Contra todo pronóstico, hay un fabricante, que es el que más coches vende en el mundo, que augura una larga vida a los vehículos con motor diésel. Toyota ha roto una lanza en favor de este tipo de motorizaciones, a pesar de que el mercado, en términos de ventas, diga lo contrario.
Toyota ha vuelto a ser en 2023 la marca más vendida del mundo. El dominio del fabricante japonés es aplastante, superando en casi dos millones al segundo clasificado, el Grupo Volkswagen. Con 11,23 millones de coches vendidos en todo el mundo, Toyota es más líder que nunca, gracias a un crecimiento del 7,7% respecto a los registros de 2022.
Estos volúmenes de ventas los consigue la compañía japonesa centrando sus esfuerzos, principalmente, en la producción de coches híbridos, que suponen 3,42 millones de unidades sobre el total de las ventas de Toyota, muy por encima de los coches híbridos enchufables (124.755 unidades) y, sobre todo, de los coches eléctricos (104.018 unidades).
A pesar de que, juntos, suman más de 3,6 millones de coches vendidos, la mayoría de las ventas conseguidas por Toyota son de coches con motor de combustión tradicional. Y esto representa casi 7 millones de coches solo en el año 2023, una cifra demasiado alta para dejar de lado la tecnología del motor de combustión. Al menos, a corto plazo.
Toyota rompe una lanza a favor del motor diésel
En declaraciones a Drive, el jefe de ventas y marketing de Toyota Australia, Sean Hanley, dijo que “el diésel, a pesar de los comentarios populares, no está muerto. Aún le queda un tiempo, así que no va a desaparecer pronto”. Para la filial australiana del fabricante, el diésel sigue siendo “una fuente de combustión muy creíble”, especialmente para SUV de gran tamaño y camionetas.
A pesar de esta afirmación, Hanley cree que el motor diésel necesita adaptarse a normas de emisiones cada vez más estrictas para sobrevivir. Esto va en línea con los últimos movimientos de Toyota, que recientemente anunció un Hilux con motor híbrido ligero basado en el propulsor diésel de cuatro cilindros y 2.8 litros.
Por otro lado, el ejecutivo no descarta la posibilidad de que el motor de combustión funcione con diésel sintético. Toyota está probando los motores térmicos con hidrógeno, como ha dejado claro en los prototipos de carreras basados en el GR Yaris y el GR Corolla. Además, Akio Toyoda anunció hace unos meses que la marca estaba trabajando en una nueva familia de motores de combustión.
El “gran proyecto de desarrollo de motores” es necesario porque Akio Toyoda considera que el vehículo eléctrico nunca superará una cuota de mercado del 30%. El otro 70% de los automóviles seguirá equipando motores de combustión que funcionan con gasolina y diésel. Por eso, Toyota cree que los combustibles sintéticos y el hidrógeno pueden convertirse en una alternativa viable en el futuro.
El futuro es desalentador para el motor de combustión interna, al menos en Europa
A pesar de esta clara defensa del motor diésel tradicional, Toyota tendrá cada vez más complicado vender coches equipados con este tipo de propulsores en Europa, donde los dirigentes de la UE abogan por la prohibición de la venta de coches de combustión nuevos a partir de 2035, lo que da una década al fabricante japonés para seguir comercializando motores térmicos a este lado del planeta.
Tampoco parece estar de su lado el mercado. En 2023 en Europa, los coches diésel se vieron superados en ventas por los coches eléctricos por primera vez, que acapararon un 14,6% del total de las ventas, según datos publicados por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
Los híbridos tuvieron una cuota de mercado del 25,8% y siguen siendo la principal alternativa a la opción predominante, el coche de gasolina. Más flojos son los registros de ventas los híbridos enchufables, que se conformaron con una cuota de mercado del 7,7%.