El Xiaomi SU7 ha provocado un auténtico terremoto en China y la demanda es tan fuerte que la compañía se ha visto obligada a triplicar la producción. Parte de la culpa la tiene su precio reducido, claramente inferior a su rival directo, el Tesla Model 3.
Ya se puede decir, sin riesgo a caer en la hipérbole, que el Xiaomi SU7 está revolucionando el sector de la automoción. Y eso que lleva apenas unas semanas en el mercado en China, pero la demanda es tan fuerte que la compañía se ha visto obligada a triplicar la producción de su coche eléctrico.
Nada más abrir el libro de pedidos, en apenas 24 horas, Xiaomi recibió casi 90.000 reservas y unos días después, ya acumulaba 200.000 peticiones.
Inicialmente, la idea del fabricante chino era vender entre 55.000 y 100.000 unidades del SU7 este 2024. Pero, ante la fuerte demanda ha tenido que triplicar la producción y algunos clientes tendrán que esperar siete meses para tener su coche.
Para poner en perspectiva estos números, en España se matricularon en marzo cerca de 95.000 vehículos, independientemente del tipo de motor.
Es evidente que parte de la culpa de esta locura que se ha desatado en China con el Xiaomi SU7 tiene que ver con su precio reducido. Recordemos que el modelo básico arranca en menos de 28.000 euros, un precio claramente inferior al de su principal rival, el Tesla Model 3.
Xiaomi ya ha confirmado que el SU7 llegará a España este mismo año y, aunque no ha hablado nada todavía de precios, sí podemos asegurar que no será tan barato como en su país de origen por motivos obvios: aranceles, tasas, IVA (allí es del 13% y aquí del 21%, etc.).
¿Qué explica este éxito tan rápido?
No son pocos los que se preguntan cómo es posible que Xiaomi haya tenido tanto éxito en tan poco tiempo. Sobre todo, tratándose de una compañía ajena al sector de la automoción y que ha dejado en la cuneta a otro gigante como Apple, que hace unos meses canceló su proyecto de coche autónomo.
Uno de los motivos que explica este éxito de Xiaomi es que el SU7, en realidad, lo fabrica el Grupo BAIC. Es decir, el gigante tecnológico tiene el soporte una compañía estatal con sede en Pekín que fabrica automóviles desde 1950 y que, actualmente, cuenta con un volumen de ventas de 1,7 millones de vehículos.
Una cifra que la sitúa al nivel de Tesla o Geely, aunque lejos de gigantes, como Toyota y Volkswagen, que vendieron 10,3 y 9,2 millones de automóviles en 2023, respectivamente.
