El progenitor sería colaborador necesario en la comisión de un delito contra la seguridad vial.
Quien más y quien menos se ha puesto al volante de un coche siendo pequeño, con la ayuda de sus padres. Sin embargo, esta práctica inocente, en realidad implica un delito contra la seguridad vial, como han comprobado un niño de 13 años y su padre, que iba de copiloto, que han sido cazados por la Guardia Civil.
Los hechos han tenido lugar en el término municipal de Talayuela, Cáceres, concretamente en las calles de un polígono industrial.
Los agentes estaban realizando su servicio cuando vieron un coche que estaba siendo conducido por una persona a priori demasiado joven como para estar al volante de un automóvil de manera legal.
En consecuencia se acercaron al vehículo y comenzaron a seguirle, algo de lo que los ocupantes se percataron, ante lo que intentaron intercambiar sus asientos de manera apresurada y a la vista de los guardias civiles, a los que no consiguieron engañar.
Una vez a la altura del vehículo, pidieron los datos a los dos ocupantes, que resultaron ser padre e hijo, el primero de 44 años de edad y el segundo con tan solo 13, por lo que ni siquiera era suficiente mayor como para sacarse el permiso AM, que permite conducir ciclomotores y cuadriciclos ligeros, puesto que para ello es necesario tener al menos 15 años.
Al ser tan joven, el hijo es un menor inimputable, no así su progenitor, al que se detuvo como cooperador necesario para la supuesta comisión de un delito contra la seguridad vial.
Y es que este comportamiento no conlleva únicamente una sanción administrativa, y es que en el artículo 384 del Código Penal se castiga de manera específica la conducción sin la licencia pertinente o sin haber obtenido nunca una, en lo que entraría el caso de poner a un menor al volante.
El castigo por este comportamiento comporta entre uno y dos años de multa, que puede llegar a superar hasta los 2.000 euros, o con trabajos para la comunidad que debe realizar quien conduce sin tener el carné, aunque en este caso, siendo menor de edad, esto último no se va a aplicar, aunque sí deberá hacerse responsable de ello su padre.
Es algo que mucha gente desconoce y es que esta práctica es bastante común, así como otras similares como poner al pequeño a mover el volante mientras que el progenitor controla los pedales.
Lo habitual, sin embargo, es hacerlo en espacios en los que no pueda haber problemas, como puede ser un descampado o un parking que esté desierto, no hacerlo por una vía pública en la que se comparte lugar con otros usuarios, con lo que entraña más riesgos y peligro, pudiendo producirse problemas en cualquier momento.
Ante la situación, la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres ha emitido un comunicado apelado a la responsabilidad y la cautela de los ciudadanos “valorando, previamente, las posibles consecuencias tanto legales como personales que pueden conllevar este tipo de acciones, aparentemente inofensivas, pero que en su práctica no lo son”.