Dirigentes de todo el mundo expresaron este lunes su «dolor» por los «atroces» ataques cometidos por Hamas contra Israel hace un año y manifestaron su apego a la paz, sin olvidar la situación de los palestinos, por los cuales están previstas varias manifestaciones.
Desde Washington a Tokio, pasando por Londres, el Vaticano, Madrid o Ankara, numerosas declaraciones y manifestaciones de la comunidad judía, y también propalestinas, marcaron el primer aniversario de esa masacre, la más mortífera de la historia reciente de Israel.
El ataque tomó al país por sorpresa cuando celebraba una festividad religiosa, provocó la muerte de 1.206 personas y desencadenó una devastadora campaña militar de Israel en la Franja de Gaza que ha dejado casi 42.000 muertos. Además, a mediados de septiembre se abrió otro frente, en Líbano, contra el movimiento islamista Hezbolá, aliado de Irán.
El presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo país suministra armas a Israel, se declaró «totalmente comprometido con la seguridad» de Israel, aunque añadió que «demasiados» civiles palestinos han «sufrido durante este año».
El primer ministro británico, Keir Starmer (laborista), afirmó que su país «no flaqueará en la búsqueda de la paz» en Oriente Medio.
Los islamistas también capturaron ese día a 251 personas, de las cuales 97 siguen cautivas en la Franja de Gaza y 34 de ellas habrían muerto, según el ejército israelí.
El presidente israelí Isaac Herzog llamó al mundo a «apoyar a Israel en su lucha contra sus enemigos» y dijo que el 7 de octubre dejó «una cicatriz en la humanidad».
«Nunca volveremos a ser los mismos», subrayó el embajador de Israel ante la ONU en Ginebra, Daniel Meron, durante una ceremonia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país acoge a la mayor comunidad judía de Europa, estimó también en X que «el dolor sigue igual de vivo un año después, el del pueblo israelí, el nuestro, el de la humanidad herida». Esta noche la Torre Eiffel apagará sus luces en recuerdo a las víctimas.
Desde Madrid, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, condenó el «atentado cruel y despiadado» de Hamás y dijo que «aquellos ataques desencadenaron una espiral de violencia que ha provocado la muerte de miles de civiles inocentes en Gaza, Cisjordania y ahora Líbano.
«La situación es insoportable. La guerra debe terminar ya. España continuará trabajando incansablemente por la paz», afirmó.
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En la capital española, un acto de apoyo a las víctimas del ataque de Hamás reunió a un centenar de personas, entre ellos Nissim Louk, el padre de la fallecida Shani Louk, una alemana-israelí que fue tomada rehén el día del ataque y cuya foto yaciendo en la parte trasera de una camioneta, medio desnuda, dio la vuelta al mundo.
La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, estimó que «el terror del 7 de octubre marcó una ruptura cruel para el pueblo de Israel, así como para la población de Medio Oriente y de nuestro país».
En una carta abierta para los católicos de Oriente Medio, el papa Francisco criticó la «vergonzosa incapacidad» de la comunidad internacional para poner fin al conflicto.
«Hace un año, se encendió la mecha del odio, no fue apagada sino que explotó en una espiral de violencia, en la vergonzosa incapacidad de la comunidad internacional y de los países más poderosos para hacer callar las armas y poner fin a la tragedia de la guerra», afirmó.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, advirtió que todo Oriente Medio está «al borde de una conflagración total»
Japón «condenó inequívocamente» el ataque de Hamás y añadió está «gravemente preocupado por la crítica situación humanitaria que continúa en la Franja de Gaza».
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su preocupación por el «antisemitismo latente y rampante» durante una ceremonia en la Gran Sinagoga de Roma.
En una dura declaración contra Israel, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó el lunes que el país hebreo «tarde o temprano pagará el precio» del «genocidio» que está cometiendo contra el pueblo palestino.
«Durante exactamente 365 días, 50.000 de nuestros hermanos y hermanas, la mayoría de los cuales eran niños y mujeres, han sido brutalmente asesinados», declaró.
En varios países de Asia, entre ellos India y Pakistán, los manifestantes enarbolaron banderas palestinas y pancartas para denunciar el martirio de Gaza.
«La sangre de palestinos inocentes se derrama día tras día, los niños son martirizados y las madres pierden a sus hijos, ciudades enteras son demolidas», denunció en Islamabad el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif. «La conciencia del mundo debe despertar», agregó.
Por su parte, un funcionario y ex líder de Hamas, Khaled Mechaal, dijo en el canal Al Arabiyaun, que al ataque devolvió a Israel a la «casilla de salida y amenazó su existencia».
Hezbolá, al que Israel combate en Líbano, afirmó el lunes que seguirá luchando contra la «agresión» de Israel, a la que calificó de entidad «cancerosa» que, en última instancia, debe ser «eliminada».
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