Dormir en camas separadas puede mejorar la calidad del sueño. /
Foto de Allan Dias en Unsplash.
Que
una pareja dure hasta el fin de sus días
depende de muchos factores, no sólo del amor inmortal. De hecho, tiene mucho más que ver con
la comunicación y la adaptación. Pero hay situaciones a las que es difícil adaptarse. Si tu pareja ronca como un oso, te quita la manta o se mueve mientras duerme, tu calidad del sueño disminuye mucho y eso puede suponer un problema para tu salud.
Por eso cada vez triunfa más una nueva práctica en pareja de nominada
sleep divorce, término acuñado en el libro homónimo de Jennifer Adams y Neil Stanley. Se trata, ni más ni menos, que de
dormir en camas separadas, priorizando así el descanso frente a la tradición de compartir cama.
De este modo, es más fácil reducir problemas del sueño como
el insomnio
provocado por los movimientos, los ronquidos o, en general, los hábitos de sueño del otro miembro de la pareja. Esto, a la larga, no solo se traduce en una mejor salud individual, sino que también puede contribuir a crear
una relación más sana y feliz.
Según datos recientes, esta tendencia
ha ganado adeptos en los últimos años, sobre todo entre los millenials. Una encuesta de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño de 2023 reveló que un 43% de las personas entre 28 y 42 años duerme separado de su pareja para conseguir dormir en condiciones.
Un punto para el descanso, cero para la intimidad
Pero esta práctica no está exenta de críticas, ya que son muchos los que piensan que al dormir separados,
la relación de pareja se verá afectada. Bien es cierto que este divorcio sólo sería para dormir y que en el resto de ámbitos, la pareja seguiría actuando como tal, pero perder esta costumbre hace que la intimidad de la pareja se reduzca.
El sleep divorce puede ser muy práctico si tu pareja no te deja dormir. /
Foto de JD Mason en Unsplash.
Pero en cuanto a los beneficios en la calidad, del sueño, los datos son claros. El 52,9% de personas que tomaron la decisión de dormir separados de su pareja, aseguran
una mejora en la calidad del sueño. Aunque bien es cierto que el 25,7% volvió a compartir colchón porque se echaban demasiado de menos.
Sea como sea, lo cierto es que esta práctica
tiene sus ventajas, ya vamos a analizarlas:
1. Mejora la calidad del sueño: no sólo duermes sin interrupciones causadas por ronquidos o movimientos nocturnos, sino que también consigues un descanso más profundo. Un mejor descanso disminuye el estrés y contribuye a una mejor calidad de vida.
2. Mejora de la salud física y salud mental: cada vez somos más conscientes de la importancia de tener un buen descanso. Y es que dormir bien tiene consecuencias a nivel físico, ya que el sistema inmunológico se fortalece, y a nivel mental se reduce el riesgo de sufrir enfermedades mentales.
3. Mejora de la relación de pareja: sí, dejar de dormir en pareja puede hacer que diminuya la intimidad, pero tener un espacio propio para dormir no necesariamente indica problemas en la relación. Al estar más descansados, ambos pueden sentirse más capacitados de interactuar positivamente durante el día.
Sí, el sleep divorce tiene sus pros y sus contras, pero para aquellas personas que no consigan dormir con su pareja al lado,
quizá sea la única opción. Al fin y al cabo, cuando duermes tampoco tienes demasiada interacción con nadie. Quizá puede llegarse a un acuerdo por el cual se comparte un momento de intimidad y al irse a dormir, cada uno se va por su lado. En el término medio, está la solución.