Un motor de cohete de detonación rotatoria (RDRE) en el motor estatorreactor VDR2 de Venus Aerospace podría ser la respuesta.
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Fundada con el objetivo de desarrollar aviones hipersónicos capaces de transportar pasajeros por todo el mundo en un tiempo récord, la compañía Venus aerospace está ampliando los límites de lo posible en la aviación. La meta es desarrollar vehículos capaces de viajar a velocidades superiores a Mach 5, o cinco veces la velocidad del sonido comprometiéndose a incorporar prácticas y tecnologías sustentables en sus diseños, reduciendo el impacto ambiental de los viajes de alta velocidad y sin tener que restar un ápice de seguridad o comodidad de cara a los pasajeros.
Nuevo motor
Ahora, la compañía acaba de presentar su innovador motor, el motor de empuje de 2000 lb de Venus Detonation Ramjet (VDR2) en un emocionante desarrollo para la aviación de alta velocidad. Este sistema no es solo válido para aviones, sino también drones y otro tipo de aeronaves que podrán viajar a alta velocidad con una eficiencia increíble.
El VDR2 integra el potente empuje y la eficiencia del motor de cohete de detonación rotatoria (RDRE) con la elevada eficiencia de crucero de un estatorreactor. Este motor único proporciona propulsión desde el despegue hasta velocidades de Mach 6, con un diseño de flujo de aire que minimiza la resistencia y elimina la necesidad de componentes mecánicos complejos. Es algo así como un motor a reacción aunque se trata esencialmente de un estatorreactor, donde el aire entrante se comprime por la velocidad del motor que se mueve hacia adelante en lugar de por las palas de la turbina que giran como en un motor a reacción convencional.
El motor puede mantener un empuje continuo a velocidades extremas, algo que lo diferencia de los sistemas hipersónicos existentes que se basan en cuerpos de planeo que se lanzan a grandes altitudes, lo que resulta realmente poco práctico de cara a los aviones comerciales que necesitan, sin ningún lugar a dudas, mantener un vuelo propulsado durante todo el viaje y no un tramo concreto. Este motor salva esa distancia.
“Este motor hace que la economía hipersónica sea una realidad”, dijo el Dr. Andrew Duggleby, cofundador de Venus Aerospace, durante la presentación en Up.Summit recientemente. “Estamos entusiasmados de asociarnos con Velontra para lograr esta revolución en el vuelo de alta velocidad, dada su experiencia en combustión de aire a alta velocidad”.
“Estamos ansiosos por comenzar a trabajar, hacer volar el primero y, en última instancia, perfeccionar un concepto de motor que ha existido principalmente en los libros de texto, pero nunca como una unidad de producción en el aire. No podríamos pensar en un socio mejor que Venus”, apuntó igualmente el director de operaciones de Velontra, Eric Briggs.
¿Cómo funciona?
Esta tecnología incrementa tanto el empuje como la eficiencia mediante un proceso de detonación constante. Durante este proceso, el combustible y el oxidante se introducen en un espacio reducido entre dos cilindros y se encienden lo que genera una onda de choque supersónica que gira dentro del espacio. Este método genera significativamente más energía que los métodos de combustión tradicionales.
El resultado es un motor de baja resistencia aerodinámica que se está desarrollando en colaboración con Velontra y que se basa en un proyecto anterior de Venus Aerospace. Con todas sus características, el nuevo motor es capaz de alcanzar altitudes de 52.000 metros en un empuje continuo a velocidades de hasta Mach 6 (que hace referencia a seis veces la velocidad del sonido en el aire, siendo aproximadamente 7,410 kilómetros por hora bajo condiciones estándar; generalmente se considera que Mach 1 es aproximadamente 1.235 kilómetros por hora a nivel del mar y a una temperatura de 20 grados Celsius). El motor es un 15% más eficiente que los motores convencionales, si Venus Aerospace cumple con sus objetivos de diseño actuales.
¿Cuándo hará un vuelo de prueba?
El vuelo de prueba inaugural del VDR2 está programado para el próximo año: 2025 y, si todo sale según lo planeado, este desarrollo tendrá un gran impacto increíble en los futuros aviones hipersónicos; podría revolucionar toda la escena de los viajes aéreos.
Un estatorreactor es ideal para vuelos hipersónicos porque puede soportar temperaturas mucho más elevadas que un motor tradicional. Esto se debe a su diseño simple y la ausencia de partes móviles. Esta característica es crucial porque, a velocidades hipersónicas, el aire que entra en el motor puede calentar el interior hasta unos impresionantes 2130 °C que, como es fácil imaginar, acabaría derritiendo rápidamente las palas de una turbina o piezas similares en un motor convencional.
Venus Aerospace, fundada en 2020 por Andrew y Sassie Duggleby, es una startup respaldada por capital de riesgo que ha recaudado 70 millones de dólares para desarrollar este tipo de tecnología que revolucionará el mundo de la aviación. Por el momento, han logrado volar con éxito su dron supersónico (algo que ocurrió en febrero de 2024). Habrá que ver los resultados de las pruebas del año que viene.
Referencias:
Venus Aerospace The Future of Hypersonic Flight Website 2024