[Síguenos ahora también en WhatsApp. Da clic aquí]
Los televisores inteligentes o smart TV (los que están conectados a Internet) recopilan datos del usuario para que las marcas hagan perfiles detallados de sus hábitos y ajustar la publicidad dirigida al consumidor, incluso cuando el televisor se usa como pantalla externa o se conecta a un ordenador portátil.
Esta es la principal conclusión de una investigación realizada por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), en colaboración con el University College de Londres (Inglaterra) y la Universidad de California en Davis (EE.UU.) cuyos detalles se han presentado en la Internet Measurement Conference de 2024.
La investigación descubrió que esta tecnología toma capturas de pantalla o audio para identificar el contenido mostrado en pantalla mediante la tecnología de Reconocimiento Automático de Contenido (o ACR, por sus siglas en inglés) y remite esta información periódicamente a servidores específicos incluso cuando el televisor se usa como pantalla externa o se conecta a un ordenador portátil.
“El Reconocimiento Automático de Contenido funciona como una especie de Shazam visual, tomando capturas de pantalla o audio para generar un perfil del espectador a partir de sus rutinas de consumo de contenido. De esta forma, la tecnología permite a las plataformas de los fabricantes perfilar a sus usuarios de forma precisa, tal y como hace internet”, explica Patricia Callejo, profesora Ingeniería Telemática de la UC3M y coautora de la investigación.
Como advierte Callejo, “este rastreo, independientemente de la modalidad de uso, plantea serias preocupaciones de privacidad, especialmente cuando el televisor se usa solo como monitor”.
En la investigación, los autores destacan la regularidad en la transmisión de estas capturas a los servidores de las marcas analizadas, Samsung y LG. Los datos revelaron que el televisor Samsung enviaba esta información cada minuto, mientras que los dispositivos LG lo hacían cada 15 segundos.
“Esto nos da una idea de la intensidad de la monitorización y muestra que las plataformas de televisión inteligente recogen grandes volúmenes de datos sobre los usuarios, independientemente de cómo consuman estos el contenido… ya sea mediante la visualización de televisión convencional o dispositivos conectados vía HDMI, como un ordenador portátil o una consola para jugar videojuegos”, subraya Callejo.
En la investigación, los autores experimentaron con las diferentes configuraciones de privacidad de los televisores para tratar de bloquear el rastreo de ACR y comprobaron que aunque se puede impedir de forma voluntaria la transmisión de estos datos a los servidores, la configuración viene predeterminada para que los televisores realicen el ACR por defecto.
“El problema es que no todos los usuarios son conscientes de este hecho”, y otros muchos no saben cambiar la configuración, añade Callejo.
La investigación abre nuevas vías para estudiar el seguimiento que realizan los dispositivos conectados a la nube y que a su vez se comunican entre sí (más comúnmente conocidos como Internet de las cosas o IoT, siglas en inglés) y sugiere que tanto fabricantes como reguladores deben abordar de forma urgente los desafíos a los que estos nuevos dispositivos nos expondrán en el futuro.
EFE