El helado no tiene por qué ser solo para el verano /
PEXELS
Los
beneficios de la avena
no son pocos. Y la chía, por su lado, está considerada como un ‘superalimento’. Así que, es lógico pensar que, combinadas entre ellas, suponen una bomba nutricional sin igual que puede
ayudarnos a mantener la energía y el buen aspecto durante todo el día.
Son muchos los nutricionsitas que han hablado muchas cosas buenas sobre el porridge.
Un desayuno hecho a base de avena hidratada en agua al que se le suelen añadir toppings como la crema de frutos secos, la fruta troceada e, incluso, las semillas de chía espolvoreadas por encima. Aunque ya hemos explicado que esta no es la mejor solución para beneficiarnos de los nutrientes de estas semillas, sabemos también que si las hidratamos previamente, son un complemento perfecto para el porridge de cada mañana.
Conocidas como
‘gachas’ en España, este desayuno es uno de los más tradicionales en Inglaterra. Básicamente consiste en dejar remojada durante la noche la avena junto a la leche y tomarlo caliente al día siguiente, esperando a que todo forme una especie de pasta.
Como decimos,
es muy nutricional y completo, pero tal vez haya genta a la que le apatezca tomarlo de una manera más fresquita y original. Así que, para todos los que no quieran renunciar a los beneficios de este desayuno pero prefieran optar por una fórmula más refrescante, traemos una receta de helado de avena y chía genial para tomar a cualquier hora del día.
Helado de avena y chía: desayuno perfecto en verano
Es lógico pensar que el procesamiento de los alimentos, y también su presentación, puede no resultar tan apetecible como un porridge para tomar a primera hora del día. Por eso, nos parece
una opción más que perfecta también para merendar, acompañado de algunas frutas e, incluso, de algún que otro fruto seco o crema de cacahuete.
Para conseguir este helado,
estos son los ingredientes:
Una taza de avena en copos
Dos tazas de leche (puede ser cualquier bebida vegetal)
Tres cucharadas de semillas de chía molidas o previamente hidratadas
Dos plátanos maduros (opcionales, para aportar dulzor a la mezcla)
Dos cucharadas de miel (también opcional para endulzar)
Tendrás que hacer las gachas como siempre: mezclando a fuego lento la avena y la leche. Y dejarlo reposar todo
durante al menos cuatro horas en el frigorífico o toda una noche.
Una vez que esté frío,
añadirás la mezcla a una batidora añadiendo también la chía, los plátanos y la miel y mezclarás hasta obtener una consistencia suave y cremosa.
Después lo taparás y dejarás en el congelador durante, al menos, cuatro horas o
hasta que el helado esté firme.
Como decíamos más arriba, a la hora de servir
puedes añadir frutas frescas, frutos secos o, incluso, chocolate puro espolvoreado o en trocitos para darle un toque extra de sabor y de nutrientes.
Beneficios de tomar avena y chía
El nutriente que ambos ingredientes tienen en común es la fibra, perfecta para mantener a raya l
a salud intestinal, pero también perfecta para alejar el envejecimiento, pues tiene poder antioxidante. Además, la fibra ayuda a reducir el colesterol LDL y mejora la salud cardiovascular.
Aparte de eso, la avena es rica en nutrientes como
el hierro, el magnesio o el zinc y su contenido en beta-glucano ayuda a controlar el azúcar en sangre.
Por su parte,
las semillas de chía, consideradas un superalimento por sus propiedades, son ricas en ácidos grasos Omega-3, proteínas y antioxidantes. Eso sí, para beneficiarnos de todo lo que ofrecen, es necesario molerlas o hidratarlas antes de consumirlas.
Combinadas
son una bomba de energía que ayuda a mantenerse activo durante todo el día.