En este artículo voy a relacionar los suplementos deportivos con la famosa picadura de abeja que sufrió el tenista Carlos Alcaraz en el torneo de Indian Wells y que obligó a interrumpir el partido durante más de una hora.
En tiendas especializadas podemos comprar infinidad de suplementos deportivos que prometen aumentar el rendimiento, retrasar la aparición de la fatiga, aumentar el volumen muscular, etc. Sin embargo, la mayoría de sus ingredientes estrella (L-carnitina, beta-alanina, ribosa, etc.) no han demostrado su eficacia ante la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Entonces… ¿cómo pueden publicitar estos carísimos suplementos que su ingesta mejora algunos aspectos relacionados con el rendimiento deportivo? Por la presencia en su composición de unas cantidades ridículas de vitaminas y minerales que sí han obtenido las bendiciones de la EFSA.
Uno de estos minerales es el potasio. Según la obsoleta legislación vigente, por la presencia en su composición del 15 % de la cantidad diaria recomendada (CDR) de potasio, un complemento puede publicitar, entre otras cosas, que contribuye al funcionamiento normal de los músculos… por eso se añade este mineral a la composición de los suplementos deportivos acompañando a inútiles y caros ingredientes.
Pero este potasio, ¿se halla en los alimentos tradicionales?
Por supuesto y en altas concentraciones. Lo encontramos en judías, garbanzos, brócoli, berenjena, plátano, melocotón, ciruela y algunos frutos secos… como es el caso de las almendras.Comparemos la cantidad de potasio que hay en las almendras con la que encontramos en algunos suplementos deportivos. Como la CDR de potasio es de 2000 mg, un suplemento que desee publicitar que «contribuye al funcionamiento normal de los músculos » solo debe incluir en su composición 300 mg de potasio (el 15 % de la CDR). Pues bien, como 100 gramos de almendras aportan aproximadamente 860 miligramos de potasio, con solo unas pocas almendras (cuyo precio es irrisorio al lado de los caros complementos deportivos) se alcanzan esos 300 mg necesarios para que un producto publicite que “contribuye al funcionamiento normal de los músculos ». De risa.
Pero este potasio, ¿se halla en los alimentos tradicionales? Por supuesto y en altas concentraciones.
¿Y qué tienen que ver las almendras con Indian Wells, la ciudad estadounidense donde ocurrió el famoso incidente de Alcaraz con las abejas? Mucho.
Indian Wells se encuentra en el estado de California, el productor de almendras más grande del mundo. Allí, más de seis mil productores cultivan cerca de 300 000 hectáreas de huertos de almendros. Pues bien, la existencia de tantos almendros alrededor de las pistas de Indian Wells obliga a los productores de almendras a importar abejas de otros estados americanos que aseguren la polinización de las flores de almendros.
Ya sabemos la razón de que haya tantas abejas en esta época cerca de las pistas de Indian Wells, pero… ¿qué hacían esas abejas en la pista? Conforme se acerca la primavera, el número de abejas que hay en las colmenas aumenta espectacularmente, pudiendo llegar a convivir 60 000 abejas.
Sin embargo, llega un momento donde la densidad de población en la colmena es tan grande que comienza a faltar espacio y las abejas deben buscar un nuevo lugar para vivir. ¿Quiénes son las encargadas de encontrar esas nuevas «viviendas»? Un grupo de abejas llamadas exploradoras que viajan formando un enjambre y que inspeccionan posibles lugares que cumplan las condiciones óptimas de humedad, oscuridad, temperatura, etc. que necesitan las colmenas.
Cuando las abejas exploradoras han encontrado un lugar idóneo, regresan e informan de la noticia al resto. ¿Cómo lo hacen? A través de la famosa «danza de las abejas». Sin embargo, si los sitios que han visto no les han convencido, las abejas exploradoras realizan otro tipo de danza menos vigorosa para informar del fracaso de la excursión. Una vez elegido el lugar idóneo para formar la nueva colmena, las abejas «excedentes» se desplazan a lo que va a ser su nueva morada.
Como ya imaginarán, la «Spider Cam» donde se posaron las abejas californianas en Indian Wells, fue el lugar elegido por las abejas exploradoras para formar su nueva colmena, pero, cuando la cámara empezó a moverse, se pusieron muy nerviosas desperdigándose algunas de ellas por toda la pista. ¿Por qué picaron a Alcaraz? Porque en vez de quedarse quieto como hizo su rival o moverse tranquilamente como hizo el apicultor que solucionó el problema, el tenista murciano se puso nervioso gesticulando enérgicamente. En ese momento las abejas lo vieron como una amenaza y le picaron… y todo por culpa de las almendras californianas ricas en potasio, el componente secreto de muchos suplementos alimenticios.