos en las carreras que se difundiera la idea de que el casco Arai era el mejor siendo el casco elegido por pilotos de todo el mundo y ganando campeonatos, con lo que se cumplió mi objetivo: la empresa goza del reconocimiento como productora del casco nº 1 del mundo».
Y recibe felicitaciones…
– «Es lo mejor. Esperas que no tengan que probar la protección del casco que no tengan accidentes. Pero cuando lo tienen y te agradecen que gracias a él casco Arai el accidente fue menor de lesiones, es sensacional. No es gran cosa para otros, para nosotros sí. No somos genios. El ser humano desafía el riesgo. Eso es lo que hace que el ser humano sea un ser superior y feliz. Entonces, en este caso, desafiar el riesgo es lo que va con Arai. Y creo que ese es un buen punto».
Dices que las ventas no son lo más importante para Arai.
«No somo como otras empresas pensando siempre en ventas. Somos diferentes, el valor es distinto. Eso es importante y es el verdadero espíritu de Arai. Lo que sentimos aquí».
¿Cómo será el casco Arai del futuro?
«Máxima protección, eso seguro. No paramos de investigar y ofrecer los cascos más seguros del mundo».
