WASHINGTON (Reuters) – El Departamento de Justicia de Estados Unidos tomó medidas el martes para convertir el consumo de marihuana en un delito federal menos grave, dando un paso para reclasificar la droga fuera de una categoría que incluye la heroína, en un cambio que, una vez completado, sacudiría la política sobre el cannabis en todo el país. .
Las acciones de las empresas de cannabis subieron tras la noticia. Las acciones de empresas de marihuana como Tilray, Trulieve Cannabis Corp y Green Thumb Industries subieron más del 20% en las operaciones de la tarde.
El Departamento de Justicia, que supervisa la Administración de Control de Drogas (DEA), recomendó que el cannabis se clasifique como una droga de la lista tres, con un potencial moderado a bajo de dependencia física y psicológica, en lugar de la lista uno, que está reservada para drogas con un alto potencial de abuso, confirmaron dos fuentes a Reuters.
Las sanciones por el uso de drogas de la lista tres son menos severas según la ley federal.
La propuesta se enviará a la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca para su revisión y finalización, dijeron las fuentes, aunque advirtieron que todavía habrá un período de comentarios públicos y un proceso regulatorio por venir.
El presidente Joe Biden, un demócrata que se postula para la reelección en noviembre, inició una revisión de la clasificación de la droga en 2022, cumpliendo una promesa de campaña que era importante para los miembros de izquierda de su base política.
Actualmente, la droga pertenece a la clase de la DEA que incluye la heroína y el LSD. Se trasladaría a un grupo que contiene Tylenol con codeína y ketamina.
BRECHA ENTRE LEYES ESTATALES Y FEDERALES
La reclasificación de la marihuana representa un primer paso hacia la reducción del abismo entre las leyes estatales y federales sobre el cannabis. La droga es legal de alguna forma en casi 40 estados.
Si bien reclasificar la droga no la hace legal, abriría las puertas a una mayor investigación y uso médico, lo que resultaría en sanciones penales más leves y mayores inversiones en el espacio del cannabis.
La DEA se negó a hacer comentarios.
La medida del Departamento de Justicia se produjo después de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos recomendara en agosto reprogramar el cannabis como parte de la revisión ordenada por Biden.
El apoyo público a la legalización de la marihuana en los Estados Unidos ha aumentado significativamente en las últimas décadas, lo que refleja una creciente aceptación del uso recreativo y medicinal del cannabis.
Colorado y Washington se convirtieron en los primeros estados en permitir la marihuana recreativa en 2012.
Si la clasificación de la marihuana se flexibilizara a nivel federal, eso podría permitir que las principales bolsas de valores incluyan empresas que se dedican al comercio de cannabis y potencialmente permitir que las empresas extranjeras comiencen a vender sus productos en los Estados Unidos.
Si bien muchos estados han legalizado el uso médico o recreativo del cannabis, su estatus ilegal según la ley federal estadounidense ha obligado a la mayoría de los principales bancos a negar sus servicios a las empresas relacionadas con el cannabis.
Biden y la vicepresidenta Kamala Harris buscan reforzar el apoyo de la comunidad negra a su candidatura a la reelección contra el expresidente Donald Trump, un republicano.
Los estadounidenses negros y las comunidades de color se han visto afectados de manera desproporcionada por la lucha contra las drogas relacionadas con la marihuana durante décadas, y los negros tienen 3,6 veces más probabilidades que los blancos de ser arrestados por posesión de marihuana, a pesar de tasas de uso similares, según la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.
Según datos del Pew Research Center, los estadounidenses blancos y negros consumieron marihuana a tasas aproximadamente comparables en 2020; sin embargo, los negros representaron el 39% de todos los arrestos por posesión de marihuana en los EE. UU. a pesar de ser solo el 12% de la población estadounidense en ese entonces.
(Reporte de Jeff Mason; reporte adicional de Leroy Leo, Mrinalika Roy, Susan Heavey, Sarah Lynch y Kat Stafford; Editado por Cynthia Osterman)
