Esta es la comparativa del BMW M4 Competition vs. BMW M2, dos deportivos con los mismos genes, pero diferentes tamaños. Te contamos la experiencia al volante.
Los diseñadores bávaros se aseguraron de que no se pudiera confundir el BMW M2 con el BMW M4.
Sin la parrilla frontal estilo «dientes de conejo» del hermano mayor, con luces traseras traseras de una sola pieza y una línea más angular, el BMW pequeño se distingue fácilmente de su hermano de una clase superior.
Motores
El bloque de seis cilindros en línea lo toma del M4, aunque se conforma con 460 CV y 550 Nm. Son 50 CV menos, pero aun así 90 más que su predecesor, con un par motor que se entrega 100 revoluciones antes en el eje trasero que en el M4. Sin embargo, el M2 cuenta con 100 Nm menos.
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En el circuito, el M2 se desenvuelve muy bien, a pesar de que un poco más de potencia le vendría bien.
Nuestro ejemplar del M4 tiene un inusual efecto perla Twilight Purple con rayas rojas y es un modelo anterior al facelift, con la pantalla pequeña. No nos molesta, porque en nuestra opinión BMW ha empeorado en lo que respecta al manejo: eliminó muchos botones y el menú está cada vez más orientado al control táctil y menos al clásico controlador iDrive.
Hacia dónde se dirige esto a medio plazo es tan claro como absurdo: en los modelos X1 y X2 ya han eliminado el brillante mando giratorio. O, como diría el departamento de marketing, han «optimizado la usabilidad».
Al circuito
Pero en esta ocasión nos interesa más el potencial de rendimiento en la pista que la ergonomía: nos acomodamos en los asientos tipo cubo de carbono, que como de costumbre ofrecen el mejor soporte lateral una vez dentro, aunque en trayectos largos pueden causar molestias en la parte baja de la espalda. Esta unidad incluye el techo de carbono y detalles de fibra de carbono en el interior.
El paquete M Driver’s, que aumenta la velocidad máxima del M4 a 285 km/h, también está incluido. En el Lausitzring alcanzamos una punta de 231,5 km/h con el M4 obteniendo una ventaja de 4,8 km/h al final de la recta principal. Sin embargo, en la vuelta rápida, el M2 solo se queda a 64 centésimas, demostrando que, a pesar de la desventaja de potencia, es muy competitivo en las zonas más reviradas.
Su distancia entre ejes más corta lo hace más ágil y un poco más juguetón. Los demás valores de medición: alcanza los 100 km/h en 4,0 segundos. En la aceleración a 200 km/h, superamos incluso el tiempo oficial de BMW en 0,6 segundos.
El M4 supera esto rápidamente: acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y saca una ventaja de 1,5 segundos al compacto M2 en los 200 km/h. Se toma en serio su nombre «Competition». Especialmente porque la transmisión deportiva de ocho velocidades de BMW vuelve a mostrar su mejor versión.
Y también nos sorprende en cuanto a la suspensión: izquierda, derecha, cambios de carga… bajamos una marcha con las paletas de cambio engomadas, y una vez que las 1.7 toneladas se comprimen, ofrece plena tracción en el eje trasero, con el diferencial mecánico haciendo su parte y saliendo de la curva con fuerza.
Los nuevos BMW se han vuelto pesados
Aquí, el motor S58 de seis cilindros en línea envía sus 510 CV, especialmente a altas revoluciones, con mucho entusiasmo hacia el eje trasero. Y siempre está presente un eje trasero ligeramente nervioso que, sin embargo, se puede ajustar finamente a través del control de tracción regulable en diez etapas. Este motor biturbo de carrera corta es una verdadera obra maestra. Gracias a un cigüeñal forjado más ligero, el S58 soporta altas exigencias.
Y tiene que lidiar con gran tonelaje en ambos casos: los nuevos BMW se han vuelto notablemente más pesados. La báscula arrojó 1.695 kilos para el M4, y en el caso del M2, que es 21 cm más corto, incluso 1.715 kilos. La mayor parte de este peso recae en el eje delantero, lo que es una de las razones por las que los BMW con tracción trasera permiten hacer derrapes con tanta facilidad.
Con los neumáticos Pilot Sport 4 S con medida diferenciada el eje delantero se adhiere con firmeza, se apoya con voluntad en el ápice y no lo suelta hasta que las fuerzas laterales se vuelven demasiado grandes.
Conclusión
Al final de este día de pruebas, estos dos gemelos desiguales resultan ser mucho más parecidos de lo que aparentan a primera vista. El M2 es un poco más juguetón, pero el M4 contrarresta eso con pura potencia. En resumen, es un duelo muy ajustado.
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Etiquetas: Coches deportivos
