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miércoles, octubre 2, 2024

Francesca Franco, la empresaria que cuela a las españolas en el Baile de la Rosa: millonaria, íntima de Charlène y casada con un jinete

Francesca Franco, junto a su marido Íñigo López de la Osa. /@virtuswinery

Francesca Franco, junto a su marido Íñigo López de la Osa. /
@virtuswinery

Este pasado sábado,
Mónaco celebró su tradicional Baile de la Rosa. Y entre las invitadas estuvo la española Ágatha Ruiz de la Prada que acudió invitada por una amiga:
la italiana Francesa Franco, residente en Mónaco y uno de los nombres más influyentes del pequeño Principado.

La millonaria empresaria, que se dedica a los negocios inmobiliarios en la Costa Azul, forma parte del círculo más íntimo del
príncipe Alberto y su esposa Charlene, y está casada con
Íñigo López de la Osa, un jinete español perteneciente a una rica y prestigiosa familia de médicos y bodegeros.

El matrimonio, que tiene dos hijos –Íñigo, también jinete, y Victoria, con su propia firma de moda– es habitual a las fiestas más glamourosas del Principado y son también los anfitriones perfectos en sus propias celebraciones a las que invitan a apellidos tan ilustres de la alta sociedad española como los Barreiro, Corsini o Cotoner, además de la propia
Ágatha Ruiz de la Prada.

Francesca Franco y sus millonarios negocios: una inmobiliaria en Mónaco y una bodega en España

Francesa Franco es dueña, junto a su marido, de López de la Osa&Franco Real State, una influyente inmobiliaria con sede en Mónaco y que en su página web anuncia así las ventajas de
invertir en el pequeño Principado: «Elegir instalarse en Mónaco es elegir una calidad de vida excepcional en un país seguro de reputación internacional y con clima mediterráneo durante todo el año.

El principado de Mónaco, país de arte, de cultura, de diversidad, reúne en sus 2 km² una población cosmopolita que representa más de 120 nacionalidades». Y destaca también su fácil acceso, ya que «el principado de Mónaco se sitúa cerca del aeropuerto de Niza con más de 100 vuelos directos. La desarrollada red de autopistas europea la une a Francia, Italia, Suiza, España, Bénélux, Alemania, Austria e Inglaterra».

Un negocio exitoso al que sumar el enorme éxito con los caballos y los vinos, estos dos últimos dedicaciones heredadas de la familia de él. Hay que destacar que Íñigo López de la Osa forma parte de una importante familia en el mundo de la ginecología. Su padre y su abuelo,
León López de la Osa y Eduardo López de la Osa respectivamente se dedicaron a este campo de la medicina, e Íñigo también estudió en la Universidad Complutense de Madrid y con Premio Extraordinario de Fin de Carrera. Después llegó incluso a especializarse en Obstetricia y Ginecología en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).

Íñigo López de la Osa, en sus bodegas.

Íñigo López de la Osa, en sus bodegas. /

@virtuswinery

Pero pudo más su pasión por los caballos –monta desde los siete años–, y animado por su amor por Francesca Franco, con quien se instaló en Mónaco, donde ella ya tenía un millonario negocio inmobiliario, se decidió a a dedicarse a la hípica y dejar de lado la que habría sido, segura, una exitosa carrera como ginecólogo. Y no le ha ido nada mal. A sus notables logros como jinete –le «robó» el entrenador, Felipe Zulueta, a la
infanta Elena–, hay que sumarle
otra pasión-negocio que comparte con su esposa: los vinos.

Francesca Franco y su marido: cuando los vinos (españoles) son amor y negocio

Íñigo López de la Osa y Francesca Franco llevan desde 2013 las riendas de Virtus, las bodegas fundadas en los años 80 por la madre de él, Paloma Escribano. Fue una de las primeras
mujeres emprendedoras en el sector del vino en Ribera de Duero, y su gran prestigio se debe a su talento para lograr vinos de gran calidad, y ser una visionaria en temas como la innovación y la sostenibilidad.

Según se puede leer en el perfil de Instagram de las bodegas, la historia de Virtus comenzó «cuando Paloma Escribano hizo realidad su sueño de fundar una
bodega en la D.O. Ribera del Duero en el año 1986. Fue una de las primeras mujeres en tener la cartilla de viticultora en zona y pionera en liderar una bodega boutique. En 2012, su hijo, Iñigo López de la Osa Escribano, junto a su mujer Francesca Franco tomaron las riendas del proyecto y lo relanzaron para engrandecer el legado familiar».

El matrimonio López de la Osa-Franco tiene dos hijos: Íñigo, el primogénito, que ha heredado la pasión por los caballos y compite en circuitos profesionales con gran éxito. Y Victoria, la pequeña, que es una amante de la moda y cofundadora, junto a sus amigos
Sofia Gilardi y Matteo Assche, de la firma de camisetas de algodón orgánico Kaiross, «born in Monaco», como explican en su página web.

Íñigo López de la Osa Franco, hijo de Francesca Franco.

Íñigo López de la Osa Franco, hijo de Francesca Franco. /

@virtuswinery

Aunque tanto Victoria como su hermano Íñigo mantienen un perfil bajo, fueron presentados «en sociedad» el pasado mes de febrero el en elitista evento parisino Rallye des Dômes, donde se dieron cita los más jóvenes de la alta sociedad europea.

La empresaria italiana Francesca Franco López de la Osa, como aparece en las noticias de los elitistas eventos a los que acude en Mónaco, es un nombre fuerte y prestigioso en el Principado. Y su íntima amistad con el príncipe Alberto y su esposa Charlène hacen posible que tenga el «poder» de invitar a quien quiera al
célebre y exclusivo Baile de la Rosa, como ha hecho ahora con la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada e hizo en 2010 con
Borja y Blanca Thyssen, a quien les une una íntima relación. Y es que Franco es es la madrina de bautismo de Sascha, el mayor de los cinco hijos del matrimonio.

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