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domingo, noviembre 24, 2024

¿Cuándo es el cambio de hora? Todo lo que debes saber sobre el horario de invierno 2024

Cada año, cuando el otoño empieza a teñir de dorado y rojo los paisajes, surge la misma pregunta: ¿cuándo es el cambio de hora? En 2024, como en años anteriores, el horario de invierno traerá consigo una pequeña modificación que afecta a nuestra rutina diaria, a la luz solar que disfrutamos y, en muchos casos, a nuestro bienestar. Pero, ¿por qué seguimos ajustando nuestros relojes? ¿Tiene sentido mantener este hábito en pleno siglo XXI?

El cambio de hora se ha convertido en un ritual que, para muchos, parece innecesario, pero tiene raíces profundas en la historia y en los intentos de optimizar los recursos energéticos. Vamos a desentrañar el cuándo, cómo y por qué del cambio de hora, así como su impacto en nuestra vida diaria.

Todo sobre el cambio de hora de invierno 2024: este es el día que atrasas tu reloj. Foto: DALL·E 3/Christian Pérez

¿Cuándo cambia la hora en 2024?

La próxima fecha del cambio de hora 2024 en España será el último domingo de octubre, que en este 2024 cae el 27 de octubre. Esa madrugada, los relojes deberán atrasarse una hora, pasando de las tres de la madrugada a las dos. 

Este cambio marca el inicio del horario de invierno, una práctica que también siguen los países de la Unión Europea y que está diseñada para aprovechar mejor las horas de luz natural.

Con el retraso de los relojes, ese día tendrás una hora más de descanso, pero también te enfrentarás a días más cortos y noches más largas. En otras palabras, a partir de ese día amanecerá y anochecerá más temprano, un ajuste que nos acompañará durante todo el invierno.

El origen del cambio de hora

Para entender por qué seguimos cambiando la hora, es necesario remontarnos a la década de 1970. En plena crisis del petróleo, algunos países comenzaron a experimentar con el cambio de hora como una medida para ahorrar energía, ajustando la jornada laboral a las horas de luz natural. 

Así, en 1974, España adoptó oficialmente el cambio de horario. Desde entonces, tanto el horario de verano como el de invierno se han convertido en una constante en nuestras vidas.

Para entender por qué seguimos cambiando la hora, es necesario remontarnos a la década de 1970. Foto: DALL·E 3/Christian Pérez

Pero el cambio de hora no es una invención reciente. Ya en 1784, el estadounidense Benjamin Franklin sugirió aprovechar mejor la luz del día para reducir el uso de velas, aunque fue durante el siglo XX cuando la idea cobró fuerza.

¿Cuánto se ahorra realmente?

Uno de los motivos principales del cambio de hora es el ahorro energético. La lógica detrás de esta práctica es simple: al aprovechar mejor las horas de luz natural, se reduce la necesidad de usar energía eléctrica, tanto en hogares como en oficinas. Sin embargo, el ahorro es más modesto de lo que podría parecer a simple vista.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro medio por hogar es de unos 6 euros al año. Multiplicado por los 24 millones de hogares en España, el ahorro total es de unos 144 millones de euros. 

Aunque esta cantidad pueda parecer significativa, algunos críticos argumentan que el impacto energético del cambio de hora ha disminuido con la modernización de los sistemas de iluminación y la eficiencia energética de los electrodomésticos.

Los efectos del cambio de hora en la salud

A pesar de las razones prácticas y económicas, el cambio de hora tiene un coste, sobre todo en lo que se refiere a nuestra salud. El ajuste del reloj biológico para adaptarse al nuevo horario puede generar una sensación similar al jet lag, que afecta tanto al rendimiento físico como al mental.

Muchos reportan síntomas como fatiga, somnolencia diurna, dificultad para conciliar el sueño, y una menor capacidad de concentración durante los días siguientes al cambio de hora. Estos efectos son especialmente notorios en personas sensibles a los cambios en sus rutinas de sueño y en quienes ya sufren de trastornos del sueño, como el insomnio.

Además, no solo los humanos sufren este desajuste. Los animales, particularmente los de granja, experimentan también alteraciones en sus horarios de alimentación y producción, lo que puede afectar a la industria agrícola.

El reloj marca el paso del tiempo entre otoño e invierno, y tiende a tener efectos temporales en la salud. Foto: Istock

¿Es este el último cambio de horario de verano e invierno?

El debate sobre si debemos seguir cambiando la hora sigue en pie. En 2019, la Comisión Europea planteó la posibilidad de eliminar el cambio de hora, permitiendo a los países elegir entre quedarse permanentemente en el horario de verano o el de invierno. Sin embargo, el proyecto quedó paralizado debido a la falta de consenso entre los Estados miembros.

Por tanto, mientras no se alcance un acuerdo, seguiremos ajustando nuestros relojes dos veces al año. Aunque el cambio de hora sigue siendo un tema de discusión en Europa, aún no hay una fecha clara para que se ponga fin a esta práctica.

¿Qué huso horario es mejor para España?

El otro gran interrogante que acompaña al cambio de hora es el del huso horario más adecuado para España. Desde hace décadas, el país sigue el horario de Europa Central (CET), que está desfasado con respecto a su posición geográfica natural, más cercana al huso horario de Greenwich (GMT). Esto provoca que en algunas regiones del país, especialmente en el oeste, el sol salga y se ponga más tarde de lo que sería habitual en otras latitudes.

Muchos expertos sugieren que un retorno al huso de Greenwich podría ser beneficioso para adaptar mejor las horas de actividad diurna a las horas de luz natural, lo que redundaría en un mejor descanso y, potencialmente, en un mayor bienestar.

El cambio de hora refleja el cambio de estación. Foto: Istock

¿Cuál es el impacto en otros países?

El cambio de hora en mi país es una pregunta que muchos se hacen en función de dónde viven. Aunque en Europa la mayoría de los países siguen esta práctica, no ocurre lo mismo en otras partes del mundo. 

En América del Norte, por ejemplo, tanto Estados Unidos como Canadá tienen regiones que no aplican el cambio de hora. En Asia y África, la mayoría de los países han abandonado esta medida o nunca la implementaron.

Este contraste internacional ha llevado a preguntarse si el cambio de hora sigue siendo relevante en el contexto global, sobre todo con el avance de las tecnologías que permiten una mejor gestión del consumo energético sin necesidad de ajustar los relojes.

A pesar de los debates, parece que el cambio de hora seguirá formando parte de nuestras vidas, al menos a corto plazo. Con su origen en la búsqueda de un mayor ahorro energético, y sus efectos en la salud y la productividad, el cambio de hora sigue siendo una medida controversial, pero enraizada en la historia de muchos países.

Mientras esperamos una posible decisión definitiva de la Unión Europea, la próxima cita con el cambio de hora en octubre de 2024 nos invita a reflexionar sobre cómo gestionamos el tiempo y la energía, y si realmente seguimos necesitando este ajuste en nuestros relojes.

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