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sábado, septiembre 28, 2024

Así deberíamos actuar en la vida, según el filósofo William James

La forma de actuar de los seres humanos ha sido objeto de reflexión entre los filósofos durante siglos. El estadounidense William James (1842-1910), una de las figuras más influyentes de la psicología moderna, planteó una perspectiva interesante sobre esta cuestión.

Considerado uno de los padres del pragmatismo, James desarrolló una filosofía que enfatiza la utilidad práctica de las ideas y las creencias, lo que supone una desviación notable de las corrientes de pensamiento que se habían dado hasta entonces. Su teoría se centra en la idea de que las creencias y las acciones deben ser evaluadas en función de sus consecuencias prácticas y su utilidad para la vida cotidiana.

¿Cómo deberíamos actuar en la vida, según el filósofo estadounidense William James?Wikimedia Commons

El pragmatismo de William James

James es conocido por su enfoque pragmático, que sostiene que el valor de una idea se mide por su utilidad práctica y su capacidad para resolver problemas concretos. Para este filósofo y psicólogo, las teorías y creencias no deben ser juzgadas solo por su coherencia interna o su correspondencia con una realidad abstracta, sino por sus efectos prácticos y su impacto en la vida humana.

Para James, la verdad de una idea depende de su utilidad. Esto significa que una idea es verdadera si es apta para los fines que se esperan de ella. Si una idea no contradice los hechos conocidos, como las leyes científicas, y ofrece un medio para predecir con precisión suficiente para nuestros objetivos, James sostiene que no hay razón para no considerarla verdadera.

¿Cómo deberíamos actuar en la vida, según el filósofo estadounidense William James?Wikimedia Commons

Esta visión se alinea prácticamente con el pensamiento de Charles Sanders Peirce, otro pragmatista, quien veía el conocimiento como una herramienta útil, independiente de los hechos absolutos. En su ensayo ‘El pragmatismo’, James hablaba en estos términos: «La verdad es aquello que resulta ser bueno en la manera de creer».

Así pues, según este pensador, una creencia es verdadera si funciona satisfactoriamente en la experiencia y ayuda a los individuos a navegar la realidad de manera efectiva. No se trata solo de correspondencia con los hechos, sino de cómo las creencias ayudan a las personas a vivir mejor.

La voluntad de creer

En este sentido, en su obra ‘La voluntad de creer’, James argumenta que en situaciones donde la evidencia es insuficiente para tomar una decisión racional, es legítimo que las personas elijan creer en aquello que tiene un mayor potencial de impacto positivo en sus vidas. Esto es especialmente relevante en cuestiones de fe religiosa, moral y decisiones personales cruciales.

Según James: «Nuestro pasional deseo de no ser engañados es, a fin de cuentas, lo que provoca que seamos engañados». James sostiene que la decisión de creer o no creer en ciertas situaciones no puede estar completamente dictada por la razón y la evidencia, sino que también involucra la voluntad y el deseo personal.

¿Cómo deberíamos actuar en la vida, según el filósofo estadounidense William James?Wikimedia Commons

Sin embargo, James sostiene que la creencia en una idea es un factor importante al decidir actuar en función de ella. Y es que, si la creencia impulsa la acción y, si la acción es exitosa, esto contribuirá a la verificación de la idea.

Por ejemplo, si enfrento una decisión difícil y creo en una determinada idea, esta creencia me guiará hacia una acción específica, aumentando la probabilidad de éxito. Esta es la base del concepto de James de las «creencias auténticas», que define como aquellas que resultan útiles para quien las sostiene.

Ahora bien, James distingue prudentemente entre las creencias y los hechos. Según él, «los hechos no son ciertos. Simplemente son. La verdad es la función de las creencias que comienzan y terminan entre ellos». Los hechos existen independientemente de nuestras creencias sobre ellos. La verdad, por otro lado, es una función de nuestras creencias y de cómo estas interactúan con los hechos. Una creencia se torna verdadera cuando su aplicación práctica demuestra su utilidad en relación con los hechos.

La ética del pragmatismo

Así, en términos éticos, el pragmatismo de James sugiere que nuestras acciones deben ser guiadas por sus consecuencias prácticas y por el bienestar que generan. Esta perspectiva es similar a la ética utilitarista en su énfasis en las consecuencias, pero difiere en su flexibilidad y su rechazo a principios morales rígidos y universales.

¿Cómo deberíamos actuar en la vida, según el filósofo estadounidense William James?Wikimedia Commons

Para James, la moralidad es un conjunto de hipótesis prácticas que deben ser continuamente revisadas y adaptadas según su efectividad en promover el bienestar y resolver problemas concretos en contextos específicos, lo cual lleva a una ética que es dinámica y contextual.

En palabras de James: «La verdad de una idea no es una propiedad inherente y estancada. La verdad es algo que les ocurre a las ideas, que se tornan ciertas, a las que los acontecimientos hacen ciertas. Su verdad es en realidad un acontecimiento, un proceso».

El individuo y la acción: ¿Cómo debemos actuar?

Así las cosas, James también hace hincapié en el papel del individuo en la toma de decisiones y la acción moral. Cree en la importancia de la autonomía personal y la responsabilidad individual en la configuración de una vida con enjundia. Por tanto, cada persona debe evaluar sus creencias y acciones según su utilidad práctica y su contribución a una vida plena y satisfactoria.

Además, la experiencia es central en la filosofía de James. Cree que las acciones deben ser informadas por la experiencia directa y que esta experiencia es la base sobre la cual se deben evaluar las creencias y las decisiones. La acción debe ser vista como una forma de experimentar y probar la validez de nuestras ideas y creencias en la práctica.

¿Cómo deberíamos actuar en la vida?Pixabay

En definitiva, James enfatiza que debemos actuar con la convicción de que nuestras acciones tienen un impacto real en el mundo. Una idea que se refleja en su famosa cita: «Actúa como si lo que haces hiciera una diferencia. Porque lo hace».

Por tanto, sugiere que cada acción, por pequeña que parezca, puede contribuir al cambio y tener consecuencias positivas. Y así, la creencia en la importancia de nuestras acciones nos motivará a tomar decisiones responsables y comprometidas para el bien común.

Referencias: 

  • James, W. ‘Pragmatismo’. Alianza Editorial (2016)
  • James, W. ‘La voluntad de creer’. Marbot Ediciones (2009)
  • VV.AA. ‘El libro de… la Filosofía’. Ediciones Akal (2023)

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