La princesa Magdalena de Suecia, objeto de críticas. /
gtres
El regreso de
la princesa Magdalenaa su país natal tras varios años viviendo en Estados Unidos, está siendo
todo un quebradero de cabeza
para los reyes y para su hermana Victoria, la heredera al trono. Además de las dudas sobre cómo se articularán sus labores institucionales y las de
su esposo, Chris O’Neill
, comparado con Charlène de Mónaco, ahora arrecian las críticas contra ella desde la prensa por culpa de su trabajo. O más bien por la falta de él.
En una monarquía poco dada a los escándalos que pululan en otras casas reales europeas, donde
el cuarto hijo que esperan Carlos Felipe y Sofía Hellqvist o las declaraciones de un antiguo profesor de Victoria
desvelando algunos secretos suyos
son lo más reseñable en las últimas semanas, han sorprendido los duros ataques a Magdalena desde varios medios.
Estos se centran en
su polémico patronazgo del museo Millesgarden, que comenzó en 2023, pero que nunca había visitado. Un año después de que la royal asumiera esta labor, la directora del museo, Thérèse Dyhlén, confirmaba al diario ‘Svensk Damtidning’ que la princesa, que estudió arte en la Universidad de Estocolmo, ni siquiera había visitado el museo de forma privada. «El patrocinio de la princesa es muy importante. Llama positivamente la atención sobre nuestro museo, que está muy cerca de nuestros corazones, y esperamos que el mayor número posible de personas lo descubra y lo visite».
Críticas en los medios y la respuesta de Magdalena
Otro medio sueco, ‘Stoppa Pressarna’, calificaba el patronazgo de la princesa Magdalena como
«su último fiasco profesional», pero no es la primera vez que la prensa escandinava tacha a la princesa de mimada y perezosa. Un periodista anónimo, experto en la realeza sueca, añadía: «Es casi ridículo, pero desgraciadamente no nos sorprende. La princesa ha demostrado a lo largo de los años no estar dispuesta a trabajar. Probablemente, se considera demasiado buena para este tipo de tareas. A menudo se dice que está muy implicada en la Fundación para la Infancia, pero nunca he visto ninguna prueba tangible de ello. Su participación se limita a ir a las cenas de la fundación».
Magdalena de Suecia ha recogido su visita al museo Millesgarden en sus redes sociales. /
@princess_madeleine_of_sweden
Estas palabras parecen haber
colmado el vaso de la paciencia de la princesa Magdalena, que reside en Suecia desde el pasado mes de junio junto a su familia. Hace unos días confirmaba por fin desde su cuenta de Instagram que había visitado el museo Millesgården.
«Muchas gracias a Millesgården por
una visita muy interesante y bonita», escribía la royal, añadiendo a su post algunas fotos que documentaban la visita a este centro de arte situado a las afueras de Estocolmo. Queda por ver si en el futuro honrará al museo con su presencia más a menudo.
El futuro de Chris O’Neill en Suecia
Muchos suecos temen que el esposo de Magdalena, notablemente famoso por su
aversión a la agenda oficial de la corte
, haya regresado a disgusto a Europa desde Florida. La vida que había construido con Magdalena y sus tres hijos en Estados Unidos parecía perfecta para Chris O’Neill. Cumplía sus dos deseos:
la mujer de sus sueños y una vida apartada de la monarquía. Pero ahora incluso dentro de la familia real hay quien duda de cuánto tiempo aguantará en Suecia.
La princesa Birgitta de Suecia en Palma de Mallorca. /
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Concretamente, ha sido
Birgitta, la hermana díscola del rey Carlos Gustavo
, la que ha expresado su recelo al respecto en una entrevista concedida a la revista sueca ‘Expressen’. Desde Mallorca, donde reside desde hace años, aseguraba que le causa «gran preocupación» la mudanza de su sobrina, pero sobre todo la de su esposo, a Suecia.
«No entiendo cómo se las arreglará él», afirma. No se sabe a ciencia cierta cuánto sabe esta mujer de 87 años sobre el estado emocional de Chris O’Neill y si está en contacto con la familia, pero afirma conocer que su regreso a casa es «porque quieren que sus hijos vayan a colegios suecos».
La hermana del monarca parece capaz de ponerse en la piel de Chis O’Neill. Ella misma no ha querido nunca una vida en el candelero. Describiendo la monarquía como una
«jaula de oro», Birgitta von Hohenzollern descarta volver a su país natal, que visitó por última vez en junio para participar en las celebraciones por el 80 cumpleaños de la reina Silvia.
