La felicidad frugal te puede cambiar la vida /
@matildadjerf
A veces la búsqueda constante de la
felicidad puede ocasionar el efecto contrario: una obsesión que no nos permite disfrutar. Lo mejor es saber encontrar el
placer en esos pequeños detalles, que a priori pueden parecer insignificantes, pero que pueden llegar a suponer una gran diferencia.
La felicidad frugal es un concepto que se ha ido desarrollando de forma reciente, y que hace referencia a la capacidad de encontrar la satisfacción personal en las cosas simples de la vida,
más allá de bienes materiales o del consumismo sin límites. Esa tendencia de comprar sin freno, normalmente viene dada de una inseguridad o
insatisfacción personal que, con el tiempo, puede acabar pasando factura.
Para poder alcanzar ese objetivo, a veces tan lejano,
es importante cambiar la mentalidad y adoptar nuevas actitudes de
gratitud, ya que te permitirá darle mucha más importancia a aquellas cosas que puede que no te reporten una felicidad inmediata, pero que pueden llegar a ser claves a largo plazo.
Esto lo podemos empezar a notar en nuestra vida cotidiana, donde incluir unas ciertas estrategias, como el minimalismo, puede suponer un antes y un después. Las
relaciones personales también son un pilar fundamental ya que, como seres sociales, es fundamental para ser felices
estar en contacto con familiares y amigos.
Beneficios de la felicidad frugal en nuestra vida cotidiana
Valorar lo que realmente importa: seguir esta filosofía te permitirá experimentar una mayor satisfacción y sentido de propósito en la vida. Se les quita el peso a esas cosas más efímeras, como los bienes materiales, poniendo en valor todas aquellas experiencias más significativas, como viajar o pasar tiempo al aire libre.
Mejora de las relaciones: tener unas relaciones, tanto familiares como de amistad, saludables influye directamente en nuestro estado de ánimo, y por consecuente en nuestra felicidad. Si no sabes cómo inciarte en este camino, mejorar tus conexiones y proporcionar apoyo emocional sólido, es una de las bases.
Bienestar físico y emocional: la felicidad se centra en buscar un equilibrio entre la vida laboral y la personal, siendo muy importante dedicar tiempo a nuestras pasiones e intereses, explotando aquellos aspectos en los que podemos encontrar cierta satisfacción.
Mejora de las finanzas: al no estar tan pendientes del consumo, y de invertir en aquellos bienes materiales que reportan una felicidad efímera, también mejorarás la manera en la que inviertes dinero, optando por aquellas experiencias que realmente merezcan la pena.
La felicidad no tiene precio: esto viene relacionado directamente con el punto anterior, y es que lo que más tienes que practicar. Es decir, buscar la parte positiva de momentos como reírte a carcajadas con un amigo, el olor a café recién hecho por la mañana, unas buenas vistas o dormir bien después de un largo día.
Mejor calidad que cantidad: esto no solo se aplica a todo aquello que compramos, que siempre es mejor para evitar el consumo desmedido, sino en todos los aspectos de tu vida, siendo especialmente recomendable en las relaciones personales, ya que es mejor tener pocos amigos con los que tengas confianza y te puedas entender, que tener muchos que no aporten nada positivo a tu vida.
