Durante 11 días, el Museo Nacional de Antropología se convirtió en un tianguis donde se ofertaron alrededor de 400 actividades, de las que participaron más de 145,000 personas de todas las edades y procedencias, lo que hace de la 35 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), una de las más exitosas en su haber, informaron los organizadores.
En un mensaje final, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, agregó que por la vía virtual la FILAH sumó a otras 175,000 personas, quienes se conectaron a coloquios, simposios, conferencias y presentaciones editoriales, a través de las emisiones directas por INAH TV, por las redes sociales del INAH y otras plataformas
Asimismo, acompañado de la directora del Instituto de la Cultura y las Artes de Quintana Roo, Lilian Villanueva Chan, el titular del INAH reconoció al también estado invitado de la 35 edición, que acudió a la cita con una delegación integrada por 178 participantes, entre literatos, danzantes, músicos, maestras artesanas, productores, conferencistas, talleristas, cineastas, historiadores, científicos y personas dedicadas a la gastronomía tradicional.
En términos totales, la FILAH tuvo más de 800 partícipes. Autores, editores y especialistas, por mencionar algunos, compartieron su saber y experiencias en aproximadamente 150 presentaciones de libros y 70 eventos artísticos y culturales, 12 foros académicos, 90 talleres dirigidos a niños y adolescentes, y en los seis homenajes rendidos a notables personalidades de las humanidades y las ciencias sociales, caso del poeta chetumaleño Juan Domingo Argüelles.
Homenaje a Argüelles
Al medio día de este domingo la FILAH, el INBAL y el Gobierno de Quintana Roo otorgaron un reconocimiento al poeta y ensayista chetumaleño, Juan Domingo Argüelles (1958), por sus aportes a la literatura mexicana y a la cultura quintanarroense.
“Publicar es un acto de resistencia contra el olvido, similar a la lluvia que combate la sequía”, citó Lilián Jesús Villanueva Chan, directora del del Instituto de la Cultura y las Artes de Quintana Roo al destacar la obra del poeta, la cual “ha trascendido fronteras y ha dejado una huella imborrable en las letras y la cultura mexicana”.
La obra de Juan Domingo Argüelles, apuntó, es de gran interés para quienes buscan un impulso creativo o que deseen reflexionar sobre la lectura y el uso del lenguaje. “Es una poesía viva y creativa, que muestra la influencia del paisaje y la vida cotidiana de su tierra natal, nuestra querida Chetumal”.
En su intervención, Claudina Domingo evocó la vida de su padre mediante algunos episodios biográficos y compartió anécdotas familiares, anhelos, motivaciones e intereses del autor. Destacó su rol como un gran impulsor de la literatura local y promotor de la lectura, por lo que se ha convertido en un referente para nuestra cultura.
Al tomar la palabra, Juan Domingo Argüelles comentó: “Mi mar natal siempre vive conmigo y está, sobre todo, en mi poesía”, al referirse a la temática que inunda su extensa obra, de la cual compartió algunos poemas. Del libro El último strike (2016), el “más entrañable y honesto”, recitó: “Mi casa, mi jardín”, dedicado a su esposa e hijos; “La casa de mi padre” e “Hiato y sinalefa”. De su última publicación, Epitafios (2024), leyó “Umbral”, “La vida” y “Duelo”.
