El BYD Seal se ha convertido en el mayor problema de Tesla. La berlina eléctrica china está disponible en dos versiones, una de tracción trasera y 313 CV y otra de tracción total y 530 CV, con hasta 570 kilómetros de autonomía.
Hace 13 años, a Elon Musk le salió una carcajada cuando le preguntaron en una entrevista de Bloomberg TV si BYD podría competir con Tesla. Ahora sabemos que sí y no sólo eso. El BYD Seal se ha convertido en el mayor problema para Tesla por tres razones.
La marca estadounidense es el gran referente en el mercado del coche eléctrico, no en vano ha sido la primera en fabricar vehículos a baterías exclusivamente, desde su fundación.
Pero, con el paso del tiempo, le han salido importantes competidores, no sólo fabricantes europeos que han entrado en el sector eléctrico sino, sobre todo, marcas chinas centradas total o parcialmente en coches eléctricos. Tampoco podemos olvidar otros fabricantes de Estados Unidos, como Lucid.
Pero el problema para Tesla viene, principalmente, de China, porque las distintas marcas del país asiático han sabido hacer buenos coches que nada tienen que envidiar a los europeos y a la propia Tesla, con cifras de potencia y autonomía espectaculares, pero con la ventaja de ser más competitivos a nivel de precio.
El BYD Seal es un ejemplo de ello. Tenemos aquí una berlina eléctrica de 4,80 metros de largo, disponible en dos versiones: una de tracción trasera con un motor de 313 CV y otra de tracción total con dos motores y 530 CV. Ambas llevan una batería de 82,5 kWh que homologa una autonomía de 570 y 520 kilómetros, respectivamente.
¿Por qué el BYD Seal se ha convertido en el mayor problema de Tesla? Relación entre precio y potencia
Como ves, por sus dimensiones y potencia, el BYD Seal apunta directamente al Tesla Model 3, aunque también pone nervioso a otros modelos de su categoría, como el BMW i4. La primera razón que damos por la que la berlina china se ha convertido en un problema para la marca de Elon Musk es su relación entre precio y potencia.
El Seal está a la venta desde 46.990 euros, mientras que el Model 3 arranca en 39.990 euros, ambos precios sin contar con las ayudas públicas. Por tanto, existe una diferencia de 7.000 euros entre ambos.
Sin embargo, por ese precio, el BYD ofrece más potencia. La versión básica tiene 313 CV, mientras que el Model 3 tiene 286 CV. También tiene más autonomía: 570 frente a 513 kilómetros.
En cambio, si comparamos las versiones tope de gama de ambos modelos, vemos que el Seal tiene 530 CV y cuesta 48.990 euros, frente al Model 3 que tiene 498 CV cuesta 49.990 euros.
Aquí vemos que el Tesla es más caro, pese a ser menos potente. Eso sí, ofrece un rango de autonomía mayor, con 629 kilómetros en su versión Gran Autonomía.
En términos de aceleración, el BYD Seal sale ganando: en la versión de 313 CV, pasa de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y en la de 530 CV tarda 3,8 segundos. Por su parte, el Tesla Model 3 necesita 6,1 segundos en su versión básica y 4,4 segundos en la más potente.
Equipamiento y acabados
El equipamiento es otro punto que podemos destacar del BYD Seal, porque es un coche que ofrece mucho para lo que cuesta. Es un equipamiento más propio de un modelo más caro.
En su interior, encontramos un panel de instrumentos de 10,25 pulgadas, más otra pantalla de 15,6 pulgadas en el centro del salpicadero para proyectar el contenido del sistema multimedia, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Esta pantalla tiene la particularidad de que puede girar y se puede colocar en posición horizontal o vertical.
Además, cuenta con asientos delanteros ventilados y calefactados, un sistema de sonido de 12 altavoces firmado por Dynaudio, actualizaciones inalámbricas, carga inalámbrica de móviles y muchas ayudas a la conducción, como cámaras de visión periférica, control de crucero adaptativo y alerta de tráfico trasero cruzado, entre otros.
Pero, si hay un aspecto donde el modelo chino es superior al estadounidense es en la calidad de los materiales que revisten el interior. Aunque el Model 3 ha mejorado en este apartado con la última actualización, la sensación que transmite el Seal de coche bien hecho y terminado es mayor.
Tacto de conducción
Por último, pero no menos importante, el BYD Seal ofrece un tacto de conducción exquisito, sobre todo, en la versión más potente. Esto se debe al buen trabajo que hacen las suspensiones adaptativas, que absorben perfectamente las irregularidades del asfalto, y al control vectorial del par motor que reparte la fuerza entre las cuatro ruedas.
Al volante de la berlina eléctrica china, se percibe una gran solidez y la sensación de estar ante un vehículo muy bien construido. Transmite las mismas sensaciones que un auténtico coche de lujo, con un aislamiento acústico del interior muy bueno.
Otra particularidad del BYD Seal es que puede ser, a la vez, un coche deportivo y una cómoda berlina para viajar. Esto lo consigue por todo lo dicho antes y también porque tiene la batería integrada en el chasis, lo que, además de mejorar la seguridad, aumenta la rigidez estructural del coche.