La temporada de Fórmula 1 llega este fin de semana a Japón, un examen clave para saber si Ferrari está realmente tan cerca de Red Bull como para luchar con ellos por al menos uno de los dos títulos en juego.
Después de las tres primeras carreras que se han celebrado este año en la Fórmula 1, el equipo Red Bull tan solo tiene cuatro puntos de ventaja sobre Ferrari al frente del Mundial de Constructores. Una diferencia que dista mucho de lo que ocurría hace un año, cuando la escudería austriaca salía de Australia con 58 puntos sobre el segundo clasificado: Aston Martin.
Hace poco más de una semana asistimos al primer problema técnico grave que ha sufrido el equipo Red Bull en dos años, algo que Ferrari no tardó en aprovechar mediante una gran actuación de Carlos Sainz. Precisamente en aquella carrera la escudería de Maranello era capaz de plantar cara de forma realista a Red Bull.
Tras el problema en el coche de Verstappen, nos quedamos con la duda sobre si Sainz y Ferrari habrían podido plantar cara a la todopoderosa escudería austriaca en ritmo real de carrera. En Japón, este fin de semana, asistiremos a un nuevo capítulo de una batalla que la Fórmula 1 necesita para mantener la emoción y evitar que Max se lleve su tercer título ‘de calle’.
Carlos Sainz, el salvador
No ha sido una, sino dos, las veces que Carlos Sainz ha conseguido batir a Red Bull en las dos últimas temporadas. Quitando sus triunfos en el GP de Singapur de 2023 y en el reciente GP de Australia, Sergio Pérez y Verstappen han ganado todas las carreras disputadas desde el GP de Abu Dhabi 2022.
Eso demuestra las magníficas prestaciones de los Red Bull RB19 y RB20, dos monoplazas que desde su debut en pista han estado por encima del resto de rivales, pero también pone en valor la enorme calidad de Ferrari para haber sido la única alternativa a la escudería de las bebidas energéticas y el talento de Carlos Sainz.
En las dos carreras donde Sainz ha conseguido la victoria cuando el favorito era Red Bull, el piloto español ha estado muy por encima de sus rivales, entre ellos, por supuesto, de su compañero de equipo, Charles Leclerc, que además de competir con su mismo coche es apodado «El Predestinado» por el apoyo que tiene dentro de la Scuderia.
Vimos en Singapur el año pasado cómo Carlos lograba batir a Lando Norris y a los Mercedes de Russell y Hamilton en una preciosa batalla hasta la bandera a cuadros. En Australia, Carlos, después del abandono de Verstappen, dejó al resto del pelotón un paso por detrás y controló la carrera a la perfección.
Ferrari tiene la llave de la ‘emoción’
Con el permiso y la duda que existe sobre la carrera de desarrollo después de las tres primeras carreras, en las que las evoluciones introducidas por los distintos equipos han sido muy pocas, solo parece que Ferrari pueda medirse de tú a tú con Red Bull. En Australia, Carlos se quedó a tan solo dos décimas de la pole, un terreno donde Max suele estar siempre un paso por encima.
Ferrari, por tanto, es la gran esperanza… y la única que actualmente puede permitirse soñar. Su jefe, Fréderic Vasseur, ya lo hace. Después del doblete de Australia, el francés dijo que el objetivo es luchar por el título de constructores y de pilotos… aunque no es un objetivo en el que se pueda pensar a corto plazo: «quizás sea un poco pronto», reconoció a la RAI. La cuestión es que no lo descarta.
El inicio de curso no ha sido especialmente positivo para Mercedes, quienes acabaron la temporada pasada en el segundo puesto del Mundial de Constructores, una batalla en la que, por el momento, Ferrari les está superando este año. Ahora mismo, de hecho, están a nada menos que 71 puntos de Red Bull. Su mejor puesto en lo que va de curso es un quinto puesto en Bahréin.
En cuanto a McLaren, el cuarto clasificado del año pasado, ya suman un podio esta temporada, tras el tercer puesto logrado por Lando Norris en Australia. Están por delante de Mercedes en el Mundial, y también de Aston Martin, el quinto equipo en este comienzo de temporada. Su mejor resultado hasta ahora es el quinto puesto de Fernando Alonso en Arabia Saudí.
Pelearle el título a Verstappen este año suena tremendamente difícil, pero al menos en la F1 se necesita batalla por la victoria. Que no comience la carrera del domingo siendo conscientes al 90% de quien va a cruzar la línea de meta en la primera posición. En la última década, ya hemos vivido los dominios de Red Bull y de Mercedes y otra vez de Red Bull.
La victoria de Carlos y Ferrari en Melbourne fue un halo de esperanza en un circuito un tanto peculiar. Si se confirma su buen rendimiento y que los coches rojos realmente pisan los talones a Verstappen y Pérez en un circuito donde son tan fuertes como Suzuka… entonces, quizás, sí que haya Mundial. O, aunque vuelva a ganar Max, al menos que haya lucha… y emoción.
