¿Por qué mantener una ‘buena racha’ puede aumentar nuestra motivación?

Cuando alguien se encuentra en una buena racha, ya sea en el trabajo, en los estudios o en cualquier otro ámbito de la vida, suele sentir más motivación, seguridad y confianza en sí mismo. Este fenómeno ha sido objeto de interés para la ciencia, que ha investigado cómo las rachas positivas pueden influir en nuestra actitud.

De hecho, algunos estudios han respaldado la idea de que experimentar una serie de éxitos consecutivos podría ser beneficioso y positivo para nuestra motivación. Uno de los mecanismos detrás de ello se ha identificado con el concepto psicológico conocido en inglés como ‘streak effect’ (efecto de una racha). Este planteamiento sugiere que las personas tienden a experimentar un impulso en su motivación y confianza cuando experimentan varios éxitos consecutivos.

Por ejemplo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Harvard examinó cómo el hecho de cosechar varias victorias consecutivas afecta a la motivación en el contexto laboral. Los resultados mostraron que las personas que experimentaron una serie de logros en su trabajo, ya sea completar tareas con éxito o recibir elogios por su labor, mostraban más interés, motivación y compromiso con sus responsabilidades. Además, esa motivación adicional también se tradujo en un aumento en la productividad y la satisfacción laboral.

No obstante, según Danny Weathers, profesor de marketing e investigador en la Universidad de Clemson, entender cómo las rachas pueden influir en nuestro comportamiento es clave para lograr motivación a largo plazo. En primer lugar, el investigador cree que hay que distinguir entre hábitos, rachas y ‘conjunto de victorias’.

Por una parte, recalca que los hábitos son comportamientos automáticos arraigados en nuestra rutina diaria, mientras que las rachas requieren un compromiso consciente con una actividad recurrente. En sus propias palabras, “una racha requiere que la persona tenga una estrategia para completar la actividad en varias situaciones o contextos”.

Este concepto difiere de lo que él clasifica como ‘conjunto de victorias’ que agruparía objetivos dentro de un mismo contexto. Sin embargo, una buena racha, según Weathers, impulsa nuestra actitud al sumar una meta más ambiciosa, haciendo que ese progreso se mantenga ‘activo’.

“Una buena racha se refiere a un objetivo de nivel superior mientras que un objetivo de nivel inferior alude a superar una actividad individual”. Por tanto, esa estructura añadida simplifica la toma de decisiones y proporciona una mayor sensación de logro.

Por otra parte, el investigador subraya que en función de cómo sea la rutina y la importancia que tenga para nosotros, esa motivación podría tener más o menos peso en el tiempo que le dediquemos. “Las actividades más relevantes para nosotros son más propensas a generar compromiso”, afirma el experto. Por ejemplo, una rutina diaria de meditación puede ser más atractiva que una semanal para algunas personas, ya que creen que le aportaría más beneficios.

Y aunque reconoce que esas etapas buenas pueden impulsar nuestra actitud, también señala que no se ajustan a todas las personas ni todas las situaciones. “Las rachas pueden tener el efecto contrario en algunas personas, que pueden sentirse obligadas por ellas”, explica.

Y es que, mientras que algunas personas pueden sentirse ‘presionadas’ de cierta manera a seguir ciertos hábitos, otras pueden desanimarse por el riesgo a fracasar. En cualquier caso, lo importante es reconocer y valorar nuestro esfuerzo, lo cual nos ayudará a incrementar aún más nuestra motivación y confianza en nosotros mismos, como alega Weathers.

Teoría de la atribución

Asimismo, otro aspecto importante a considerar es cómo percibimos el control sobre nuestros éxitos durante una racha positiva. La teoría de la atribución sugiere que cuando sentimos que nuestros triunfos están bajo nuestro control y son el resultado de nuestros esfuerzos y habilidades, es más probable que nos sintamos motivados para continuar con ese éxito.

Por lo tanto, los expertos consideran que, durante una racha positiva, es importante reconocer y valorar nuestro papel en esos logros, una premisa que puede aumentar aún más nuestra motivación y confianza en nuestras habilidades.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las rachas positivas también pueden tener un lado negativo si no se gestionan adecuadamente. Sin embargo, sería contraproducente si nos acostumbramos demasiado a tener éxito y dejamos de esforzarnos o de prestar atención a los detalles. Así pues, es importante mantener un equilibrio saludable entre celebrar nuestros éxitos y seguir esforzándonos por mejorar continuamente.

Por otra parte, si resulta que algunos de nuestros objetivos (como los nuestros propósitos de año nuevo) se han visto frustrados, Weathers remarca que observar en perspectiva esas rachas puede suponer, de igual forma, una nueva oportunidad. En sus propias palabras: “Estructurar los éxitos como rachas puede aumentar la probabilidad de seguirlas y completarlas a largo plazo, más allá del comienzo del año”, apunta.

Referencias: