Aston Martin ha vuelto a los controles físicos para acciones esenciales y utiliza el sistema del ‘factor de enfado’ para añadir o eliminar funciones.
Aston Martin ha apostado por interiores minimalistas más accesibles para cumplir con las exigencias de sus clientes. La métrica por la cual han tomado las decisiones en las acciones integradas en su pantalla se conoce como ‘factor de enfado’. Si un botón, interruptor o control molesta a los diseñadores, lo descartan.
Esto rompe con la tendencia de la mayoría de los fabricantes de coches de lujo, quienes optan por cabinas modernas con todo tipo de tecnología en las pantallas táctiles. Muchos vehículos integran controles simples como la calefacción de los asientos para evitar que el panel central esté lleno de botones.
Tesla inició esta moda, pero no es la única marca con una pantalla táctil central. Aston Martin no ha querido tener nada que ver con esto.
«Lo más importante para nosotros es entender cómo colocamos la tecnología en el habitáculo», asegura Miles Nurnberger, director de diseño de Aston Martin, a CarExpert. La marca británica intentó replicar el estilo de Tesla, pero pronto se dio cuenta que chocaba con su filosofía y no era lo más adecuado para su estilo de clientes.
Aston Martin ha agilizado la gestión de las acciones básicas
El equipo de ingenieros de Aston ha estudiado durante meses la forma de integrar algunos controles en la pantalla central y ha calculado el tiempo que lleva realizar algunas acciones. Las funciones esenciales se deben poder realizar de inmediato y no deben activar el factor de enfado, concluye la marca.
El Aston Martin Vantage es un ejemplo de este cambio en la filosofía de diseño del fabricante. El coche tiene una pantalla táctil central, pero está acompañada de botones físicos. Nurnberger ha asegurado que han tenido en cuenta las consideraciones de los clientes, quienes prefieren regular aspectos como la inclinación de los asientos de forma manual.
Aston Martin apuesta en cierto modo por la seguridad reduciendo el número de distracciones que se encuentran en la pantalla táctil. Otras configuraciones como el volumen pueden ser inseguras e incluso engorrosas de utilizar en comparación con otros métodos como el control desde un volante multifunción.
La marca opina que cuando quieres algo, lo quieres al instante y el factor de enfado influye en la experiencia del usuario. «Si quieres quitar la calefacción, en el momento en el que tienes que entrar en una pantalla y tocar la temperatura, has perdido al cliente», ha expresado el jefe de diseño de Aston Martin.