Tostada con aguacate. /
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Cuidar la alimentación es una máxima que todos pretendemos alcanzar en la juventud, pero que se vuelve aún más importante en la vida de las personas a partir de los 50 años. Y es que la ciencia ha demostrado que a partir de esta edad, lo que comamos puede
darnos unos u otros beneficios inesperados que nos ayudan en nuestro bienestar.
Es el caso del
aguacate, una fruta rica en muchos nutrientes que conviene incorporar a la dieta de todas las edades: es rico, entre otros, en vitaminas K y C, B5, B6 y 3, en potasio o en ácido fólico, entre otros. Pero es que, además, es rico en fibra, que ayuda a reducir el azúcar en sangre y a evitar el estreñimiento.
Por qué tomar aguacate más allá de los 50
A todos esos beneficios, a partir de los 50 el aguacate puede ayudarnos en otra cosa gracias a uno de sus componentes: la luteína, un carotenoide natural, que está presente en 369 microgramos por cada 100 gramos de producto y que tiene, entre otras propiedades, la de ser antioxidante y, por ende, ayudarnos a
mantener alejado el envejecimiento.
Pero, además de por eso, es buena también para nuestro desarrollo cognitivo: «La luteína contenida en los aguacates puede ayudar a mejorar la memoria y la velocidad de procesamiento, así como para
proteger contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad«, explica Zac Bard, presidente de WAO, la Organización Mundial del Aguacate. De hecho, es también perfecta para proteger a la piel de los rayos UV, por lo que podríamos decir que, en este sentido, también ayuda a que nuestra piel esté en mejores condiciones.
Idea de plato saludable para tomar el aguacate. /
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De hecho, es algo que demuestra la ciencia: un estudio de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, y recogido en la revista Frontiers, descubrió que las personas mayores de 60 años que
consumen aguacate o guacamole regularmente obtienen mayores puntuaciones en pruebas cognitivas en comparación con aquellas que no lo consumen.
Otros beneficios del aguacate a partir de los 50 años
Más allá de la luteína, el aguacate es una fuente de grasas monoinstauradas y vitamina B y C que en sí mismas son una fuente de energía pero que, además,
favorecen el flujo sanguíneo, ayudan a transportar el oxígeno en la sangre e, incluso, pueden ayudar a reducir la inflamación.
El potasio de su composición nos ayuda también a combatir calambres y contribuye al
buen funcionamiento de los músculos, algo a tener muy en cuenta a partir de los 50 años.
El desayuno perfecto: tostadas con aguacate. /
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Y, si tenemos en cuenta los resultados de estudios como uno publicado en el Journal of the American Heart Association, podremos comprobar que el aguacate favorece la
reducción del os niveles de colesterol LDL, llamado ‘colesterol malo’, que tiende a aumentar también a partir de esta edad.
Cómo incluir el aguacate en la alimentación
Las formas de incluir el aguacate en nuestra dieta son del todo variopintas. Machacado con
un poco de sal y aceite encima de una tostada, batido junto a otras frutas y verduras en
un smoothie sano y refrescante, como ingrediente principal de un guacamole con el que acompañar un aperitivo o, incluso, como ingrediente de una ensalada con otras verduras puede estar ideal.
Eso sí, es importante destacar que conviene que no se oxide (y esto es muy difícil porque es una fruta que tiende a oxidarse muy rápido). Si solo vas a comerte la mitad del aguacate,
intenta guardar siempre la parte de la semilla y, si es posible, añade unas gotas de limón por encima antes de taparlo con film transparente, pues ayudará a retrasar ese periodo de oxidación y permanecerá tierno más tiempo en la nevera.
