En la corte medieval de Francia surgió una voz pionera que contradijo las normas de su tiempo: Christine de Pizan. Nacida en 1364 en Venecia y criada en el corazón cultural de París, Christine se convirtió en la primera mujer en Europa en ganarse la vida como escritora profesional. Su obra, entrelazada con su contexto en la corte francesa, refleja el esplendor intelectual del período y un emergente discurso sobre la igualdad de género. Desde su singular posición, esta mujer dio forma a un temprano feminismo a través de su prolífica producción literaria en plena Edad Media.
Recreación de Christine de PizanFran Navarro / Midjourney
Hija de un erudito avanzado a su tiempo
Christine de Pizan nació en Venecia, hija de Tommaso de Pizan, un distinguido médico y astrólogo. Su destino cambió radicalmente cuando, siendo aún una niña, su familia se trasladó a Francia tras la invitación del rey Carlos V para que su padre se uniera a su corte. En este vibrante ambiente cortesano, Christine se vio expuesta desde su infancia a un mundo de erudición y política. A pesar de las normas sociales de la época, que relegaban a las mujeres a roles domésticos, su padre estuvo por encima de estos preceptos y fomentó activamente la educación de Christine. Su compromiso con el aprendizaje de su hija estableció el cimiento para que Christine se desarrollara en un terreno históricamente dominado por hombres, sembrando las semillas de lo que sería una revolucionaria carrera literaria.
De Pizan enseñando a su hijo, Jean CastelWikimedia
Escribir para sobrevivir
La vida de Christine de Pizan dio un giro en 1389, pues murió su esposo, Étienne du Castel, y la dejó viuda con tres hijos pequeños y una madre dependiente a su cargo. Frente a la inseguridad económica y la ausencia de un sistema de apoyo masculino, Christine tomó una decisión poco convencional para una mujer de su tiempo: comenzar a escribir para sostener a su familia. Su incursión en la literatura no fue solo una elección profesional, sino un acto de resistencia en una sociedad que dejaba totalmente indefensas a las mujeres en su posición.
Christine se las vio con obstáculos significativos en un mundo literario y burocrático reservado a los hombres. Lidiar con la burocracia para reclamar la herencia y el salario pendiente de su marido se convirtió en una lucha constante contra la corrupción y los prejuicios de género. Los funcionarios a menudo desestimaban sus reclamos, y la falta de transparencia en las finanzas de su esposo exacerbaba su vulnerabilidad. Sin embargo, su determinación y habilidad para navegar en este entorno adverso fueron evidentes a medida que comenzó a publicar trabajos que le proporcionaron ingresos y le permitieron ganarse el respeto y el mecenazgo de miembros de la corte y la aristocracia.
La obra de Christine refleja esta batalla personal y profesional, con escritos que criticaban las normas y expectativas sobre el papel de las mujeres en la sociedad, proponiendo visiones de un mundo más justo e igualitario. Así se estableció como una figura literaria de formidable influencia y acabaría siendo reconocida como un precursora del feminismo.
Christine de Pizan presenta su libro a Isabel de BavieraThe British Library / Wikimedia
Carrera literaria
La carrera literaria de Christine de Pizan alcanzó su apogeo con la publicación de dos obras fundamentales: «El libro de la ciudad de las damas» (1405) y «El tesoro de la ciudad de las damas» (también conocido como «El libro de las tres virtudes», 1405). Estos textos solidificaron su estatus como una intelectual prominente y marcaron un hito en la historia de la literatura medieval (más aún: en la historia de la literatura universal escrita por mujeres).
«El libro de la ciudad de las damas» es una vigorosa defensa de las mujeres, construida a través de una narrativa alegórica en la que mujeres personificadas como Razón, Justicia y Rectitud ayudan a Christine a construir una ciudad simbólica destinada a albergar a mujeres virtuosas y ejemplares de la historia y la mitología. Esta obra expuso y criticó las representaciones misóginas comunes en la literatura de la época, argumentando que la percepción de la inferioridad femenina no era una verdad natural, sino el resultado de prejuicios culturales.
Por otro lado, «El tesoro de la ciudad de las damas» sirve como un manual práctico para las mujeres de todas las clases sociales sobre cómo navegar y prosperar en una sociedad dominada por hombres. Este libro ofrece consejos sobre educación, manejo del hogar y ética personal, promoviendo la idea de que las mujeres son capaces de desempeñar roles tanto públicos como privados con total dignidad y competencia.
Ambas obras de Christine proporcionaron un refugio literario para la dignidad femenina (por desgracia la mayoría de las mujeres –y hombres– del momento no sabían leer, pero por algún sitio debía comenzar el asunto), sino que también abogaron por un cambio radical en el trato y la percepción de las mujeres, promoviendo la educación y la igualdad de género mucho antes de que estas ideas fueran aceptadas. Su escritura desafió las estructuras de poder de su tiempo y ofreció una visión alternativa de las capacidades y el valor de las mujeres en la sociedad.
Una feminista medieval
Christine de Pizan fue una visionaria cuyas ideas trascendieron más allá de su vida, pues su legado influyó en el Renacimiento y en épocas posteriores. Aunque su obra cayó en el olvido después de su muerte, fue redescubierta en el siglo XIX, un periodo en el que el interés por los derechos de la mujer comenzaba a tomar fuerza. Su reivindicación de la educación y la igualdad de las mujeres, plasmada en trabajos como «El libro de la ciudad de las damas», encontró un nuevo eco en el creciente movimiento feminista.
Hoy, Christine de Pizan es considerada una precursora del feminismo. Sus escritos son estudiados y valorados no solo por su calidad literaria sino también por su crítica a las normas de género de su época. Su obra continúa inspirando a estudiosos y activistas que ven en sus textos un temprano llamado a la acción por la igualdad de género, demostrando que las luchas y aspiraciones de Christine siguen siendo relevantes en la actualidad.
Ilustración del Le Livre de la Cite des Dames (1405)Wikimedia
Esta mujer resultó ser algo más que una escritora con talento. Precursora del feminismo, sus obras abogaron por la igualdad y el empoderamiento de las mujeres muchos siglos antes de que estas ideas ganaran las fuerza de la que gozan hoy. En un mundo donde la lucha por la igualdad de género continúa, el legado de Christine nos invita a reconsiderar y valorar las contribuciones históricas de mujeres que, como ella, superaron las estructuras de poder de su tiempo. Su vida y obra son un testimonio de la resistencia y la capacidad de las mujeres para transformar la sociedad.
Referencias:
Laurenzi, E. 2009. Christine de Pizan, ¿una feminista “ante litteram”? Lectora: revista de dondes i textualitat 15, 301-314.
Pernoud, R. 2000. Cristina de Pizán. Olañeta.
