Desde la Alpujarra al Marquesado y el valle de Lecrín, el parque Nacional de Sierra Nevada es el parque natural más grande de España con una amplia superficie de más de 85.883 hectáreas. Y a través de esta inmensa extensión no es sólo un refugio para diversas especies de vida silvestre y flora, sino también un patio de recreo para amantes de la naturaleza y la aventura.
Un parque natural muy diverso
El Parque Nacional de Sierra Nevada que alberga unos 60 municipios, es famoso por su espectacular paisaje, que incluye el Mulhacén, el pico más alto de la España continental a 3.479 metros sobre el nivel del mar. En 1986 fue declarada «Reserva de la Biosfera» por la Unesco y en 1999 gran parte de su territorio fue declarado Parque Nacional por sus valores botánicos, paisajísticos y naturales. El terreno accidentado del parque, caracterizado por montañas escarpadas, valles profundos y acantilados, es el resultado de complejos procesos geológicos que han dado forma a esta región durante millones de años. Sierra Nevada, juntamente con las Béticas, se formó durante la orogénesis Alpina en la era Terciaria.
El clima en Sierra Nevada es tan variado como su elevación. Las altitudes más altas experimentan un clima alpino más frío, donde las nevadas en invierno son habituales, pero si nos fijamos en las zonas más bajas del complejo parque natural veremos que están sujetas a un clima mediterráneo, con veranos calurosos y secos e inviernos suaves y húmedos. Esta variedad de condiciones climáticas contribuye a los diversos hábitats del parque y la multitud de especies que prosperan en ellos.
Biodiversidad
La mayor responsabilidad en su gran biodiversidad y cantidad de especies endémicas se debe a que con la llegada del período cuaternario, el clima de toda Europa sufrió un enfriamiento paulatino pero constante que permitió a especies vegetales de latitudes septentrionales y árticas avanzar poco a poco hacia el sur de Europa y ocupar gran parte del interior y zonas altas de la Península Ibérica. Por eso existen muchas más especies endémicas que incluso en países como Austria, Alemania, Bélgica o Gran Bretaña.
Su amplia gama de especies se ha adaptado a sus condiciones ambientales únicas. Según la Junta de Andalucía, el parque alberga más de 2.100 especies de plantas, de las que 80 son endémicas, lo que significa que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Entre la flora que podemos encontrar en este lugar podemos destacar la violeta de Sierra Nevada y el Plantago nivalis. Como en tantos otros rincones, la flora de Sierra Nevada presenta aproximadamente un centenar de especies amenazadas incluidas en las tres categorías de mayor riesgo establecido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y varias en peligro crítico. La flora del parque es particularmente interesante por sus especies de plantas de gran altitud, que han evolucionado para sobrevivir a esas duras condiciones rocosas.
Mundo animal
La fauna de Sierra Nevada es igualmente sorprendente. El parque ofrece santuario a una variedad importante de animales, incluido el íbice ibérico (que se encuentra en estado de conservación de preocupación menor, según la UICN), el jabalí (también en situación de preocupación menor) y el esquivo lince ibérico (que aunque sigue recuperando ejemplares cada año, su estado de conservación sigue siendo en peligro, aunque afortunadamente ha dejado de estar en situación crítica, según los datos de la UICN). Los observadores de aves también pueden deleitarse observando especies como el águila real y el águila perdicera, que se elevan por encima de las montañas con su majestuoso vuelo.
Mucho más que esquí
La de Sierra Nevada es una de las estaciones de esquí más elevadas del sur de Europa y del norte de África. Aunque este parque natural es reconocido por estas pistas de esquí, muy habituales en sus actividades invernales, no solo de esquí o snowboard vive el turista de Sierra Nevada. Durante los meses más cálidos, la extensa red de senderos del parque invita a excursionistas, escaladores y ciclistas a explorar sus maravillosos paisajes. De la misma forma, la ruta de pueblos colindantes es igualmente interesante para los que buscan turismo cultural, destacando municipios como Capileira y Trevélez, donde los visitantes pueden descubrir las costumbres, la gastronomía y la artesanía local.
La gestión del parque se dedica a preservar su belleza natural y su equilibrio ecológico, lo que implica controlar las actividades humanas, proteger especies en peligro de extinción y restaurar hábitats que se encuentren en estado de degradación. Por ello, se regulan las rutas de senderismo y los programas de educación ambiental en aras de mantener la integridad del parque natural más grande de España y también uno de los más visitados de nuestro país.
Referencias:
- Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN)
- Junta de Andalucía
- Informe: Representación de las familias de plantas vasculares en la flora amenazada. Medioambiente. Junta de Andalucía
- BLANCA , G. (1996b). Protección de la flora de Sierra Nevada (Granada y Almería). Conserv. Veg. (CEF-UICN)