irene de Holanda y Carlos Hugo de Borbón Parma /
gtres
Irene de Holanda nació en 1939 en el palacio de Soestdik, residencia oficial de los reyes de Paises Bajos, pero, poco después tuvo que huir con su familia a Inglaterra por la invasión alemana. Irene fue bautizada en la capilla del palacio de Buckingham. Recibió los nombres de Irene Emma Isabel de Orange-Nassau. Su madrina fue
la reina Isabel, la reina Madre.
Los Orange-Nassau se trasladaron tiempo después a Canadá y se establecieron en Ottawa. Beatriz e Irene iban juntas al colegio público Rockcliffe Park y jugaban con los niños de su entorno con toda normalidad. En 1943 nació su tercera hermana, Margarita, y tras regresar a Holanda, en 1947, llegó la princesa Cristina.
Con el tiempo, Irene se convirtió en una de las princesas «it» de Europa. Era elegante, atractiva y un punto rebelde. Podía gozar de mayor libertad que
su hermana Beatriz, la futura reina. Estudió en las Universidades de Lausana y Utrechty pasó un tiempo en Madrid para aprender castellano, lengua de la que se convirtió en intérprete. Fue en la capital de España donde
conoció mejor al príncipe Carlos Hugo de Borbón Parma. Habían coincidido en la
boda del rey Juan Carlos y la reina Sofía, en Atenas, en 1962. Comenzaron un idilio que permaneció en secreto.
Carlos Hugo de Borbón-Parma era el pretendiente carlista al trono de España y figuraba entre los
posibles sucesores que barajaba el general Franco. Los carlistas reclamaban el trono desde que Fernando VII derogó la Ley Sálica para que su hija Isabel fuera reina. El hermano del rey, Carlos María Isidro, consideró que se le arrebatan sus derechos sucesorios y sus partidarios formaron el movimiento carlista, que provocó tres guerras en. el siglo XIX.
Carlos Hugo de Borbón Parma, exmarido de Irene, era
descendiente de Felipe I de Parma hijo de Felipe V de España, primer rey Borbón de España, y fundador de la Casa Real y Ducal de Borbón-Parma. Carlos Hugo había nacido en París, pero se había instalado en España en 1956. Pero en 1978 declaró no aspirar al trono de España. Falleció en 2010
El conflictivo matrimonio de Irene de Holanda y Carlos Hugo de Borbón
Lo que podía resultar un romántico noviazgo en el seno de la realeza europea,
se convirtió en un escándalo. Dos eran las razones: Irene era protestante y Hugo, católico y pretendía al trono de España. Los Orange-Nassau mostraron su rechazo a aquella relación desde el principio. Ni la reina Juliana, ni el Parlamento estaban por la labor de aprobar aquel matrimonio. Entonces, Irene tomó la decisión de convertirse al catolicismo. La prensa la fotografió comulgando en una iglesia de Madrid y aquellas imágenes provocaron un gran escándalo en Holanda.
Irene y Carlos Hugo se casaron el 29 de abril de 1964 en la Basílica de Santa María La Mayor, en Roma, sin la aprobación del Parlamento holandés y con la total ausencia de la familia real holandesa. Irene se convirtió en Princesa de Parma, Duquesa de Plasencia y Duquesa de Guastalla, pero
perdió sus derechos al trono holandés y se le prohibió regresar a su país durante un largo periodo. Irene apoyó, desde aquel momento, a su esposo en sus aspiraciones dinásticas.
Pero Juan Carlos fue designado heredero por Franco en 1969. Carlos Hugo se propuso entonces reavivar el movimiento carlista y fundó a principios de los años setenta el Partido Carlista, que nunca fue legalizado por el Regimen de Franco. Tras la muerte de Franco, se presentó a las elecciones generales como cabeza de lista por Navarra, pero no obtuvo los resultados esperados.
Entonces la familia se marchó a Estados Unidos y se instaló allí con sus cuatro hijos: Carlos Javier (1970), los gemelos Margarita y Jaime (1972) y Carolina (1974). Pero
el matrimonio entró en crisis. Irene pensó que su sacrifico no había merecido la pena. Regresó a Holanda a principios de los años ochenta. El matrimonio se disolvió en 1981.
Irene pasó años tormentosos y se refugió en la naturaleza y en el ecologismo. Su comportamiento no dejó de sorprender e inquietar a su familia, como cuando participó en una manifestación en contra de la OTAN, en 1983. Fundó la organización Nature Wise y la fundación Lippe-Biesterfeld Nature. Compró un terreno de 5.000 hectáreas en Sudáfrica que convirtió en la Reserva Natural Bergplaas.
Irene de Holanda /
gtres
Una vida marcada por los escándalos
La princesa había recibido el perdón de su familia, pero seguía estando oficialmente excluida de la Familia Real. En 2008, sin embargo,
decidió retomar el uso de su título de Princesa de Holanda que le correspondía en calidad de hija de Reina y que, a pesar de todo, nunca había perdido. Participa en todas las celebraciones familiares y disfruta de sus sobrinos y sus 10 nietos. Su hijo Carlos Javier, de 54 años, es el actual pretendiente de la Casa de Borbón-Parma al trono de España.
Hace cuatro años, sin embargo, Irene volvió a ocupar los titulares de la prensa, cuando se reveló que
había mantenido una relación extramatrimonial con un ayudante de su padre durante tres años y mientras estaba casada con Carlos Hugo de Borbón-Parma. El responsable de la filtración fue el propio amante de la princesa Ronnie Wolff, un antiguo oficial de l Marina holandesa. Ambos estaban casados. Aseguró que había compartido «un tiempo precioso con Irene», aunque fue despedido por su causa.
El romance sucedió entre 1976 y 1979. Surgió durante unas vacaciones en Porto Ercole, en la Toscana italiana, donde la familia real holandesa tiene una casa de vacaciones. El amante relató a la prensa que se habían dado cuenta que compartían opiniones sobre muchos asuntos, que jugaron al tenis, y su atracción fue cada vez más fuerte.
Compartieron cenas con amigos y fiestas. Wolff estaba muy integrado en la familia real.
«Sí, estábamos enamorados», aseguró en sus revelaciones a la prensa. Y describió a la princesa como bella, inteligente y atractiva, con un aura maravillosa. Había una gran química entre nosotros». El romance se acabó filtrando a la prensa y su relación terminó.
