Mónaco, tan amado como odiado; tan emocionante en clasificación como aburrido en carrera. ¿Debatirías su lugar en el calendario?
El Gran Premio de Mónaco de 2024 coronó este domingo a Charles Leclerc en una carrera donde el piloto monegasco logró el sueño que ha perseguido desde que llegó a la Fórmula 1. Ganó en la prueba más aburrida, de largo, en lo que va de curso… y eso que, la anterior, Imola, solo ofreció emoción en la batalla final entre Verstappen y Norris.
Cuando llega el momento de la disputa del GP de Mónaco, los aficionados ya sabemos a lo que atenernos. La mayor parte del resultado del domingo se decide durante la sesión de clasificación del sábado… en la que cada piloto debe hacer valer su talento para marcar la diferencia.
Pero, quien sale por detrás, sabe que tendrá muy difícil remontar para llegar a los primeros puestos. De hecho, los adelantamientos en cada Gran Premio se cuentan con los dedos de una mano. Los tiempos para las remontadas en Montecarlo ya llegaron a su fin hace tiempo, con el crecimiento de los monoplazas, actualmente más grandes que nunca.
Para hacernos una idea, a principios de los 2000, los coches contaban con alrededor de 4,5 metros de longitud y 1,8 metros de ancho, lo cual ya hacía difíciles la batalla rueda a rueda. Ahora, los Fórmula 1 son incluso más largos y anchos, alcanzando unos 5,5 metros de largo y dos metros de ancho, con un aumento de peso – 798 kg actualmente – considerable.
El trazado de Mónaco solo ha cambiado ligeramente a lo largo de su historia, así que las cuentas son sencillas. Si las calles y la distancia hasta los muros no se han modificado más allá de por motivos de seguridad, y ahora los coches son más anchos y largos, el espacio para competir en menor.
De hecho, las opciones de adelantamiento, sin jugársela, se reducen a la corta recta principal y a la salida del túnel.
Y si encima borramos las paradas en boxes de la ecuación…
Sabemos que en las carreras aburridas, las paradas en boxes, con las opciones de que haya errores en el pit-lane o con el poder del ‘undercut‘, suelen provocar cierto movimiento en la tabla de resultados, o al menos nos ofrecen emoción durante algunas vueltas; o hasta nos brindan una variedad estratégica que puede agitar la clasificación.
Sin embargo, en el GP de Mónaco, con el cambio de ruedas realizado durante la bandera roja por el accidente de Pérez y Magnussen, la parada en boxes obligatoria desapareció de la ecuación. Lo lógico hubiera sido que esto no ocurriera, pero los neumáticos de la F1, tanto los medios (con Russell o Alonso al volante) como los duros, aguantaron la friolera de setenta vueltas sin parar.
Para que los neumáticos sobrevivieran, los cuatro primeros, Leclerc, Piastri, Sainz y Norris, tuvieron que rodar excesivamente lentos. Así, también se protegían de la parada en boxes de alguno de ellos, al juntar a todo el pelotón. Y este fue el resultado de lo que es Mónaco: a pesar de que los cuatro primeros estuvieran separados por tan solo un segundo entre ellos, ¡nadie intentó adelantar!
Pero Mónaco es la mayor demostración de talento de la F1
Aunque cada cierto tiempo haya voces que pidan que este circuito ya no debería estar en el calendario debido a lo aburridas que son las carreras, Mónaco es la mayor demostración de talento que hay en la Fórmula 1. Pero esto no es normalmente los domingos, sino los sábados.
Una vuelta de clasificación en las calles de Montecarlo exige a los pilotos sacar a relucir todo su talento, sin ni siquiera tiempo para pensar en que excederse un solo centímetro puede provocar un fuerte accidente. El propio Ayrton Senna, con cinco poles en este trazado, lo confirma; y le siguen Fangio, Clark, Stewart o Prost con cuatro. Puro talento.
A nivel extradeportivo, tampoco hay que olvidar que Mónaco es la cúspide del glamour para la Fórmula 1, con una de las mayores asistencias de invitados VIP de todo el calendario (ahora Las Vegas o Miami quizás le superen) y las mejores marcas de lujo situadas alrededor del circuito. Todo eso también cuenta.
Pero también la historia confirma la importancia de Mónaco. Si bien la F1 existe oficialmente desde 1950, antes hubo campeonatos de automovilismo donde se jugaron el tipo grandes pilotos como Tazio Nuvolari, Louis Chiron, Rudolf Caracciola o Achille Varzi. Y Mónaco, en ese tiempo, ya era uno de los circuitos que exigían lo mejor a sus competidores…
Quizás no haya que ver el trazado de Mónaco como el impedimento para ver buenas carreras aquí, sino considerar que la (mayor) falta de acción con respecto al pasado es el resultado de los últimos cambios de reglamento que han hecho los coches cada vez más grandes. En definitiva, guste o no, Mónaco seguirá en el calendario. En 2025 volveremos al mismo debate, ¡y por muchos años más!