La
Semana Santa, más allá de su significado religioso, supone el primer periodo vacacional oficial del año. Y nosotras estamos deseando escapar de la rutina y dedicar unos días al merecido descanso.
Hacer bien la maleta es clave para disfrutar de ese dolce far niente sin perder ni un ápice de estilo. Y este año, te lo ponemos muy fácil.
Con la estética del
quite luxury como referente de estilo y la
regla 333 como gran aliada, te proponemos crear unos cuantos
looks básicos, atemporales y de calidad, que podrás ir combinando entre sí en un sinfín de opciones para optimizar tu equipaje sin tener que renunciar a nada.
Los básicos que no pueden faltar en la maleta de Semana Santa
El lujo silencioso ya sabemos que apuesta por la calidad frente a la cantidad, por los patrones minimalistas y los colores neutros. La regla 333, por su parte, nos indica qué
piezas imprescindibles debemos tener para combinar de forma sencilla entre sí, como si de un collage sartorial se tratara, y multiplicar el potencial de nuestros looks. Así que si hacemos un mix de estos conceptos, el resultado solo puede ser impecable.
Camisa blanca de Carolina Herrera (220 euros); top de rayas marineras de Chanel (2.300 euros) y cárdigan de cashmere de Zadig&Voltaire (435 euros en El Corte Inglés). /
Cortesía.
Tres partes de arriba
Si atendemos al método 333 del armario evolutivo, necesitaremos
tres partes de arriba versátiles, todoterreno y fáciles de combinar como una camisa clásica, una camiseta y una pieza de cashmere. Si nos fijamos en los preceptos del lujo silencioso, aportaremos por piezas minimalistas y atemporales de máxima calidad.
En este caso, meteremos en la maleta una
camisa de popelín blanco y silueta entallada de Carolina Herrera que quedará igual de bien con vaqueros, pantalón sastre o una falda midi. Incluso superpuesta a un vestido lencero o combinada con bermudas. En vez de la clásica camiseta de algodón, ponemos un toque tendencia con un
top de canalé y estampado navy e Chanel que respira vacaciones. Y la prenda de cashmere, un
cárdigan abierto con detalle de broche de Zadig&Voltaire en un tono gris, el color fetiche del lujo silencioso.
Vaqueros de Louis Vuitton (1.350 euros); pantalones sastre de Adolfo Domínguez (220 euros) y falda negra dénim de Max Mara (450 euros). /
Cortesía
Tres partes de abajo
Unos vaqueros clásicos, un pantalón sastre y una falda negra son los tres básicos imprescindibles para vestir nuestro tren inferior, según la regla del 333. Como nos vamos de vacaciones, relajamos las prendas y las imprimimos
un carácter más casual. Los jeans de Louis Vuitton, de corte recto, cintura ligeramente marcada y sutil efecto mom, nunca pasarán de moda; los pantalones de Adolfo Domínguez son de silueta holgada en un primaveral color beige y la falda negra, de Max Mara, la elegimos con largo midi, vuelo y en tejido vaquero.
Zapatillas con plataforma de Dior (950 euros); sandalias de Hermés (550 euros) y mary janes de Roger Vivier (1.050 euros). /
Cortesía
Tres zapatos para todo
A la hora de viajar, sobre todo, cuando es por placer,
la comodidad marca el paso. Nada de tacones imposibles o calzado que nos oprima. Será imprescindible que metas en la maleta unas zapatillas para hacr turismo o completar tus looks más informales, como estas blancas de Dior con plataforma. Aunque la regla 333 sugiere unas botas negras, nosotras nos dejamos llevar ya por los aires primaverales y las cambiamos por unas sandalias planas infalibles como las Oran de Hermés en color cámel, que irán con todo. El toque sofisticado y de tendencia lo encontramos en estas mary-janes de charol rojo con detalle joya de Roger Vivier.
Vestido camisero de Sezanne (155 euros); bermudas de Ralph Lauren (400 euros) y bañador negro de Versace (350 euros). /
Cortesía.
Los tres ‘por si acaso’
Las reglas, incluida la 333, están para saltárselas, y como la dieta, las vacaciones es la mejor excusa para ello. Eso, y que en toda maleta siempre tiene que haber unos cuantos ‘por si acasos’… En este caso, imaginamos que vamos a la playa en Semana Santa o a un destino con buen tiempo y adelantamos
nuestro espíritu estival con piezas básicas pero con un punto de tendencia.
El
vestido camisero de Sezanne es un básico que nos ayudará a aprobar con matrícula de honor sartorial cualquier compromiso durante nuestras vacaciones: es perfecto del día a la noche.
Unas bermudas en color cámel como estas de Ralph Lauren, con un toque noventero genial, combinarán con cualquiera de los otros básicos que llevamos en la maleta y seamos optimistas,
un bañador negro no ocupa y nos puede dar muchas alegrías. ¡Este de Versace incluso lo podemos reutilizar como body!