El Range Rover eléctrico está completando su fase de desarrollo, sometiéndose a duras pruebas en lugares extremos, con temperaturas que oscilan entre los -40 y los 50 grados, para poner a prueba su sistema de propulsión y las baterías.
Cada vez queda menos para conocer el nuevo Range Rover eléctrico, un modelo que iniciará el camino de la era eléctrica en Land Rover. De momento, te mostramos algunas imágenes de los prototipos que muestran su desarrollo en lugares extremos.
Actualmente, los primeros prototipos del Range Rover eléctrico se están sometiendo a pruebas de temperaturas extremas, desde -40 grados en el círculo polar ártico, hasta 50 grados en los abrasadores desiertos de Oriente Medio.
Las primeras pruebas se han centrado en las prestaciones de la batería y el sistema de propulsión, cuyo montaje se ha llevado a cabo por primera vez de forma interna en JLR y que constituyen los componentes principales, como la transmisión, el motor eléctrico y el sistema electrónico, en temperaturas extremas de hasta -40 grados.
Las pruebas desarrolladas en los lagos helados de Suecia han destacado las capacidades del nuevo sistema eléctrico de Range Rover. Este sistema permitirá que el SUV británico mejore sus prestaciones en superficies de baja adherencia y garantizará que la capacidad todoterreno siga siendo notable en todo tipo de condiciones meteorológicas y superficies.
Thomas Mueller, director ejectuvo de producto de Land Rover, asegura que “no vamos a escatimar en esfuerzos, así que ya estamos trabajando sobre nuestro programa de pruebas físicas y desarrollo, diseñado para llevar al Range Rover eléctrico al extremo y garantizar que sigue ofreciendo unas prestaciones inigualables».
El Range Rover eléctrico incluirá un sistema de control de tracción completamente novedoso en la marca, con altos niveles de rendimiento en superficies heladas o de baja adherencia.
Nuevo sistema de control de tracción
En lugar de una configuración de control de tracción tradicional basada únicamente en la unidad ABS, el sistema distribuye la gestión del deslizamiento de las ruedas a cada unidad de control de tracción eléctrica, lo que reduce el tiempo de reacción del par en cada rueda de unos 100 milisegundos a apenas un milisegundo.
Este innovador software, desarrollado internamente en JLR, permite controlar con precisión la velocidad de la unidad de propulsión eléctrica para gestionar el deslizamiento de las ruedas, lo que reduce la necesidad de intervención del ABS.
La tracción se maximiza en todo tipo de superficies con una respuesta y un refinamiento excepcionales para mejorar de forma significativa la experiencia de conducción del Range Rover.
Este sistema funciona junto con los sistemas de control de estabilidad y el chasis para ofrecer una conducción aún más refinada.
