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jueves, octubre 3, 2024

La trágica vida de Fernando Gómez-Acebo, marcada por la pérdida de su padre y el carisma de su madre, la querida y recordada infanta PIlar

La infanta Pilar y su hijo, Fernando Gómez-Acebo. /GTRES

La infanta Pilar y su hijo, Fernando Gómez-Acebo. /
GTRES

Fernando Gómez-Acebo
no tuvo una vida fácil, pese a lo privilegiada que podría parecer por la cuna en la que nació. De hecho, ya su infancia estuvo marcada por la enfermedad y prematura muerte de su padre, Luis Gómez-Acebo. El aristócrata fallecía a los 56 años el 9 de marzo de 1991 a consecuencia de un cáncer linfático. Llevaba 31 años casado con
la infanta Pilar, que había renunciado a sus derechos sucesorios para apostar por una vida con él. La hermana de Juan Carlos I hizo prevalecer el amor sobre lo que esperaban de ella. Y
le salió bien.

Fue la historia de amor de sus padres propia de una novela del siglo XIX. Los condes de Barcelona se oponían a este enlace. Querían que doña Pilar, una mujer carismática y valiente,
se casara con Balduino de Bélgica, quien finalmente contrajo matrimono con
Fabiola de Mora y Aragón. Lucharon por ese amor y lograron formar una familia feliz en cuyo seno creció Fernando Gómez-Acebo, con el gran cariño de sus hermanos, que tampoco lo tuvieron fácil por las mismas circunstancias, la enfermedad y desaparición de su padre en un momento crucial de sus vidas.

Fernando Gómez-Acebo tuvo una vida complicada, a la que lastraron
sus problemas respiratorios crónicos. Sin duda, fue difícil ver a su padre convivir con la enfermedad. Se la descubrieron en 1984 en un chequeo que le realizaron en Nueva York y los severos tratamientos no lograron impedir su avance. Acabó con su vida siete años más tarde. También le marcó la enorme tristeza de su madre, que perdía al hombre con el que lo compartió todo y que tanto le había hecho reír. Luis Gomez-Acebo tenía un gran sentido del humor.

No en vano, el
duque consorte de Badajoz y vizconde de la Torre declaraba al diario ABC con socarronería que tenía tres pelucas distintas, una seria para salir, una festiva para alegrar su espíritu y una tercera para estar en casa. En el momento de su fallecimiento, su hija mayor,
Simoneta Gómez-Acebo, tenía 23 años, y el menor, Fernando, que acaba de morir prematuramente, solo 17. La infanta PIlar se tuvo que emplear a fondo para que esa dolorosa pérdida fuera lo más llevadera posible.

Los Gómez-Acebo, cinco hermanos muy unidos

Fernando Gómez-Acebo creció con la suerte de contar con
una familia grande en toda la extensión de la expresión. No solo
eran cinco hermanos, también gozó del cariño y el apoyo de sus primos, entre los que caben especial mención por su posición pública, el actual rey Felipe VI, y las infantas Cristina y Elena. También de
su tío, el rey Juan Carlos, con el que mantuvo siempre una relación muy estrecha. De hecho, fue él, muy ilusionado, quien anunció que su sobrino se iba a casar..

El primo de Felipe VI protagonizó en el pasado algunos episodios controvertidos. Nada que ver con su actitud de los últimos años. Estaba apartado del mundanal ruido y evitó los focos mediáticos. Asimismo,
Fernando Gómez-Acebo estuvo muy pendiente de su madre, la infanta Pilar, que mostró también un enorme pundonor hasta el fin de los días y un sentido del humor parecido al de su marido ante la enfermedad. Murió el 8 de enero de 2020. Sus hermanos, el rey Juan Carlos y la infanta Margarita, se quedaron muy afectados, ya que había una enorme unión entre ellos.

Fernando Gómez-Acebo y Mónica Martín-Luque.

Fernando Gómez-Acebo y Mónica Martín-Luque. /

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Como decimos, Fernando Gómez-Acebo no tuvo suerte en el amor, pero celebró, especialmente, su primera boda, con Mónica Martín Luque. Fue también una escenificación del
gran momento familiar que vivían los Borbón, pues los reyes eméritos ya habían casado a sus tres hijos y nada hacía presagiar que los matrimonios de sus hijas, las infantas Elena y Cristina,
iban a acabar mal. Los príncipes de Asturias, ahora reyes de España, habían contraído matrimonio también ese año y eran la savia nueva para una familia que en las últimas décadas ha vivido episodios delicados. Además, Felipe y Letizia habían estado presentes en la pedida de Mónica Martín Luque y Fernando Gómez-Acebo y estaban también en un momento personal fabuloso.

A Fernando no le acompañó la salud. Su dolencia respiratoria crónica se vio agravada por el coronavirus en su momento y más recientemente por la gripe A. En todo momento contó con el apoyo de su primo, el rey Felipe VI, que le visitó en el hospital poco antes del fatal desenlace. Aunque
su matrimonio con Mónica Martín Luque había fracasado, ésta siempre evidenció seguir guardando un gran cariño para su exmarido. Incluso se echó a las espaldas el motivo del fracaso matrimonial. Según sus declaraciones a ¡Hola!, fue crucial para el deterioro de la pareja su gran entrega al trabajo, que había dificultado su vida de casada.

Su segundo matrimonio con
la periodista griega Nadia Halamandari también había acabado en buenos términos. Especialmente por su hijo en común, Nicolás, de ocho años. Prueba de ello, es que estuvo presente en el funeral de la que había sido su suegra, la infanta Pilar, para apoyar a su exmarido, con el que apenas convivió. Fernando estaba especialmente apegado a su famlia y a sus amigos en Madrid y no contempló trasladarse al país de origen de su tía, la reina Sofía. Tampoco Nadia, hija de un poderoso constructor. Posteriormente a Fernando Gómez-Acebo se le había fotografiado con otra mujer en actitud cariñosa, pero no trascendieron más detalles de esa relación.

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