Matthias Kühn y Norma Duval, han ganado su batalla judicial. /
gtres
El nombre de
Matthias Kühn saltaba recientemente a los titulares de nuevo a costa
de Francina Armengol y su marido, Joan Nadal. Todo en relación a un supuesto pelotazo de la pareja de la Presidenta del Congreso, que en su día denunció el conocido empresario alemán y marido
de Normal Duval.
Ahora volvemos a verle de nuevo en primera plana por una noticia que habrá celebrado a lo grande por lo histórico de la sentencia. El Gobierno balear deberá indemnizarle con
96 millones de euros por una desclasificación de terrenos en la zona de la Muleta del Puerto de Sóller, en Mallorca.
Para llegar al origen de este largo litigio debemos retroceder hasta 1999, cuando el empresario y promotor adquirió suelos urbanos en los que pretendía construir una treintena de mansiones de lujo. Pero en 2009, el ejecutivo autonómico incluyó esta zona dentro de una ley de protección de
espacios naturales, impidiendo que se edificara en ellos.
El largo camino en los tribunales de Matthias Kühn
Desde entonces, Matthias Kühn ha mantenido una ardua batalla legal que no se ha saldado, a su favor, hasta ahora. Ha sido la sala tercera del Tribunal Supremo la que ha avalado la sentencia dictada en enero del 2022 por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares en favor del teutón, al considerar que la actuación del Govern
vulneró sus derechos al impedirle por ley construir en las tierras de su propiedad.
Ha sido el equipo legal del empresario el que ha hecho pública la resolución del contencioso, detallando que la condena establece el pago con dinero público de
63,5 millones de euros más los intereses devengados desde mayo de 2009.
«La sentencia repasa la larguísima tramitación judicial de este conflicto, que se inicia en 2010 y finaliza ahora 14 años después», aseguran sus abogados, añadiendo que el veredicto del tribunal está fundado «en esta imposibilidad de reincorporación de Muleta como suelo urbano al PGOU de Sóller, confirmando que era procedente el pago de la indemnización al hacer imposible el desarrollo de este suelo, que había sido antes reconocido como urbano en el auto transaccional de 23 de julio del 2013».
Problemas económicos solucionados
Como refleja en sus páginas el diario mallorquín ‘Última hora’, esta sentencia ha sido balsámica para el alemán, ya que llega para él en un
momento complicado económicamente. Estos 96 millones de euros «suponen una inyección de liquidez que salda de un plumazo los problemas financieros de sus empresas», asegura el citado medio.
Desde 2016, Matthias Kühn se había visto envuelto en el concurso de acreedores de varias de sus sociedades y el juzgado de lo Mercantil 1 de Palma ha tramitado los procedimientos que han terminado en las liquidaciones de algunas de ellas, después de que se abonara parte de la deuda.
El que estuviera considerado como el
rey del ‘real state’ en Mallorca acumulaba 4 millones de euros de deudas en sus empresas, que ahora podrán quedar saneadas gracias a la millonaria indemnización del Gobierno balear.
La historia de amor de Matthias Kühn con Norma Duval
Cuando el segundo matrimonio de la antigua vedette, con el productor José Frade, llegaba a su fin, comenzaba una relación con el empresario alemán, al que había conocido realizando un reportaje fotográfico en Tagomago. «Tardamos un tiempo en salir porque yo hacía dos días que había firmado la separación», recordaba Norma Duval en el plató de ‘Diez momentos’ de Telemadrid.
En aquel momento, marzo de 2022, su relación se encontraba rota. Un altibajo más en un largo noviazgo que duraba ya trece años, sin que se decidieran a pasar por el altar. Una decisión que finalmente se producía a finales de ese mismo año tras
su reconciliación, escenificada con unas fotos juntos a bordo de un yate en Mallorca.
Finalmente, en noviembre los dos se casaban por sorpresa en la localidad suiza de Gstaad en una boda de lo más discreta. Tan solo ante dos testigos: una amiga de ella, Concha Azuara, y el abogado de él, Jorge Sainz de Baranda. «Estamos fenomenal y muy contenta. Estamos muy bien», decía unos meses después del ‘sí, quiero’, aprovechando la presentación de unos zapatos que había diseñado.
«Ya era una relación con cositas como todas las parejas pero consolidada y estamos felices y estamos muy bien», añadió. Al mismo justificó lo íntimo de su enlace explicando que «siempre dijimos que nos íbamos a casar, pero la cosa se alargaba y parecía que no nos íbamos a casar nunca y al final decidimos que ya era el momento».
