El imponente lobby del Hotel Torre Melina Gran Melia /
cortesía
Un auténtico oasis rodeado de naturaleza en el centro de Barcelona, con tres piscinas y
playa artificial, habitaciones de lujo y una espectacular suite de tres plantas. Así es el nuevo Hotel Torre Melina Gran Melia, que recupera uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, construido para los Juegos Olímpicos de 1992: el hotel Rey Juan Carlos I.
Convertido en un espacio moderno y elegante, el
Hotel Torre Melina Gran Meliá cuenta con 391 habitaciones, de las cuales 61 son suites repartidas en 16 plantas. Además cuenta con The Royal Penthouse Suite RedLevel, una suite de tres plantas con 300 metros cuadrados, que se distribuye en comedor, salón, cocina y rooftop propio.
El Estudio ASAH, de Alvaro y Adriana Sans, ha sido el encargado del interiorismo y ha apostado, para este proyecto, por una
decoración de diseño contemporáneo pensada para el disfrute, pero sin olvidar el toque sofisticado en cada estancia.
El equipo de diseño ha prestado especial atención a las piezas y los tonos que facilitan la fluidez y permiten que
la luz sea protagonista en un lobby que funciona como un anfiteatro. Todos estos elementos consiguen que este sea
un oasis en medio del ajetreo urbano.
El Torre Melina, en la zona alta de la Diagonal, está situado en el corazón de los jardines diseñados por el paisajista Josep Fontserè i Mestre, quien ideó el Parc de la Ciutadella y proyectó el mercado del Born de Barcelona. El alojamiento toma el nombre de
una antigua masía del siglo XII en cuyos terrenos se encuentra el edificio principal.
La impresionante suite de tres plantas del Hotel Torre Melina Gran Melia. /
cortesía
Este emplazamiento simula la tranquilidad de un entorno natural gracias a varias piscinas concebidas como la extensión de un paraíso, un lago, estanques,
25.000 metros de jardín y la playa artificial. Todas estas instalaciones permiten alojarse en el centro de la ciudad y tener la sensación de estar en medio de la naturaleza.
Además, en esta nueva etapa del hotel ha ganado protagonismo el bienestar, gracias al
spa y a la piscina climatizada, y especialmente la gastronomía, con esperadas aperturas como su local de cabecera, Erre de Urrechu, Beso Pedralbes junto a la piscina, y Chroma, una coctelería de la mano del reconocido bartender Erik Lorincz.
Piscinas y jardines del Hotel Torre Melina Gran Meliá /
cortesía hotel
Bajo la batuta de Íñigo Urrechu, Erre ofrece una perspectiva distinta, un innovador concepto de
asador de lujo, con una carta basada en la influencia vasco-mediterránea.
La carta incluye carnes a la brasa con madera de encina, como la chuleta de vaca charra nacional o corte de lomo alto de black angus, entre otras muchas alternativas. Además, también hay opción de pedir pescado a la brasa con madera de olivo, como la lubina a la espalda y el bacalao tellagorri;y verdura a la brasa con madera de naranjo, como los pimientos del piquillo asados y confitados en su jugo y el puerro con emulsión de queso Comte.
Un buen producto, bien tratado, servicio amable, decoración elegante y acogedora son sus señas de identidad. La intención es, además de acoger a los clientes del hotel, pueda atraer a una clientela que aprecie
la alta cocina.
