El retrato más icónico del Renacimiento, conocido como La Mona Lisa o La Gioconda, es mucho más que una obra maestra del arte creada por Leonardo da Vinci. Este cuadro, que representa a Lisa Gherardini, la esposa de un comerciante de seda florentino llamado Francesco Giocondo, ha sido objeto de fascinación y especulación a lo largo de los siglos. Detrás de su enigmática sonrisa y su mirada serena, los investigadores han explorado posibles condiciones de salud reflejadas en su apariencia, lo cual añade un nivel de misterio y profundidad al famoso retrato. En este artículo, profundizaremos en las teorías propuestas por diferentes especialistas, desde endocrinólogos hasta dermatólogos, para tratar de responder a la pregunta: ¿padecía la Mona Lisa alguna enfermedad?
Algunas observaciones médicas en el retrato
El análisis médico del retrato de la Mona Lisa ha revelado indicios que sugieren la presencia de algunas condiciones de salud que Lisa Gherardini podría haber padecido. Endocrinólogos y reumatólogos han señalado algunas características visibles en la obra que podrían sugerir trastornos metabólicos y cutáneos.
Posible Xantelasma y Lipoma
Uno de los detalles que más han llamado la atención es una pequeña lesión amarillenta en el párpado izquierdo de la Mona Lisa, que podría ser un xantelasma, un tipo de depósito de grasa bajo la piel que se presenta comúnmente en individuos con problemas de metabolismo de los lípidos. Este tipo de lesión suele estar relacionado con una alteración del perfil lipídico, como la hiperlipemia. Además, en su brazo derecho, específicamente en el dorso, se observa una tumefacción que podría corresponder a un lipoma, un tumor benigno compuesto por tejido adiposo.
Estas características hicieron que los investigadores consideraran la posibilidad de que Lisa Gherardini sufriera de una hiperlipemia familiar, un trastorno hereditario que puede llevar a niveles elevados de colesterol y triglicéridos en la sangre, aumentando el riesgo de desarrollar cardiopatía isquémica. La cardiopatía isquémica, que es la reducción del flujo sanguíneo al corazón, podría haber sido una causa probable de muerte para muchas personas en esa época, pero el hecho de que Lisa viviera hasta los 63 años sugiere que su condición no fue tan grave como para causarle aterosclerosis prematura, una complicación que suele manifestarse en edades mucho más tempranas.
Hipotiroidismo: síntomas sutiles en la Mona Lisa
Otra de las teorías más extendidas es que la Mona Lisa podría haber padecido hipotiroidismo, una enfermedad en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. Esta hipótesis se basa en varias observaciones del retrato:
- Piel amarillenta: La decoloración amarillenta que se observa en la piel de la Mona Lisa podría ser un signo de hipotiroidismo. La acumulación de caroteno sérico, producto de una conversión hepática alterada de la vitamina A, podría explicar este tono.
- Alopecia: La falta de cejas y la aparente pérdida de cabello en la línea frontotemporal podrían ser consecuencia de alopecia, un síntoma común en individuos con disfunción tiroidea. Este fenómeno ha sido corroborado por dermatólogos que sugieren la presencia de alopecia frontal fibrosante, una condición que también está asociada a enfermedades autoinmunes.
- Cabello aspero y frágil: El cabello que cae a los costados de la Mona Lisa tiene un aspecto áspero y sin vida, lo cual es otra señal que podría estar asociada al hipotiroidismo.
- Sonrisa misteriosa: La expresión de la Mona Lisa, que ha sido objeto de innumerables debates y teorías, podría deberse a una debilidad muscular y retraso psicomotor. Estos síntomas también son característicos del hipotiroidismo y podrían explicar la suavidad y la lentitud de sus rasgos faciales.
El posible síndrome de Holmes-Adie
Un detalle fascinante del retrato es el tamaño de la pupila de la Gioconda. Se ha señalado que la pupila del ojo derecho parece más dilatada en comparación con la del ojo izquierdo. Este hallazgo sugiere una posible falta de respuesta al reflejo fotomotor, que normalmente causaría la constricción de la pupila ante la luz. Este fenómeno podría indicar la presencia del Síndrome de Holmes-Adie (HAS), un trastorno neurológico que afecta la reacción pupilar y que se ha asociado, en algunos estudios, al hipotiroidismo. La combinación de hipotiroidismo y HAS podría estar representada en la imagen de manera sutil pero evidente para quienes observan estos detalles médicos.
Hipótesis del bocio y el contexto del Renacimiento
Para entender mejor la posible condición de Lisa, es necesario contextualizar su vida en la época del Renacimiento, específicamente en Florencia y la región de la Toscana. Durante ese período, diferentes datos indican que la dieta de la población se basaba principalmente en fuentes vegetales y rara vez incluía alimentos provenientes del mar, lo que llevaba a una deficiencia de yodo en la alimentación. El yodo es esencial para el funcionamiento de la glándula tiroides, y su carencia provoca bocio, una hinchazón del cuello asociada a un aumento del tamaño de esta glándula.
Observando el retrato de la Mona Lisa, se ha sugerido que podría tener un “cuello hinchado”, un indicio visual de un posible bocio. Además, hay evidencias en otras 70 pinturas y 10 esculturas de la época que representan a mujeres con características similares, lo cual sugiere que el bocio era un problema común en esa región y en ese tiempo. Además, existe otra circunstancia que podría haber influido en el estado de la tiroides de Lisa: la tiroiditis periparto. Se sabe que Lisa Gherardini acababa de dar a luz unos meses antes de posar para el retrato, y la inflamación de la tiroides tras el embarazo podría haber contribuido al desarrollo de un hipotiroidismo.
Una hipótesis alternativa: ¿estética o enfermedad?
Aunque la teoría del hipotiroidismo es seductora, hay que considerar otras posibles explicaciones que no involucren una enfermedad. La falta de cejas y la línea del cabello retraída podrían deberse a prácticas estéticas de la época. Durante el Renacimiento, era común que las mujeres se depilaran la línea frontotemporal del cabello para lograr una frente más alta y despejada, lo cual se consideraba un ideal de belleza. Esta práctica explica por qué muchas representaciones femeninas de la época, incluida la Mona Lisa, muestran una falta aparente de cabello en la frente.
Asimismo, la decoloración amarillenta de la piel podría deberse simplemente al deterioro de la pintura con el paso del tiempo. Los pigmentos utilizados por Leonardo dan Vinci, aunque innovadores para la época, han cambiado de tonalidad a medida que los materiales han envejecido. La famosa técnica del sfumato (esfumado), utilizada por Leonardo para crear transiciones suaves y casi etéreas entre los colores, también podría haber contribuido a los matices y efectos visuales que observamos en la actualidad.
Análisis artístico: La técnica del sfumato
Es imposible abordar la Mona Lisa sin mencionar la habilidad artística de Leonardo da Vinci, quien aplicó la técnica del sfumato para crear la famosa sonrisa que parece cambiar dependiendo del ángulo desde el cual se observe. La palabra “sfumato” proviene del italiano y significa “evanescente” o “difuminado”. Esta técnica consistía en aplicar capas muy finas de pintura para crear una apariencia de suavidad y tridimensionalidad, lo cual dota a la Mona Lisa de una cualidad casi etérea.
La sonrisa enigmática de la Mona Lisa ha sido interpretada por algunos como un signo de salud mental o trastornos del ánimo, pero también es posible que sea simplemente el resultado de la gran destreza técnica del pintor. Leonardo estaba fascinado por la anatomía humana y solía estudiar el comportamiento de los músculos faciales y sus efectos sobre la expresión emocional, lo cual quedó plasmado en este retrato.
La Investigación moderna y técnicas de imagen
El interés por el estado de salud de la Mona Lisa ha llegado incluso a la aplicación de técnicas de imagen modernas, como la reflectografía infrarroja y la espectroscopia, para analizar las capas más profundas de la pintura. Estos estudios han permitido a los investigadores observar detalles que no son visibles a simple vista, como las capas de pigmento original que podrían sugerir cambios realizados durante el proceso de creación del retrato. Estos métodos también han servido para identificar si los tonos de la piel de la Mona Lisa se deben a la pigmentación original o si son resultado de alteraciones por el envejecimiento de la pintura.
Por ejemplo, los análisis han revelado la presencia de componentes químicos que sugieren una degradación de los pigmentos amarillos, lo cual puede haber contribuido a la apariencia que los médicos interpretan como signo de una condición médica. Estos avances demuestran cómo el análisis científico del arte puede complementar la interpretación médica y ayudarnos a entender mejor la verdadera naturaleza de la obra.
Leonardo da Vinci y su Interés en la anatomía
El hecho de que la Mona Lisa pudiera reflejar condiciones médicas no es del todo sorprendente si consideramos la personalidad y los intereses de su creador. Leonardo da Vinci fue un pionero en el estudio de la anatomía y dedicó gran parte de su vida a realizar disecciones de cuerpos humanos para comprender mejor el funcionamiento interno del cuerpo. Sus cuadernos están llenos de estudios anatómicos que muestran su profundo conocimiento de la fisiología humana, aunque con algunos errores, comprensibles teniendo en cuenta el momento de la historia donde los desarrollo. Por tanto, es plausible que Leonardo haya querido plasmar en la Mona Lisa más que una simple representación física; quizás intentó capturar también la condición humana en un sentido más amplio, incluyendo las imperfecciones y signos de enfermedad.
Leonardo era conocido por su interés en representar la verdad de la naturaleza y el cuerpo humano, tal como se muestra, con todas sus complejidades. Es posible que observara las peculiaridades físicas de Lisa Gherardini y decidiera representarlas fielmente, en lugar de embellecerlas, lo cual nos proporciona un retrato realista y sin idealizaciones que ha intrigado al mundo por siglos.
Conclusión
La Mona Lisa de Leonardo da Vinci es un enigma en muchos sentidos. Las teorías sobre las posibles enfermedades de Lisa Gherardini, ya sea hiperlipemia, hipotiroidismo, Síndrome de Holmes-Adie, o incluso bocio, nos ofrecen una perspectiva fascinante sobre cómo el arte puede reflejar la realidad de la vida y la salud. Sin embargo, también es posible que las características que observamos en la Mona Lisa sean simplemente el resultado de las preferencias estéticas de la época y de la técnica y visión artística de Leonardo.
Lo que está claro es que la Mona Lisa sigue siendo un cuadro con mucha historia y belleza: en su sonrisa enigmática, vemos la dualidad del arte y la ciencia, de la salud y la enfermedad, y del misterio y la claridad. La unión de conocimientos médicos y artísticos en la interpretación de esta obra refleja la complejidad y la belleza de la naturaleza humana, tal como la observó uno de los más grandes genios de la historia.
Para terminar, quizás nunca sepamos con certeza si la Mona Lisa padecía alguna enfermedad, pero el simple hecho de considerar esta posibilidad nos permite conectar con ella de una manera más íntima y humana, viendo a Lisa Gherardini no solo como una musa, sino como una persona real con una historia que nos relata en forma de lienzo, la belleza, la salud y quien sabe, quizás la enfermedad.
Referencias
- Campbell V, K. McKenna, The Mona Lisa: an example of frontal fibrosing alopecia masquerading as Renaissance fashion?, Clinical and Experimental Dermatology, Volume 45, Issue 4, 1 June 2020, Pages 452–453,
- De Campos D, Coutinho Rodrigues D, Buso L. The Holmes-Adie Syndrome in the Mona Lisa of Leonardo da Vinci (1452-1519). Acta Biomed. 2021 Nov 3;92(5):e2021305. doi: 10.23750/abm.v92i5.10355. PMID: 34738587; PMCID: PMC8689333.
- Hadeler E. Leonardo Da Vinci’s Archival of the Dermatologic Condition. J Med Humanit. 2021;42(4):795-799. doi:10.1007/s10912-021-09709-y
- Marsili L, Ricciardi L, Bologna M. Unraveling the asymmetry of Mona Lisa smile. Cortex. 2019;120:607-610. doi:10.1016/j.cortex.2019.03.020
- Yafi M. Mona Lisa is euthyroid: a modern-day diagnosis. Hormones (Athens). 2019;18(3):331-332. doi:10.1007/s42000-019-00103-x