La investigación científica ha descubierto que ciertos hábitos ayudan a mejorar la autoestima. /
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La autoestima es una característica de la personalidad que determina de manera importante toda nuestra vida. De hecho, es habitual que aprendamos a
fingir una alta autoestima y competencia para avanzar en el trabajo y tener éxito en las relaciones personales, aunque la realidad de la estima propia no sea excelente. Es una buena costumbre: según el fenómeno científico denominado
‘activación de comportamiento’, si nos comportamos como personas seguras y solventes, el cerebro terminará creyéndose que lo somos. Pero, claro, no es fácil hacerlo.
Por suerte, la investigación científica ha descubierto que ciertos hábitos, nada complicados y totalmente gratuitos, pueden ayudarnos a ganar autoestima para no tener que fingir todo el rato
una personalidad consistente. Atenta porque lo principal es practicarlos cada día y, si te acuerdas, insistir en ellos. Cuanto más los practiques,
más efecto tendrán en tu autoestima. Algunos pueden parecerte bastante inocuos, pero la ciencia asegura que funcionan.
Viste de negro y usa un buen perfume
La manera en la que vistes y tu olor pueden marcar la diferencia en términos de la autoestima. Según una encuesta británica de 2015, los colores reflejan distintas características de la personalidad.
El negro, en concreto, se determinó como el color más relacionado con
la confianza, el éxito y la inteligencia. Si vistes de negro comunicas, para ti misma y para el mundo, estas características.
Sobre este estudio, dos investigadores de la universidad de Washington determinaron que el atuendo formal de colores oscuros o directamente negro influye en la percepción hasta el punto de beneficiar en la negociación de sueldos. El profesional que
viste formalmente de negro es percibido como más efectivo, exitoso y capaz en su trabajo. Lógicamente, ser percibidos de esta manera impacta positivamente en cómo nos percibimos a nosotros mismos.
En esta misma línea trabajó la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Liverpool, en un estudio que demostró que usar un perfume de calidad
aumenta la confianza en nosotros mismos. Esa demostración fácilmente observable por el olfato de que nos concedemos la máxima importancia con nuestro perfume impacta a nuestro alrededor, cosa que se nos devuelve positivamente.
La autoestima tiene mucho que ver con aceptarse y reconocer las cosas buenas y menos buenas como parte de la autenticidad personal. /
D.R.
Practica las posturas de poder
Se trata, ya lo habrás advertido, de decirle al cerebro lo que no se quiere creer: que tenemos confianza, que creemos en nuestro valor y que nos queremos. Además de con nuestra ropa y mediante el olor, podemos repetírselo con nuestra
postura corporal. Lo estás leyendo bien: existen cierto lenguaje corporal que aumentan la autoestima. Son las llamadas posturas de poder o posturas expansivas.
La
psicóloga social de la Universidad de Harvard Amy Cuddy recomienda adoptar esta postura minutos antes de una negociación, de una entrevista importante o de cualquier cita que nos ponga especialmente nerviosas. Incluso si tenemos que hablar en público,
mantenerse erguido, con los hombros echados para atrás, la cabeza levantada y los brazos en jarras, ejercerá un efecto de confianza inmediato en nosotras mismas. Se trata de ocupar espacio y dominar con la mirada y el cuerpo.
Para beneficiarnos de la postura de poder sin plantarse en este postura automáticamente, Joy sugiere practicarla cada día durante unos minutos. Por ejemplo, antes de salir de casa. Como nadie nos ve, podemos erguirnos de la manera sugerida, pero elevar los brazos sobre nuestra cabeza en forma de V. Como si acabáramos de
ganar una competición olímpica. Esta postura influye las dos hormonas del éxito: la testosterona (que sube) y el cortisol (que baja).
Fotografíate: hazte selfies
Científicos de la Universidad de California-Irvine demostraron que hacerse fotos, publicar ‘selfies’ de uno mismo o incluso simplemente mirarse al espejo con frecuencia,
aumenta la autoestima. Importante: debemos
sonreírnos a nosotros mismos cada vez que nos retratemos o nos miremos al espejo. Se trata de hacer sentir mejor a nuestro cerebro, tranquilizándole.
Además, al efectuar una foto o un momento frente al espejo cada día, nos obligamos a tomar en consideración nuestro aspecto físico y tratar de mejorarlo para aparecer
lo más favorecidos posible. Si nos acostumbramos a hacerlo cada día, nos sentiremos mejor al vernos mejor y eso tendrá consecuencias en la autopercepción de nuestra valía personal.
Mejora tu diálogo interno
Un nuevo estudio sobre imágenes cerebrales publicado en la revista ‘Social Cognitive and Affective Neuroscience’ demuestra lo que ya intuíamos: las afirmaciones positivas
activan las zonas cerebrales que intervienen en el procesamiento de información y procesos de valoración. Los escáneres probaron cómo hablarnos a nosotros mismos de manera positiva, reforzando nuestra autoestima con frases de autoafirmación, ilumina zonas cerebrales que realizan estos procesos neuronales.
Demostrado que el diálogo interno impacta en nuestro cerebro, queda controlarlo para decirnos lo que necesitamos escuchar: que aceptamos nuestros defectos y los integramos en nuestra autopercepción como eso que nos hace únicos. Además, nos conviene muchísimo aprender a detectar los pensamientos negativos, críticos o distorsionados
para desmantelarlos: no se trata de perder la capacidad crítica, sino de ser realistas. Y, por último, nos beneficia dedicar algunos minutos y detenernos cada día para dar las gracias. Tenemos, seguro, razones.