Como líder del equipo de integración de sistemas del Programa de Desarrollo de Órbita Terrestre Baja Comercial (CLDP) de la NASA, Héctor Chávez ayuda a construir un futuro en el que la NASA y la industria privada trabajen juntos para ampliar los límites de la exploración espacial.
Con el aumento de proveedores comerciales en el sector espacial, el equipo de Chávez trabaja para garantizar que estas empresas puedan desarrollar sistemas de extremo a extremo para respaldar las operaciones de órbita baja de la NASA, desde el transporte de tripulación y carga hasta la operación de centros de misión. El papel de su equipo es evaluar cómo los proveedores comerciales están utilizando sus procesos de ingeniería de sistemas para lograr las metas y objetivos del programa.
Con experiencia en la Administración Nacional de Seguridad Nuclear y la NASA, Chávez aporta conocimientos y perspectivas para trabajar con equipos interdisciplinarios para crear sistemas complejos y confiables. Ha colaborado con organizaciones, contratos y el gobierno para garantizar que las mejoras de diseño y operativas se llevaran a cabo de manera segura y confiable.
“La integración de sistemas reúne diferentes sistemas para brindar capacidades que no se pueden lograr solos”, afirmó Chávez.
Su función anterior en la oficina de Garantía de Seguridad y Misiones de la NASA profundizó su experiencia en la mitigación de riesgos técnicos en los vuelos espaciales humanos mediante la integración de consideraciones de ingeniería, salud y seguridad en el desarrollo de vehículos de exploración espacial.
Ahora, con CLDP, Chávez ayuda a estas empresas a navegar por los procesos de diseño de la NASA sin sofocar la innovación. “Nuestro desafío es comunicar lo que hemos identificado durante las revisiones técnicas sin prohibir a los socios comerciales desarrollar soluciones innovadoras”, afirmó.
Un éxito reciente fue el desarrollo por parte del equipo de dos estándares técnicos para sistemas de acoplamiento e interfaces de carga útil que ayudarán a garantizar la compatibilidad de estos sistemas con las tecnologías existentes. Este trabajo es esencial para permitir que los sistemas comerciales de órbita baja terrestre se integren sin problemas con los diseños tradicionales de la NASA, un paso clave para hacer realidad la visión de la agencia de realizar operaciones comerciales sostenidas en el espacio.
Cuando se le pregunta sobre las mayores oportunidades y desafíos en su función, Chavez enfatiza la importancia de la colaboración temprana. Al interactuar con socios comerciales en las primeras etapas del ciclo de vida del desarrollo del sistema, la NASA puede proporcionar retroalimentación que dé forma al futuro de la arquitectura comercial de órbita baja terrestre.
“Identificamos problemas técnicos y lecciones aprendidas sin dictar soluciones de diseño, lo que permite la innovación y al mismo tiempo garantiza la seguridad y la confiabilidad”, explicó Chávez.
El enfoque de Chávez hacia el liderazgo y el trabajo en equipo se basa en sus valores de perseverancia, integridad y aliento. Estos principios han ayudado a guiar el desarrollo de las declaraciones de misión y visión de CLDP, creando un entorno que promueve la colaboración y la creatividad.
Le apasiona construir una cultura de equipo donde las personas se sientan capacitadas para tomar riesgos responsables y explorar soluciones.
Mientras la NASA se prepara para las misiones Artemis y la próxima generación de exploradores espaciales, Chávez ofrece un consejo a la Generación Artemis: “Nunca lo hagan solos. Construyan una comunidad y encuentren puntos en común para compartir una visión”.