La tercera generación del Volkswagen Tiguan está disponible con motores gasolina, diésel e híbridos enchufables. Aquí probamos en TDI más potente y equipado de la gama diésel, el 2.0 TDI 193 con acabado R-Line, para contarte si es la opción que mejor se ajusta a tus necesidades.
Como ya sabes, el Volkswagen Tiguan no es ni muy grande, ni muy pequeño, pero sí muy robusto y con un interior amplio. Estas características lo describen con bastante precisión, pero nadie como tú y otros lectores como tú para definir este coche, porque de hecho fuisteis vosotros, los lectores de AUTO BILD, quienes elegisteis el nombre Tiguan (derivado de tigre e iguana) entre varias opciones en la encuesta que os planteamos allá por 2006.
Esta tercera generación mejora claramente respecto a la anterior, pero cuesta como poco 39.180 euros (1.5 eTSI de 130 CV). Por eso es muy importante que tengas claro qué motor elegir, porque tiene una amplia oferta de motores.
La gama comienza con un 1.5 turbo de cuatro cilindros con 130 CV, que puede desconectar dos cilindros en determinadas circunstancias para ahorrar combustible y también cuenta con el apoyo de un sistema microhíbrido de 48 voltios.
Por encima se ofrece el mismo bloque mild hybrid, pero con 20 CV extra, que cuesta 1.140 euros más y mejora ligeramente las prestaciones.
En cuanto a los motores diésel, actualmente se puede elegir entre dos versiones del 2.0 TDI: la primera tiene 150 CV y tracción delantera y la segunda, 193 CV y tracción 4Motion. La diferencia de precio es de casi 5.000 euros y la desventaja de consumo es de 0,8 litros más para la versión más potente, según nuestras mediciones.
Así que, si no necesitas la tracción total, es mejor optar por el más básico, porque es lo suficientemente potente y es el que te recomiendo si haces muchos kilómetros.
Y luego están los híbridos enchufables (204 y 272 CV). Hay que reconocer que este tipo de propulsión no es actualmente el más popular, porque algunos no los recargan nunca y, además, con la batería agotada suelen consumir más de la cuenta.
Sin embargo, una cosa es cierta: la autonomía totalmente eléctrica, según declara la marca, oscila entre 112 y 119 kilómetros, lo que significa que, una vez cargados, pueden durar fácilmente varios días rodando en tráfico urbano.
Otro argumento a favor de los enchufables es que tienen la etiqueta 0 de la DGT, por lo que puedes entrar a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de las ciudades e incluso aparcarlos gratis en la calle.
Antes te decía que mejora notablemente respecto al VW Tiguan de 2015 y eso es algo que se nota especialmente en el habitáculo. Monta una pantalla de 12,9 pulgadas y conectividad inalámbrica con tu smartphone de serie desde el acabado más básico, que se llama Tiguan (a secas).
Eso sí, si quieres disfrutar de un navegador nativo, tienes que pagar 1.335 euros extra (de serie en el tope de gama, R-Line), que es lo que cuesta el paquete ‘Hola Tecnología’, que también incluye dos conectores USB tipo C en la segunda fila, el asistente de voz y un panel de carga por inducción para dos teléfonos.
Y si esto te parece poco y quieres la pantalla grande de 15 pulgadas, tienes que apostar por este acabado R-Line y, además, pagar los 1.240 euros que cuesta el paquete en el que viene incluida, junto al ‘Head-up Display’.
Pero quizás prefieras invertir tu dinero en otros lujos (o necesidades, según se mire), como el volante calefactable, que forma parte del Paquete ‘Hola Confort’, que cuesta 1.030 euros y añade extras que sabrán apreciar quienes vivan en zonas frías, como los asientos delanteros calefactados y los eyectores del lavaparabrisas con calefacción; además de red de separación entre habitáculo y maletero y toma de 230 V.
En lo relativo al espacio, el Tiguan no tiene nada que criticar. Con 4,54 metros de longitud, ofrece mucho espacio para cuatro personas y, gracias a la banqueta trasera deslizante con ángulo de respaldo ajustable (de serie), ofrece una modularidad ejemplar. El climatizador trizona viene de serie.
Volkswagen declara que la capacidad del maletero oscila entre 652 y 1.650 litros, que no está nada mal. Pero si necesitas más espacio o incluso siete plazas, aún puedes recurrir al antiguo Tiguan Allspace, que por el momento sigue a la venta.
Detalle friki: si decides instalar el sistema de sonido Harman Kardon (900 euros ) vas a perder capacidad de carga en el maletero, porque va instalado en un lateral y, aunque libera el espacio de la rueda de repuesto (donde muchas veces se ubican este tipo de sistemas), impide colocar el piso de carga en el escalón inferior.
Prueba dinámica del Tiguan TDI 193 CV 2024
En general, se podría decir que el aumento del confort parece haber sido una de las principales preocupaciones de los desarrolladores de VW. Los asientos ergoActive Plus, por ejemplo, son realmente fantásticos: suavemente acolchados, con diez cámaras de aire para ofrecer un mejor tipo de masaje e incluso ventilados.
La unidad probada cuenta con suspensión DCC Pro, que controla la compresión y el rebote por separado y eso se traduce en un mejor dinamismo. He tenido ocasión de probar otras versiones del Tiguan sin este sistema y la sensación de control, la verdad, no es la misma.
Respecto a la respuesta del motor debes tener claro que se trata de un propulsor que derrocha potencia. No solo por sus 193 CV, sino, sobre todo, por sus 400 Nm de par desde tan solo 1.750 rpm, lo que quiere decir que al mínimo pisotón sales disparado.
Tampoco vayas a pensar que ofrece las prestaciones de un V8, pero según nuestras mediciones, ofrece un rendimiento más que suficiente, ya que acelera de 0 a 100 km/h en solo 7,6 segundos y pasa de 0 a 50 en 2,5 segundos, lo que da una idea más exacta de la inmediatez con la que empuja.
Y también conviene saber las cifras de recuperaciones, ya que son las más representativas para hacerse a la idea de cómo se puede enfrentar a un adelantamiento en carreteras comarcales. Pasa de 60 a 100 km/h en 4,3 segundos; y de 80 a 120 km/h en 5,6 segundos. Por tanto, rebasar a un camión será pan comido…
¿Y el consumo? En esta prueba ha gastado una media de 6,7 litros, incluyendo tramos de ciudad, carreteras convencionales y también autopista. De esta forma, la autonomía real es de 860 km. Además, si sabes mimar el pedal del acelerador te será muy sencillo viajar con un gasto de apenas 5,0 l/100 km y lograr así un alcance superior a los 1.000 km.
Otra cosa que debes saber: las variantes con transmisión manual han desaparecido por completo de la lista de precios con el cambio de generación. El DSG de siete velocidades es el cambio que montan todas las variantes. Parece hacer un gran esfuerzo para que los cambios de marcha sean suaves y discretos, lo que está bien, aunque sería deseable un engranaje ligeramente más rápido cuando se arranca con prisa.
Lo que no me gusta es que la palanca selectora del cambio se ha trasladado al lateral derecho del volante, lo que ha obligado a desplazar algunas funciones al mando del lado izquierdo, que aglutina demasiadas funciones y se convierte en más difícil de manejar.
Rivales del VW Tiguan 2024
Al ser un modelo ya veterano en el mercado, son de sobra conocidos sus posibles oponentes. Un grupo en el que podemos incluir SUV como el Ford Kuga o el Kia Sportage. Pero si tuviera que destacar dos, diría que uno está dentro de su propia casa y se llama Cupra Formentor y el otro llega de Corea y se trata del Hyundai Tucson.
Los cinco peores rivales del Volkswagen Tiguan 2024
Conclusión
Por el momento, el Tiguan no está disponible con los motores 2.0 TSI de 204 o 265 CV, aunque lo estará en un futuro próximo. Por eso pienso, por el momento, es la versión ideal si buscas un SUV deportivo.
Este Tiguan TDI de 193 CV me ha encantado por su empuje, prestaciones y consumo, que no difiere mucho no solo de las cifras oficiales, sino que no se aleja en exceso de la versión de 150 CV (según nuestras mediciones, la diferencia de consumo es de 0,8 litros). Además, tiene la ventaja de contar con la tracción 4Motion a las cuatro ruedas, lo que aporta un plus de tracción en firmes deslizantes y, sobre todo, mayor seguridad.
La parte mala es que con la tracción 4×4 el precio se eleva y, además, esta mecánica solo se ofrece con el acabado R-Line tope de gama, así que el precio sube hasta los 57.080 euros (cuesta casi 5.000 euros más que el R-Line de 150 CV). La parte buena es que viene de serie con suspensión DCC Pro y asientos con masaje, que son maravillosos en viajes largos.
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Etiquetas: SUV
