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miércoles, febrero 5, 2025

Estoy pensando en comprarme un Tesla. ¿Me he vuelto loco?

Te cuento por qué valoro la compra de uno de los coches de la marca liderada por Elon Musk.

Pues sí, así es. Estoy dándole vueltas a la idea de comprarme un Tesla. No tengo claro si el Model 3 o el Model Y; y me pregunto si se me está yendo la cabeza, si empiezo a chochear o si acaso la electrificación ha calado ya tanto en mí que es lo más sensato que podría hacer.

Por si no estás al pie de la noticia, te diré que la marca que dirige Elon Musk lleva desde hace un tiempo reduciendo los precios de sus coches de manera importante. Tanto es así que si entras en su web podrás ver que tienes disponible un Model 3 desde 25.490 euros y un Model Y desde 29.990 euros.

Esta, como puedes suponer, no es la tarifa oficial, ya que estos modelos cuestan 39.990 y 44.490 euros, respectivamente… Y para entender cómo es posible llegar a semejante rebaja me limito a contarte lo que dice Tesla: 

“El precio indicado incluye la aplicación del incentivo gubernamental a la movilidad de 4.500 €, la subvención de desguace de vehículo de 2.500 €, el incentivo Moves de 1.210 € para particulares que compren un vehículo eléctrico, una deducción del 15% en el impuesto sobre la renta de las personas físicas y nuestra reducción de precio Tesla Boost de 3.290 €”. 

Además, en el caso del Y te dan un año de cargas gratis en sus supercargadores.

El precio es, sin duda, un gran argumento a favor de la marca americana de eléctrico, pero, evidentemente, hay puntos en contra.

Por ejemplo, dudo por el servicio de postventa, del que se oyen hablar verdaderas pesadillas, por retrasos en las reparaciones debido a la falta de piezas y recambios.

Y, sinceramente, también dudo porque no tengo claro cuál será el valor residual del coche dentro de X años, cuando decida venderlo. 

Esto es algo a lo que la gente no suele darle valor, pero se debería tener mucho más en cuenta, porque es la manera de recuperar parte de la inversión, y no solo el precio de compra. Y ahora que los coches están tan caros no se debería pasar por alto.

El caso es que si compro un coche que ahora ‘supuestamente’ cuesta 25.000 euros, pero la marca decide seguir bajando el precio paulatinamente de los que siga vendiendo en el futuro, mi unidad, por lógica, se devalúa.

Y precisamente cuando andaba valorando esta cuestión, he asistido a una presentación de Polestar, una marca, por si no la conoces, que nació como firma de lujo de Volvo, que solo fabrica coches eléctricos y que, como Volvo, pertenece al gigante chino Geely, igual que Smart, Lynk&Co, Zeekr…

El caso es que Polestar no vende coches precisamente baratos y, pese a estar todavía en fase de lanzamiento en España (debutó en el año 2022), han decidido no hacer ofertas ni descuentos promocionales en sus coches

Así, no solo están logrando posicionar su marca como premium debido a que sus modelos son potentes y exclusivos, que lo son, sino gracias a su política de precios, que les lleva a que el valor residual de sus coches se incremente de manera notable.

Una reflexión al ralentí

Fue precisamente en este evento en el que Antonio Cristobal, responsable de flotas de Polestar en Europa, quien me habló de la curva del cambio de Klüber-Ross, que explica que ante un momento de transición primero nos negamos, luego nos angustiamos, para pasar más tarde a un periodo de negociación, al que sigue cierta confusión y desánimo, para finalmente aceptarlo y adaptarse al cambio.

No tengo claro en qué momento me encuentro yo con el paso hacia la electrificación. Quizás me debato entre la confusión y la aceptación, porque en mi casa ya tenemos un vehículo 100% eléctrico para usarlo en entorno completamente urbano, un Renault Twingo para ser más exacto (si eres asiduo a esta newsletter seguro que ya estás harto de que te hable del dichoso cochecito), pero todavía no tengo claro si un coche de baterías es la opción idónea para todo tipo de usos. ¿Y tú en qué fase de la curva del cambio te encuentras? Venga, no te cortes, espero tu respuesta.

Un consejo

Como no puede ser de otra manera, mi consejo en este caso es repescar este tema que escribimos el pasado verano: Cinco cosas que debes conocer antes de viajar con coche eléctrico. Porque una cosa debes tener clara: viajar con un eléctrico es totalmente posible desde ya, pero no deja de ser cierto que sigue siendo una aventura.

Digo esto porque te vas a cruzar con multitud de aplicaciones diferentes que debes descargar para poder pagar (ojalá llegue pronto 2027, momento en que será obligatorio que todos los cargadores tengan TPV para poder pagar con tarjeta de crédito), porque te vas a encontrar muchos puntos que aparecen en el mapa, pero no están operativos y otros que sí que lo están, pero están fuera de servicio.

Así que el mejor consejo si están valorando un eléctrico es que resetees tu mente y, sobre todo, te armes de paciencia.

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Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no tienen por qué coincidir necesaria o exactamente con la posición de Henneo o Auto Bild España.

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