El huevo es un alimento muy nutritivo. /
Foto de Fabiane Barbaresco Amorim en Pexels.
A pesar de la mala fama que ha tenido durante años,
el huevo es todo un portento nutricional. Contiene
una gran cantidad de proteínas completas, es decir, con los nueve aminoácidos esenciales, y cada vez son más los expertos que lo recomiendan a diario, puesto que ya está demostrado que no impacta en el colesterol.
La Academia Española de Nutrición y Dietética asegura que, de un huevo de tamaño mediano, entre 53 y 63 gramos de peso total, el contenido proteico sería de
6,4 gramos por unidad. Por lo tanto, en una ración diaria de dos unidades, se estaría consumiendo alrededor de
12,8 gramos de proteína proveniente de los huevos.
Además de
proporcionar proteínas, el huevo aporta
vitaminas A, B1, B2, E, D, K y B12 (indispensable para el sistema nervioso). Asimismo, dos huevos cubren el 68% de las necesidades diarias de vitamina K, el 33% de las de fósforo y selenio, y el 27% de las de hierro. Tan solo carece de hidratos de carbono.
A los que, como yo, nos criamos en el siglo XX, todavía nos resulta difícil consumir huevos todos los días, pero superar este prejuicio es clave para aprovecharte de todos sus beneficios nutricionales, que son muchos. Eso sí, tienes que
saber cuándo y cómo comerlo.
El desayuno es el momento ideal para consumir huevo. /
Foto de Daniela Constantini en Pexels.
La mejor forma de comer huevo: cuándo y cómo tomarlo
Para empezar, hablemos del cuando. El mejor momento del día para
consumir huevo es en el desayuno, el primer encuentro del organismo con la ingesta de alimentos después del ayuno nocturno. En este momento,
el cuerpo está buscando energía y el huevo es un alimento tan nutritivo que es el ideal para proporcionarla.
Los expertos de la American Heart Association aseguran que las proteínas de alta calidad del huevo son fundamentales para la
reparación y mantenimiento de los tejidos corporales, además de brindar una sensación duradera de saciedad, lo que reduce los antojos entre comidas.
¿Y cómo comer el huevo? Para empezar, para una óptima asimilación de las proteínas del huevo, es necesario
cocinarla para hacerlas más digeribles. Cuando se consume cruda, una gran cantidad de proteína se desperdicia al no ser digerida completamente por el organismo.
La forma más saludable de cocinar el huevo es
cocido o duro, puesto que no se añade ninguna caloría extra. Pero también puede consumirse
poché, haciéndose de la misma manera que el huevo duro, pero cociéndose durante menos tiempo para que la yema continúe líquida. Otra opción sería comerlos
revueltos con una gota de aceite y un poco de sal.
Sea como sea, consumir un huevo en el desayuno, sobre todo si vas a hacer ejercicio o si tu trabajo precisa de un gran esfuerzo físico, es beneficioso. Y es que
la proteína es clave para la reparación de la masa muscular, por lo que favorece la recuperación corporal tras el esfuerzo.
