Un equipo de paleontólogos de las universidades de Portsmouth y Leicester ha descubierto un fósil de un gigantesco reptil volador del período Jurásico con una envergadura estimada de más de tres metros, lo que lo convierte en uno de los pterosaurios más grandes jamás encontrados que vivieron en ese periodo de la historia de la Tierra. Fue hallado en un pozo de grava cerca de Abingdon-on-Thames, Oxfordshire, y consta de parte del hueso del ala de un pterosaurio.
Aunque los fósiles del espécimen estaban rotos en tres trozos cuando los encontró el geólogo James Etienne en el suelo de la cantera en junio de 2022, tenían muy buen estado de conservación, por lo que tras un examen exhaustivo de los restos, han concluido que el hueso del ala pertenecía a un ctenochasmatoide adulto, un grupo de pterosaurios conocidos por sus alas largas y delgadas, mandíbulas largas y dientes finos. Sus alas miden más de tres metros de largo; no es el pterosaurio de mayor envergadura con el que se haya topado la ciencia, pero sí es uno de los más grandes.
Podían crecer más de lo que se pensaba
Según los informes, el profesor David Martill de la Universidad de Portsmouth quedó sorprendido por el tamaño del hueso, exponiendo, en su estudio publicado en la revista Proceedings of the Geologists’ Association, que el pterosaurio en cuestión podría haber tenido una envergadura máxima de 3,75 metros a tenor de los restos encontrados. Este dato es realmente llamativo, ya que los pterosaurios del período Jurásico solían tener alas de 1,5 a 2 metros de largo.
«Cuando se descubrió el hueso, ciertamente destacaba por su tamaño. Llevamos a cabo un análisis numérico y llegamos a una envergadura máxima de 3,75 metros. Aunque esto sería pequeño para un Cretácico pterosaurio, ¡es absolutamente enorme para ser uno del Jurásico!. Este fósil también es particularmente especial porque es uno de los primeros registros de este tipo de pterosaurio del período Jurásico en el Reino Unido», aclara Martill.
Y es que los pterosaurios de los períodos Triásico y Jurásico normalmente tenían envergaduras de entre 1,5 y 2 metros, lo que los hacía más pequeños que sus parientes posteriores del período Cretácico, que tenían envergaduras que podían alcanzar hasta los 10 metros como Quetzalcoatlus northropi, que fue la última especie de pterosaurio en extinguirse y tenía una envergadura estimada de hasta 10 a 11 metros. Sus alas estaban formadas por una membrana de piel y músculo que se extendía desde un cuarto dedo alargado hasta sus extremidades traseras. A pesar de la creencia de que los pterosaurios del Triásico y Jurásico no eran tan grandes, este nuevo descubrimiento sugiere que algunos pterosaurios del Jurásico podían crecer mucho más de lo que se pensaba anteriormente; pone en duda lo que los científicos creían saber sobre los límites de tamaño de estos primeros reptiles voladores.
«Este espécimen es ahora uno de los pterosaurios más grandes conocidos del período Jurásico en todo el mundo, superado sólo por un espécimen en Suiza con una envergadura estimada de hasta 5 metros», dicen los autores.
El hueso fue encontrado por el Dr. Etienne cuando la Formación de Arcilla Kimmeridge del Jurásico Tardío quedó temporalmente expuesta en el suelo de la cantera, revelando una serie de especímenes, incluidos huesos de ictiosaurios y plesiosaurios y otras criaturas marinas antiguas, como amonitas y bivalvos, cocodrilos marinos y tiburones.
¿Y por qué bautizarlo como Abfab?”Nuestro apodo para el pterosaurio de Abingdon, muestra que los pterodactiloides, pterosaurios avanzados que dominaron por completo el Cretácico, alcanzaron tamaños espectacularmente grandes casi inmediatamente después de su primera aparición en el Jurásico Medio, justo en el momento en que los ancestros dinosaurios de las aves empezaban a volar ”, aclaró Dave Unwin de la Universidad de Leicester y coautor del trabajo.
El fósil se encuentra actualmente en la Colección Etches en Kimmeridge, Dorset, y está disponible para más investigaciones.
Linaje de pterosaurios
Entre los pterosaurios más conocidos se encuentra Pteranodon, que fue descubierto a finales del siglo XIX en la Formación Niobrara de Kansas, y vivió durante el período Cretácico Superior, hace entre 70 y 100 millones de años. Su cresta craneal apuntando hacia atrás es, quizá, su característica más llamativa. Con una envergadura de 5 a 7 metros era un volador competente que, presumiblemente, se alimentaba de peces. Sus grandes ojos indican que tenía una excelente visión, lo que le ayudaba en la caza junto con su pico largo y desdentado.
Otro de los que merece un lugar destacado es el pterosaurio descubierto por la paleontóloga Mary Anning -primera mujer paleontóloga de la historia- a principios del siglo XIX en Lyme Regis, Se trataba de Dimorphodon, uno de los primeros pterosaurios, procedente del período Jurásico temprano, hace unos 200 millones de años y que también destaca por sus características craneales distintivas. Fue nombrado de forma oficial por el paleontólogo Richard Owen en 1859.
Referencias:
- James L. Etienne et al, A ‘giant’ pterodactyloid pterosaur from the British Jurassic, Proceedings of the Geologists’ Association (2024). DOI: 10.1016/j.pgeola.2024.05.002