Nos ha dejado a los 85 años de edad Jaime Bordoy, un hombre entregado al motociclismo en todas sus facetas, como piloto, director deportivo, comerciante e industrial, un hombre apasionado por las dos ruedas.
Pocas personas han podido tener una vivencia tan intensa y plena como la de Jaime Bordoy, que falleció ayer en Barcelona. Desde muy joven estuvo vinculado al mundo de la moto, primero como un joven entusiasta que soñaba con ser piloto. En los años cincuenta y sesenta, cuando el motociclismo permitía a un buen piloto tocar todos los palos, Jaime Bordoy probó con acierto todas las especialidades, de la velocidad a la resistencia, del trial al todo terreno, distinguiéndose por su calidad como piloto y su buen carácter.
Se inició en velocidad corriendo el Campeonato de España de aficionados en 1957, logrando el subcampeonato de 125 en 1959, y notables resultados en otras campañas, además de un buen puñado de victorias en diferentes temporadas y distintas categorías, desde 125 cc hasta superiores a 175 cc, con Mondial, Montesa y Bultaco. Siendo barcelonés y motorista, sucumbió inevitablemente ante la magia de las 24 Horas de Montjuïc, donde debutó en 1958 haciendo pareja con Pedro Santos a lomos de una Mondial. No fue el debut soñado, pero no tardaría en llegar brillantes resultados.
En 1959 fue séptimo absoluto con una Bultaco 125 haciendo pareja con Mauricio Aschl, logrando el subcampeonato de España de resistencia, y dos años después, con Manuel Traver de compañero, logró la quinta posición absoluta y la victoria en la clase 125, logrando el título nacional de resistencia.
No tardó en interesarse por la nueva especialidad que Bultaco había popularizado en España. el trial, y se convirtió en uno de sus pioneros, y viajó con frecuencia a los Seis Días de Trial de Escocia, los Scottish. Bordoy fue quien interrumpió una histórica y célebre racha de victorias de Pere Pi con la Montesa Cota 247, después de 48 victorias consecutivas de este. Al mismo tiempo también competía en todo terreno, tomando parte en varias ediciones de los Seis Días, donde cosechó una medalla de bronce en Zakopane (Polonia) en 1967, y la plata en los Seis Días de El Escorial, en 1970.
Dejó la competición en 1971 pero siguió vinculado al trial como director de equipo de Bultaco. Al mismo tiempo, ese año tomó una decisión crucial: fundó Motos Bordoy, que fue concesionario oficial Bultaco y con el tiempo se ha consolidado como uno de los establecimientos comerciales con más historia, que cumplió hace tres años medio siglo de vida, un hito que Jaime Bordoy pudo disfrutar en plenitud. Durante muchos años vio crecer su negocio en paralelo con una pasión por el motociclismo que siempre fue inagotable, ampliando su catálogo comercial a las más variadas marcas cuando la industria nacional sucumbió a principios de los años ochenta.
En los noventa tomó la determinación de dejar el timón a sus hijos, Albert y Jordi, convirtiéndose en una referencia constante para la empresa familiar, que nunca perdió de vista, pero al mismo tiempo descubrió una nueva pasión, el trial 4X4, que practicó con la misma intensidad que le puso a todo. También viajó mucho, siempre de la mano Paquita, su esposa, cómplice en todos sus proyectos y vivencias, formando una pareja inseparable.
Jaime Bordoy tuvo la satisfacción que la labor iniciada por él en 1971, que amplió como importador de marcas como Cagiva o Ducati, se multiplicó con sus hijos, llevando a crear su propia marca, y su primera tienda dio paso a una red de varios concesionarios propios en la Ciudad Condal. No era extraño verle aparecer por alguno de ellos, hasta hace relativamente poco, para echar un vistazo, tantear el ambiente, e incluso pedir un scooter para hacer recados, porque Jaime siguió montando en moto mientras pudo.
En la hora de la despedida es difícil no acordarse de su buen carácter, de cómo estuvo al pie del cañón en aquellas carreras de las copas Ducati y Cagiva MOTOCICLISMO, y cómo entonces y siempre todo el que se encontró con él pudo disfrutar de su amigable charla y su carácter abierto y accesible. Lo vamos a echar mucho de menos.
