Igual ha llegado la hora de que pruebes eso del
spinning y te apuntes a una clase para probar. Lo cierto es que se trata de un ejercicio con millones de seguidoras por muchas razones. Y una de ellas que es perfecta para
hacer a partir de los 50 por su sencillez y por sus enormes beneficios:
tonifica brazos y piernas, hace trabajar a tu corazón,
te ayuda a perder peso y más.
Si aún no estás familiarizada con esta práctica, esencialmente implica participar de una sala llena de bicicletas estáticas, cada una equipada con diales de resistencia para reducir o aumentar la intensidad y el ritmo. Por lo general, una clase de spinning dura
entre 30 minutos y una hora y, a menudo, también incluirá una sección de brazos con pesas y mancuernas livianas.
A lo largo de la clase, l
e das a los pedales al ritmo de la música, una lista de reproducción generalmente elaborada por el instructor de la clase. Este te va indicando qué cadena de ejercicios hacer, generalmente aumentando progresivamente la dificultad hasta alcanzar un pico y luego descender.
Los beneficios del spinning
Practicar spinning proporciona una
gran variedad de beneficios para la salud, entre los que se incluyen:
tonificación de brazos, piernas y abdominales, mejora de la salud cardiovascular, mayor resistencia y fuerza,
quema de calorías para ayudarte a perder peso y mejor coordinación.
Su práctica está particularmente aconsejada para personas mayores de 50 años porque también
tiene un impacto bajo, lo que facilita las articulaciones y además aumenta los niveles de endorfinas que te hacen sentir bien, por lo que te irás de cada sesión sintiéndote fenomenal.
Aunque el spinning implica en gran medida el trabajo de las piernas, en las clases trabajas los músculos de todo el cuerpo, lo que significa
más resultados con un solo entrenamiento. Los músculos que obtienen un entrenamiento sólido con una clase de spinning incluyen, entre otros, cuádriceps, isquiotibiales, glúteos, pantorrillas, core y espalda.
Después de una buena clase de spinning, puedes esperar efectos tan clásicos del fitness como sentir un
ardor muscular en todo el cuerpo, lo que hace que este tipo de entrenamiento sea también una excelente sesión de ejercicio complementario entre tus días de entrenamiento de resistencia y pesas.
Cómo empezar con el spinning
Antes de empezar con tu primera clase de spinning, se recomienda
comer un refrigerio saludable a base de carbohidratos dos horas antes. Una pieza de fruta debería ser suficiente. Llega temprano para que te puedas
poner el calzado adecuado. En algunos gimnasios cambiarás las zapatillas deportivas normales por un calzado que se engancha a los pedales.
También deberás llegar temprano para poder
configurar tu bicicleta correctamente y presentarte al instructor antes de la clase, especialmente si tienes una lesión, regresas de una dolencia, estás embarazada o en posparto, tienes algún problema de salud o necesitas orientación adicional.
La resistencia es tu amiga. Hace que el entrenamiento sea más seguro y eficaz, y aumenta la
quema de calorías. A lo largo de la clase, se te pedirá que subas o bajes tu dial de resistencia, pero
si tienes dificultades, tranquila: escucha a tu cuerpo y en caso de duda, siéntate y mantén las piernas en movimiento, aunque sea lentamente.
No pasa nada por no poder completar algunos de los ejercicios de gente que lleva años practicando el spinning. Al contrario, tú debes ser quien marque el ritmo con el que te sientes cómoda. Ten un poquito de paciencia porque
mejorarás y te fortalecerás con el tiempo y la práctica. Pero sobre todo, ¡diviértete!
