Manuel Retana llegó a Estados Unidos a los 15 años, sin saber hablar inglés y con nada más que un sueño y 200 dólares en el bolsillo. Ahora, desempeña un papel crucial en la implementación de sistemas de soporte vital en naves espaciales que llevarán humanos a la Luna y, eventualmente, a Marte, allanando el camino para la próxima frontera de la exploración espacial.
Retana, gerente de proyectos de la División de Sistemas de Soporte Vital del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, ayuda a garantizar la seguridad de los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional y en futuras misiones Artemis. Su trabajo incluye el seguimiento de problemas técnicos en órbita, la gestión de los impactos en los costos y el cronograma de los proyectos de vuelo y la entrega de hardware de emergencia.
Uno de sus logros más notables se produjo durante la certificación del filtro de humo Orion para las misiones Artemis II y III. El filtro está diseñado para eliminar gases y partículas nocivas de la cabina de la tripulación en caso de incendio en el interior de la nave espacial. Retana recibió el encargo de crear un banco de pruebas rentable, un paso fundamental para que el filtro fuera seguro para el vuelo.
La filosofía de Retana es sencilla: “Los cohetes no se construyen solos. Los cohetes los construyen personas, y tu capacidad para trabajar con personas definirá lo bien que se construya tu cohete”.
A lo largo de su carrera, Retana ha perfeccionado sus habilidades interpersonales (comunicación, liderazgo, colaboración y resolución de conflictos) para fomentar un entorno de éxito.
Retana anima a sus compañeros a aprender nuevos idiomas y a compartir sus perspectivas únicas. Incluso fundó el primer conjunto de mariachis de la NASA, lo que le permite compartir su herencia cultural en el lugar de trabajo.
Él cree que la diversidad de pensamiento es un elemento clave para resolver desafíos complejos, así como para crear un entorno donde todos se sientan cómodos compartiendo sus perspectivas.
“Hay que ser humilde y tener la voluntad de aprender siempre”, afirmó. “Lo que hace fuerte a un equipo es el hecho de que no todos piensan de la misma manera”.
En cuanto al futuro de la exploración espacial, Retana está entusiasmado con la democratización del espacio y visualiza un mundo en el que todos los países tengan la oportunidad de explorar. Está ansioso por ver a la humanidad llegar a la Luna, Marte y más allá, impulsada por la búsqueda de respuestas a las preguntas más enigmáticas del universo.
A la Generación Artemisa le dice: “Nunca pierdan la esperanza y nunca es demasiado tarde para comenzar a perseguir sus sueños, no importa lo lejos que estén”.
