Más Información
Los segundos Juegos Olímpicos en la trayectoria de Aranza Vázquez serán en París. La clavadista confía en poder destacar, gracias a su constante participación a nivel colegial, donde recientemente se proclamó bicampeona de la NCAA.
“Seré más experimentada. He tenido más experiencia internacionalmente y muchas competencias aquí en mi escuela. Esa va a ser la diferencia a la hora de estar ahí y competir”, afirmó, a EL UNIVERSAL Deportes.
Tokio 2020 fue su debut en la gran justa, con apenas 18 años de edad. Terminó en el sexto puesto en el trampolín tres metros individual, así que —al tener la plaza olímpica para la misma prueba— cuenta con la determinación para conquistar una medalla.
Lee también Aranza Vázquez triunfa en los clavados lejos de México
“[Ir a París] es una gran responsabilidad y oportunidad. Quiero hacerlo bien por mi familia y por mi país”, expresó la clavadista.
A falta de 116 días para los Juegos Olímpicos, Aranza se dice “tranquila” por el hecho de recibir el boleto en la prueba en la cual domina en Estados Unidos.
“Estoy emocionada de poder terminar mi temporada con buenos resultados y —después de eso— son meses que no tengo competencias, en los que me puedo preparar específicamente para París. Estoy enfocada en poder llegar en mi mejor forma física y mental”, dijo.
En esta temporada colegial, entrenó con Yaidel Gamboa, quien fue reconocido como el entrenador del año por la Asociación Estadounidense de Entrenadores Universitarios de Natación, así que buscará sacarle provecho en estos meses previos.
“Voy a dar todo lo que pueda para llegar plena. Quizá, hay algunas [competencias] a las que se planeará ir y que no sea tanto tiempo sin competir”, adelantó.
En febrero, la clavadista olímpica participó en el Campeonato Mundial de Natación que se realizó en Doha, donde subió al podio, al obtener la medalla de plata en la prueba de equipo mixto.
“Esa competencia es divertida y sirve mucho, porque sueltas los nervios”, explicó Vázquez, quien —tras esa participación colectiva— tuvo su desempeño individual y fue ahí donde obtuvo la plaza olímpica.
La clavadista reconoce que sus resultados a nivel colegial dan de qué hablar en el gremio y las rivales la respetan, porque saben que —en el trampolín de tres metros— es un “fenómeno”, como lo dice su apodo.
“Se siente raro que sea esa la reacción, saber que ahora algunas personas piensan [que domino la prueba] es raro, sinceramente”, reconoció.
Prefiere no centrarse en los comentarios del exterior y se concentra en su trabajo, para hacerle honor a la frase que su entrenador Yunieski Hernández le enseñó: “No nos rindamos, porque no somos segundos”.
Únete a nuestro canal
¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.