La realidad no se ajusta a las previsiones.
El coche eléctrico parecer ser el futuro hacia el que avanza la industria, pero cada vez más agentes se dan cuenta de que la situación se está forzando en el presente, así que han decidido aplazar sus planes para pasarse en exclusiva a la movilidad de cero emisiones. La última en sumarse a la tendencia ha sido Bentley.
Según han podido saber los compañeros de Automotive News Europe, el CEO de la marca británica, Adrian Hallmark, ha anunciado dos decisiones.
La primera de ellas ha sido la de retrasar la llegada de su primer coche eléctrico, que en lugar de en 2025, como estaba pensado, no se presentará hasta 2026, comenzando sus entregas un año después, en 2027.
La segunda ha sido otro retraso, esta vez de la decisión de la marca de pasarse a la venta exclusiva de coches eléctricos. Originalmente estaba previsto que ocurriera en 2030, cinco años del ultimátum de Europa, pero finalmente no será hasta 2033, lo que dará más margen a la marca, que piensa que es un ritmo más acorde a cómo está respondiendo el mercado.
De hecho, el retraso, que a priori podría ser visto como algo malo, en realidad ha tenido consecuencias positivas para el fabricante
El propio Hallmark así lo señala: “Debido al retraso del primer BEV y a todos los cambios que nos rodean, estamos invirtiendo más en híbridos. Esperábamos una caída de los híbridos en 2028, 2029 y 2030, pero ahora esperamos que en realidad puedan crecer y continuar. Nos brinda más oportunidades y nos protege contra una adopción más lenta de los BEV”.
De hecho, la inversión para el desarrollo será mínima, puesto que actualmente Bentley ya cuenta en su gama con versiones híbridas de varios de sus modelos, incluyendo el más vendido, que es el Bentley Bentayga.
Además, la compañía se encuentra actualmente ultimando los detalles de un segundo sistema de propulsión PHEV, que tendrá como corazón un motor V8 y que será el reemplazo natural de las versiones de alto rendimiento de la casa, que hasta ahora estaban alimentadas por un propulsor V12.
Además, parece que también tendrá consecuencias positivas para el propio Bentley eléctrico. El retraso se ha debido a problemas con la plataforma Premium Performance Electric (PPE) del Grupo Volkswagen, que utilizan modelos como el nuevo Audi Q6 e-tron o el Porsche Macan, pero el retraso ha hecho que su EV pueda tener mejores funciones autónomas.
Este no es si no un movimiento más dentro de la industria, que se ha dado cuenta de que la hoja de ruta establecida para cumplir con las exigencias de Europa, e incluso adelantarse a ellas, no se adecúa a la realidad de la automoción en pleno 2024.
El despegue de los coches eléctricos está siendo más lento de lo que se esperaba, así que otras marcas como McLaren han retrasado también la llegada de su primer eléctrico, mientras que otras como Fiat han optado por alargar la vida de sus modelos de combustión, pues los EV no consiguen sus mismas cifras de ventas.
