Es importante que esté limpio.
El catalizador es una parte bastante importante de tu vehículo, puesto que se encarga de reducir las emisiones contaminantes del mismo. Si no funciona, además de que experimentarás distintos problemas de diversa índole, es probable que te “tiren” en la ITV. Entonces, si se ensucia, ¿cómo hay que limpiar el catalizador del coche?
Es algo a lo que debes prestar atención, puesto que un catalizador que no funcione como debe puede llevar incluso a una avería, así que lo primero es estar atento a los síntomas de que algo va mal.
El primero es que el coche emita más humos de lo habitual y que, además, estos tengan mal olor, distinto al estándar.
El segundo es que experimentes ciertas pérdidas de potencia. Puede que el combustible no se queme de manera adecuada, por lo que se acumularán deshechos en la salida de escape, lo que hará que los gases no fluyan de modo correcto y que el motor trabaje más ahogado, por lo que tendrá un rendimiento menor y peores prestaciones.
Derivado de esto también está el tercer síntoma, puesto que, al no pasar los gases con facilidad, aumenta la presión del sistema y se produce un sobrecalentamiento.
Por último, escuchar ruidos metálicos en la parte inferior del coche puede ser síntoma, entre otras cosas, de que el catalizador no está en buen estado.
Si experimentas una o varias de estas cosas, es probable que haya problemas con esta pieza. Sin embargo, no tiene que significar necesariamente que esté roto o averiado, puede ser simplemente que esté sucio, algo que tiene remedio y no implica pasar por el taller ni desembolsar una suma considerable para solventarlo.
Hay varias alternativas para llevarlo a cabo, siendo la más asequible utilizar alguno de productos descarbonizantes, que quitan el hollín acumulado; y si estos no funcionan, se puede recurrir a máquinas específicas.
Empezando por los primeros, hay varias opciones. Una de las más sencillas es la de utilizar un aditivo, que se tiene que echar en el depósito junto al combustible, para que se mezcle y disuelva en él. Después, según lo que indique el fabricante, solo que hay conducir un número determinado de kilómetros a ciertas revoluciones y se disuelve la suciedad acumulada.
Subiendo la dificultad, es posible utilizar sosa cáustica para tal fin, aunque el problema aquí es que hay que desmontar el catalizador, por lo que hay que tener cierta maña en materia mecánica, así como disponer de cierto material (lo suyo sería un elevador, pero con un gato es factible).
En este caso hay que crear una mezcla de sosa cáustica con agua destilada (entre un 10 y un 15% de la primera) y luego echarla en el catalizador, dejar que actúe durante unos minutos y repetir el proceso varias veces hasta que se aprecie que hay menos suciedad.
Por último, es posible recurrir a máquinas, en talleres, para limpiar el catalizador. Es posible llevar a cabo el proceso usando tanto máquinas de limpieza a presión con aditivos para facilitar la tarea, o emplear una máquina de ultrasonidos para arrancar las partículas de suciedad incrustadas.
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