Kate Middleton con una blazer morada. /
GTRES
Kate Middleton es
una royal de estilo impecable. Su elegancia natural viene de antes de convertirse en un miembro más de los Windsor, de eso no hay duda. Como parte de una familia de la alta sociedad inglesa, los Middleton, la esposa del príncipe Guillermo siempre ha tenido
un estilo pijo y exquisito.
Una condición que se ha potenciado desde que comenzó su noviazgo con el primogénito de
Carlos III y Diana de Gales. Y, sobre todo, desde que en 2007 conoció a Natasha Archer, quien se convirtió en una persona fundamental en su vida.
Y no solo como estilista, que también.
Tash, como se la conoce familiarmente, es la artífice de la mayor parte de sus estupendos looks de la princesa, pero además trabaja como su asistente personal y confidente. Y forman un tándem fabuloso.
Kate Middleton y el recuerdo siempre presente de Lady Di
La princesa de Gales sigue siendo una royal que acapara todas las atenciones cada vez que aparece en público. Es cierto que su enfermedad y retirada de la vida oficial –salvo algunas excepciones–, ha aumentado aún más la expectación sobre ella. Pero dejando a un lado este tema que sigue preocupando a la sociedad británica, la realidad es que
Kate Middleton es todo un icono de estilo.
A sus 42 años, la esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra es la heredera perfecta del glamour y la elegancia distinguida de Diana de Gales. A pesar de que la recordada «princesa del pueblo» falleció antes de que pudieran conocerse, no hay ninguna duda de que la nuera de Carlos III ha logrado que
el recuerdo de Lady Di esté con ella siempre presente.
Y lo consigue muy especialmente con su forma de vestir. La esposa del heredero al trono de Inglaterra lleva por bandera el recuerdo de Diana de Gales, y se inspira en ella en muchas ocasiones. Ya sea de una forma evidente, como cuando luce esas chaquetas tipo blazers bicolor con faldas midi plisadas –uno de los
outfits icónicos de la malograda princesa–, como cuando opta por formas más sutiles de recordarla llevando alguna de sus joyas, es obvio que Kate Middleton nunca ha querido alejarse de la estela de su suegra.
Chaqueta cruzada, con cuello en raso, de SANDRO (425 €). Pendientes Dolce, largos y dorados, con perlas, de VIDDA (86 €). Chaqueta tipo blazer, jaspeada, de MAJE (198 €). Falda tipo pareo, de POMANDÈRE (267 €). Zapato destalonado, con tacón bajo, de LODI (129 €). Zapato destalonado, con tacón kitten, de RIVERA (C.P.V.). Falda larga y plisada, de TOMMY HILFIGER COLLECTION (156 €). Bolos Sandy, en piel con tachuelas, de MERCULES (215 €). /
MUJERHOY
Muy al contrario, sabe que «imitarla» es una apuesta segura. Así consigue mantener el cariño del pueblo, que en su gran mayoría sigue adorando a Diana, y de paso sabe que acierta de pleno con sus estilismos. Pocas cosas hay mas seguras a nivel moda que inspirarse en los looks de Diana de Gales. Y la esposa de Guillermo de Inglaterra siempre lo ha tenido como un mantra. Además, y como marcan los tiempos modernos que le han tocado vivir, la nuera de Carlos III aprovecha también su vestimenta para compartir
determinados mensajes con sus seguidores.
Kate Middleton y la moda como estrategia de comunicación
La princesa de Gales es una mujer joven de su tiempo. Y una experta en manejar la moda como una potente estrategia de comunicación. Ya sea para evidenciar su preocupación por la sostenibilidad y el ahorro, como cuando recicla y modifica diseños para que parezcan nuevos, escogiendo
joyas que pertenecieron a Lady Di o decantándose por colores con significados especiales, Kate Middleton mide hasta el milímetro cada pieza de sus looks.
Y por eso siempre acierta. Además, es una firma defensora de las firmas de moda británicas. Etiquetas como Alexander McQueen, responsable de su vestido de novia a través de su entonces directora creativa Sarah Burton, Jenny Packhman, Temperley London, Erdem o Emilia Wickstead, autora de sus abrigos-vestidos más solemnes, son habituales en su regio guardarropa. Y también los vestidos de florecitas y chalecos de cashemere de
Cefinn, la firma de moda de Samantha Cameron (esposa del exprimer ministro británico David Cameron).
Salvo con su calzado, entre el que incluye diseños de firmas italianas que como Aquazzura, Jimmy Choo o Gianvito Rossi, y que también adoran royals como Mary de Dinamarca o Máxima de Holanda, la esposa de Guillermo de Inglaterra no suele lucir firmas que no sean británicas. Y eso le hace ganar aún más puntos.
Blazer en crepé, con un botón, de ROBERTO VERINO (259 €). Pendientes plateados, con circonitas, de MARINA GARCÍA (139 €). Chaqueta tipo blazer, de ZARA (30 €). Pantalón vaquero pitillo, con bordado, de HUG & CLAU (40 €). Zapatillas veganas, de DUUO (57, 40 €). Bolso bandolera en piel sintética, de Vº 73, 109 €). Zapatillas Bondi 8, de HOKA (170 €). Pantalón vaquero Mariartze, con costuras vistas, de SKFK (110 €). Anillo con diamantes vintage, de DEL PÁRAMO (C.P.V.). /
MUJERHOY
Algo que parece un pacto sólido con su estilista de cabecera y que la diferencia de otras royals de la familia Windsor que, como las hermanas Beatriz y Eugenia de York o
Zara Tindall sí sucumben al lujo internacional de firmas como Chanel, Prada, Louis Vuitton o Saint Laurent. Pero Kate Middleton demuestra su firma convencimiento de que el papel institucional que desempeña dentro de la Familia Real lleva unido su apoyo a la moda nacional.
Y lo suele cumplir a rajatabla. Aunque también hace algunas concesiones a etiquetas low cost como Zara y Massimo Dutti, ambas del grupo Inditex, o a las zapatillas veganas Veja. Y si hay un a pieza estilística que ha convertido en su aliada de trabajo perfecta es
la chaqueta tipo blazer. Tiene decenas de ellas, de todas las marcas, presupuestos y colores y las luce como herramienta de trabajo perfecta.
En los últimos meses, en los que las apariciones de la princesa han sido muy escasas, esta prenda no ha sido habitual en sus looks. Pero estamos convencidos de que cuando vuelva al trabajo, y ojalá sea más pronto que tarde, la princesa de Gales volverá a demostrar por qué es la mejor heredera de Lady Di y su estilo para la historia.
